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La NASA trabaja en un avión comercial más rápido que el sonido

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La NASA ha informado de que destinará unos 5 millones 400 mil euros a esta iniciativa y que la mayor parte se emplearán en investigar la manera de hacer compatible un cielo plagado de aviones ultra rápidos con la protección del medio ambiente y de la ciud

La agencia espacial estadounidense, sin abandonar su estudio de los confines del universo, se ha propuesto ahora que los vuelos de más de 4 horas sean cosa del pasado.

La NASA se ha convertido en la última compañía en intentar que los aviones supersónicos le quiten terreno a los convencionales en las flotas de las aerolíneas de todo el mundo. 

El Concorde, orgullo de Air France, logró adelantar a los estadounidenses en esta misión, pero la última vez que alcanzó ese hito fue hace 12 años.

Ahora la NASA se ha propuesto tomar el relevo y revolucionar las aerolíneas comerciales. Si bien lleva trabajando en la creación de un avión de estas características desde el siglo pasado, que el objetivo se vuelva realidad, es algo aún lejano.

Los primeros intentos por parte de la agencia espacial empezaron en 1946, dos décadas antes de que el Concorde apareciera, pero fue en 2006 cuando el proyecto cobró fuerza y empezó a trabajar codo con codo con compañías con experiencia en en la materia como Boeing.

La NASA ha informado de que destinará unos 5 millones 400 mil euros a esta iniciativa y que la mayor parte se emplearán en investigar la manera de hacer compatible un cielo plagado de aviones ultra rápidos con la protección del medio ambiente y de la ciudadanía.

El Massachusetts Institute of Technology (MIT) y la Universidad de California serán los encargados de encontrar diferentes soluciones para hacer que la aviación supersónica sea más silenciosa, y menos contaminante.

La agencia espacial calcula que en 2025 el modelo definitivo del avión entraría en producción y que empezaría a comercializarse en 2030.

Por otra parte, cuando la NASA comunicó que estaba involucrada en este tipo de proyectos, otras compañías también anunciaron que estaban trabajando en sus propias naves supersónicas aptas para un futuro uso comercial.

Una de ellas, la compañía Spike Aerospace, afirmó que estaba desarrollando un jet de apenas 15-18 plazas que reducirá a la mitad el tiempo de cada vuelo. Así, realizar el trayecto Londres-Nueva York llevaría apenas 3 horas. 

Este avión estaría disponible a partir de 2018 y su diseño está enfocado a reducir al máximo el peso de la nave; con este fin se prescindirá, por ejemplo, de las ventanas del pasaje.

Mientras tanto, Aerion Corporation prevé lanzar su propio supersónico en 2020. En este caso, la nave (que ya está disponible para su precompra) se está diseñando en colaboración con Airbus y sí que contará con ventanas.

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La NASA ha informado de que destinará unos 5 millones 400 mil euros a esta iniciativa y que la mayor parte se emplearán en investigar la manera de hacer compatible un cielo plagado de aviones ultra rápidos con la protección del medio ambiente y de la ciud

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