Wall Street paseó ayer por los números verdes y luego por los rojos en una jornada en la que los operadores de bolsa quisieron corregir las tremendas caídas de la jornada anterior pero no pudieron mantener el impulso, después de que el dólar viviera otra sesión de fortalecimiento.

Como en la novela de Ernest Hemingway, los inversores vivieron una jornada de "Tener y no tener".

Comenzaron con la certeza de que, después de la jornada del martes, las cifras solo podían ir a mejor. Quisieron demostrar que, tras los más de 300 puntos perdidos por el Dow Jones el martes por el efecto perjudicial del fortalecimiento del dólar, el parqué podía mirar hacia delante.

Sin embargo, Wall Street vivió, en lugar de una jornada de recuperación, los síntomas del estrés postraumático. Los miedos que provocaron el desplome de ayer seguían allí, pues el dólar volvió a arañar más terreno ante el euro, que se cambiaba a US$ 1,05 la unidad.

Asunque el Dow Jones llegó a subir un 0,38%, acabó cerrando con pérdidas de un 0,16%. Ni la subida ni la bajada fueron especialmente significativas. Lo fue más el estatismo ante una nueva situación de doble filo que los operadores todavía intentan escudriñar.

En "Tener y no tener", la película, Lauren Bacall le decía a Humphrey Bogart la famosa frase de "si me necesitas, silba", y hoy los inversores a punto estuvieron de sacar el silbato en busca de ayuda para saber cómo actuar ante la compleja coyuntura en la que todas las noticias parecen tener su parte buena y su parte mala.

Quizá hoy anden algo más decididos hacia un lado u otro, ya que nada más acabar la sesión, la Reserva Federal (Fed) hizo público el resultado de las pruebas de estrés a los grandes bancos del país y, de los 31 a los que examina, suspendió a dos y pidió una "repetición de examen" a Bank of America.

Esta entidad bancaria bajaba en las operaciones electrónicas posteriores al cierre un 0,68%, pero los dos bancos suspensos eran el Banco Santander (-2,07% en las operaciones después del cierre) y el Deutsche Bank (-0,09%).

Además, habrá datos de empleo y ventas de minoristas, indicadores tradicionalmente manejables para los operadores de cara a decantarse por tener (comprar) o no tener (vender).

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