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Para los analistas, el final del túnel para Grecia sigue lejos

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El gobierno griego se jactó ayer miércoles de encarrilar su economía tras el acuerdo de sus acreedores UE-FMI para desbloquear 10.000 millones de euros para el país y aliviar su deuda, pero los analistas creen que aún está lejos la luz al final del túnel.

Los ministros de Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) "tomaron decisiones importantes", el miércoles de mañana ayer tras 11 horas de deliberación, que permitirán inyectar hasta octubre 3.500 millones de euros en la economía nacional y garantizan "durante un largo período la financiación de la economía en condiciones muy favorables", comentó una fuente gubernamental griega.

"Es un momento importante para Grecia después de tanto tiempo", reaccionó con satisfacción en Bruselas el ministro de Finanzas, Euclide Tsakalotos, después de esa reunión del Eurogrupo destinada sobre todo a limar las diferencias entre Alemania y el FMI sobre cómo había que tratar a Grecia.

La reunión desembocó en el desbloqueo de un nuevo tramo del tercer programa de rescate de Grecia y un acuerdo de "medidas progresivas" para aliviar la deuda del país --ahora de 180% del PIB--, condición sine qua non del FMI para su participación.

El nuevo tramo será desbloqueado en dos veces: 7.500 millones de euros antes del 30 de junio, y 2.800 en septiembre. De este total, 3.500 millones se afectarán al pago de los atrasos debidos por el Estado griego a sus proveedores, señaló la misma fuente gubernamental.

Según ella, el Eurogrupo también allanó el camino a una "solución inmediata de la cuestión de la deuda", con "la puesta en marcha de una hoja de ruta clara que normalice el estado de la liquidez de la economía" y permita "acelerar el regreso del país a los mercados financieros", un plazo fijado en 2017 por Atenas.

Tsipras ha ganado tiempo.

El único problema es que, como lo destaca una nota de análisis de Citibank, "cualquier decisión sobre la deuda ha sido postergada hasta 2018 como muy pronto", cuando teóricamente termina el programa de rescate financiero del país, iniciado hace seis años. Con ello "una fuerte incertidumbre" va a persistir "sobre la viabilidad de la deuda".

Bajo presión de Berlín, que vigila de muy cerca a Grecia y, en el plano interno, no quiere comprometerse a nada antes de las legislativas alemanas de 2017, "hemos postergado efectivamente el problema para más tarde" comentó una fuente europea.

"Eso ha sido muy difícil para el FMI", partidario por su parte de un alivio importante e inmediato de las medidas de austeridad --que además considera recesivas-- que impone la zona euro a Grecia, indica esa fuente.

De hecho, el FMI todavía no ha decidido si participa en la operación de rescate de Grecia. Tomará esa decisión en el otoño boreal.

El primer ministro griego Alexis Tsipras "ha ganado tiempo" y efectivamente obtuvo algunas compensaciones "que quizá van a permitirle un ligero aumento del PIB", opina Kostas Melas, profesor de finanza internacional en la universidad Panteion de Atenas.

Entre esas compensaciones cita la apertura, a principios de junio, de líneas de financiación regulares y gratuitas del Banco Central Europeo (BCE) en favor de loa bancos griegos.

Pero "aunque el sector bancario sale claramente ganador del Eurogrupo", el acuerdo cerrado en Bruselas está, según él, "lejos de ser un gran éxito". "Demuestra que los acreedores siguen sin tener confianza en Grecia" y ese acuerdo tampoco asegura una salida de la crisis, añade.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Alexis Tsipras, primer ministro griego. Foto: Reuters

PRINCIPIO DE ACUERDO CON ACREEDORESAFP

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