Es lo que muestra la “evolución reciente de indicadores”.

"La evolución reciente de los indicadores parciales de actividad muestra que la economía seguiría creciendo en el primer trimestre del año", afirmó el Banco Central (BCU) en su Informe de Política Monetaria del primer trimestre divulgado ayer.

Esos indicadores, marcan que "las importaciones en volumen de bienes de consumo sin automóviles continuaron creciendo en el margen en tendencia-ciclo en enero, mientras que se mantuvieron estables en dólares corrientes. Las ventas de autos 0 kilómetro exhibieron una leve tendencia a la baja en febrero y marzo, aunque creciendo todavía en términos interanuales a tasas superiores al 20%", indicó el reporte.

"En cuanto a la demanda externa, las exportaciones de bienes (sin incluir ventas desde Zonas Francas) se mantuvieron relativamente estables en febrero y marzo, tras haber mostrado un crecimiento previo importante. Desde el punto de vista de la oferta, los datos de la industria manufacturera a febrero indican que el componente tendencia-ciclo se mantuvo estable en los primeros meses del año", agregó.

El BCU analizó que "en el escenario que se entiende más probable" la "demanda externa relevante para la economía uruguaya mostraría un dinamismo similar al previsto en el trimestre anterior. La región crecería moderadamente. Por su parte, China seguiría creciendo a buen ritmo, aunque a tasas menores que las registradas en el pasado, al tiempo que la economía de Estados Unidos se mostraría un poco más dinámica. Los términos de intercambio se mantendrían estables".

"En materia financiera, se prevén condiciones menos desfavorables que las que se preveían en el trimestre anterior, aunque en un marco de mayor incertidumbre sobre el contexto político internacional. En este marco, se espera un fortalecimiento gradual del dólar a nivel mundial", añadió.

"En este contexto, se espera que la economía uruguaya continúe creciendo de forma moderada y que la inflación registre un ajuste a la baja", señaló el informe.

Los "riesgos" que el Central ve "de la economía global y regional que, de materializarse, afectarían negativamente al equilibrio macroeconómico" de ese escenario son, "en primer lugar, la posibilidad de que el nuevo gobierno de EE.UU. implemente una serie de medidas que redunden en menores niveles de crecimiento global" y por otro lado la "agudización de las dificultades de las economías de la región para efectuar los ajustes macroeconómicos necesarios".

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