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"¿Por qué si la economía crece, las firmas no quedan sanas?"

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Julio César Lestido. Foto: Fernando Ponzetto
Nota a Julio Cesar Lestido, empresario uruguayo presidente de la Camara de Comercio, ND 20170907, foto Fernando Ponzetto - Archivo El Pais
Fernando Ponzetto/Archivo El Pais

El presidente de la CNCS habló con El País acerca de los temas que preocupan a la gremial.

A fines de junio, la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay (CNCS) renovó a sus autoridades. Julio César Lestido resultó electo presidente de esta gremial que en 2017 celebra 150 años desde su fundación.

Lestido es directivo de la automotora homónima, que tiene la representación exclusiva de las marcas alemanas Audi, MAN y Volkswagen en el país. Además, el empresario es el responsable de Silvercat, una firma que se dedica a la comercialización de armas.

En diálogo con El País, Lestido conversó acerca de cómo ha evolucionado el sector este año, la "rigidez" laboral, la recolección de firmas para lograr un plebiscito que tumbe algunas de las exigencias incluidas en la denominada "ley de inclusión financiera" y sobre los cierres de empresas que salieron a la luz pública en el último año y medio.

—¿Qué balance hace de la actividad comercial este año?

—La economía ha crecido sin duda. Incluso un poco más que las primeras expectativas. El sector comercio ha crecido. Después hay que desmenuzar un montón de cosas. Puede haber más ventas pero no necesariamente una rentabilidad que permita que las empresas queden más fuertes o más sanas. Tenemos que estudiar por qué pasa si la economía ha crecido y si las ventas han crecido, que las empresas no quedan lo suficientemente sanas. Estamos creciendo pero no estamos estables. Si bien la actividad económica crece, la tasa de empleo empieza a jugar de forma negativa. No hay más empleo. Es raro. Los comentarios que estamos recogiendo de nuestro sector y que también compartimos son dos puntos básicamente: uno es el costo del salario y lo otro es la poca flexibilidad en el ámbito laboral. Y la poca posibilidad de inversión de la empresa. Lo vemos con preocupación. Hay que sentarse y trabajar con las empresas, con las autoridades del gobierno, con las autoridades sindicales.

—Tuvieron una reunión con el ministro de Trabajo, Ernesto Murro. ¿Con parte del equipo económico o con integrantes del Pit-Cnt se han juntado?

—Con el ministro Murro tuvimos sí una reunión y ha sido un ministerio que está de puertas abiertas. Si hay una necesidad de hablar el ministro atiende en primera instancia. Primero tenemos que mirar puertas para adentro, hace un mes y poquito que estamos trabajando con la nueva administración. En estos días estaríamos solicitando una entrevista con el Pit-Cnt, porque consideramos que es importante juntarse y hablar. Primero, presentarnos. Y explicarles cuál es nuestra idea, cuáles son los problemas que vemos.

—Fruto de la reforma laboral brasileña, el tema cruzó la frontera y se instaló cierto debate sobre la conveniencia o no de un cambio de este tipo en Uruguay. ¿Lo han analizado o tiene alguna opinión sobre esto?

—La cámara siempre ha trabajado sobre el tema laboral. La situación de Brasil yo la dejo en Brasil. Creo que sí ya hace varios meses que se habla que frente a la revolución industrial 4.0 se van a generar fuentes de trabajo que hoy ni conocemos. Todo eso significa que en el futuro no muy lejano, tal vez más cerca de lo que esperamos, va a haber cambios. Entonces la pregunta es, con la situación que estamos ahora, ¿podemos enfrentar estos cambios? ¿No es necesario que nos sentemos y empecemos a hablar de cómo podemos cambiar? Estando como estamos actualmente, con la situación de rigidez laboral, ¿podemos seguir así? Como estamos ahora, ¿estamos garantizando las fuentes de trabajo del futuro? Es increíble, la economía crece pero la tasa de empleo cae. ¿Por qué? Cuando uno habla con las empresas (es por) la rigidez laboral. "A mí me contrataron para esto, esto, y no puedo hacer esto". Hoy el mundo es otro, requiere de otras cosas. El salario real ha aumentado más que la economía. Tenemos que ser competitivos. Tal vez no sea en el salario real, tal vez sea mirar el gasto. La presión tributaria que pueden tener las empresas. Repito: de esta manera como seguimos, ¿estamos cuidando las fuentes de trabajo? Apretando a una empresa a tal nivel, donde no hay posibilidad prácticamente de reinversión, donde la carga fiscal es bastante alta, donde hay rigidez laboral, ¿puedo garantizar el trabajo del futuro?

—En general se pone el acento en los trabajadores cuando se habla de robotización, automatización y avance tecnológico. Pero, ¿los empresarios uruguayos están preparados para trabajar en este nuevo ecosistema?

—A título personal, yo no. De repente habrá sectores que están más avanzados. Pensar que estos cambios se hacen sin que los empresarios también se preparen es imposible. Todos tenemos que cambiar. Pensar que los que se tienen que capacitar son los demás y yo no, no.

—Hablando de cambios vinculados a la tecnología, en los últimos años, impulsado por la ley de inclusión financiera, cambió la manera en la que los uruguayos pagan. ¿La CNCS apoya la recolección de firmas que se está haciendo? ¿Está juntando activamente entre sus socios?

—No, lo que está apoyando son a los dos centros comerciales que llevan adelante esto.

—¿La CNCS no está saliendo proactivamente a buscar firmas?

—No, estamos apoyando la gestión que están haciendo. La cámara va a trabajar en todo lo que esté al alcance para dialogar con las autoridades para ajustar la ley a las normas que puedan ser ejecutables, que no generen trastornos.

—¿Esos ajustes por dónde deberían pasar?

—Básicamente el mayor problema que están presentando, sobre todo en algunos centros del interior, y también en la zona metropolitana, (es) la carga que tienen en cuanto al arancel que se cobra. El otro problema, que nos manifestaban en algunos lugares del interior sobre todo, (es que) en zonas bastante alejadas, donde a la persona que trabaja llegar a un cajero le complica y de repente tiene que venir tres veces para hacer el retiro de su sueldo. Me han comentado de gente que vive a 40 o 50 kilómetros o tal vez no tan lejos, pero el acceso a la ciudad... O no tiene los medios, o tiene que ir en un caballo, en una motito.

—Para las pequeñas localidades hay una excepción hasta fin de año, si no tienen un punto de extracción a tres kilómetros todavía no corre la exigencia de pagos con medios electrónicos.

—Bueno, entonces estaría solucionado el problema. Pero no está corriendo hasta fin de año, está a la vuelta de la esquina. Ojalá se solucione antes.

—¿Perciben resistencia de algunos comerciantes por otros temas, como el informalismo?

—¿Para que trabajen informalmente?

—Para, por ejemplo, hacer una venta en efectivo sin boleta mediante.

—No, no. Fueron las quejas que nosotros recibimos. La otra cosa que se le podría criticar a la ley es que un poco coarta la libertad. La cámara siempre ha bregado en estos 150 años por la libertad en el sentido más amplio de la palabra. ¿Por qué no puedo tener la opción?

—¿Se refiere a la libertad del empresario a la hora de cómo pagar los sueldos, por ejemplo?

—No, eso ya está, porque hace tiempo que se paga en cuenta bancaria. Focalizarlo esto en empresarios solo… creo que es la libertad del uruguayo.

—De la vereda de enfrente se podría pensar que el trabajador antes no tenía la libertad de elegir cómo cobraba. Era el patrón quien le decía cómo. Para aclarar de la libertad de quién estamos hablando.

—Sí, antes lo decidía el patrón. Ahora cambió. ¿Quién lo decide? Ahora no hay opción. Hoy sacaste la figura del patrón, ¿a quién pusiste en el lugar ese? Es el Estado que te dice "vos no tenés libertad, vos vas a hacer así".

"Lo que menos le gusta a un empresario es despedir"

—El año pasado y también este hubo casos de empresas que decidieron cerrar que cobraron notoriedad. Hubo una discusión sobre si esto era fruto de una economía que hace que los números no den o si es el ciclo natural, y por las que cierran también hay otras que abren.

—Tienen más repercusión las cosas negativas que las positivas. Acá se están abriendo distintas empresas. Se comenta mucho más lo malo de que una empresa se va. A veces se va porque tiene motivos muy de ellos, es muy difícil analizar cada una de las empresas. Lo que sí, a nadie le gusta cerrar una empresa. No conozco a un empresario que le guste cerrar su empresa. Y lo que menos le gusta a un empresario es despedir gente. A veces el mercado no da, a veces las condiciones en donde se desarrolla no tiene más remedio. Si cerraron, sus razones tenían. A veces se juzga demasiado rápido cuando se dice que se decide cerrar. El empresario, por definición, genera riquezas en la sociedad, pero él tiene un dinero, un capital, que decide hacer un negocio, invertir, arriesgar, trabajar, generar trabajo, y en algún momento decide "no camina esto". Y no lo podemos obligar a que haga cosas que no funcionen. Esto no tiene nada que ver con el mal empresario, eso es otra cosa. Me ha tocado a lo largo de mi vida tener buenas y malas. Y las malas son difíciles. No es que uno solamente piense en la empresa, no. Somos seres humanos de carne y hueso y tenemos los mismos problemas, las mismas familias. Distintas pueden ser las situaciones, pero que el momento es difícil, es difícil. Repito: no conozco ningún empresario que le haya gustado cerrar su empresa.

—Ha hablado del rol del empresario en la sociedad y de que a veces tiene cierta mala prensa.

—No sé cuál ha sido la causa, pero hay una sensación de que el empresario no es una persona bien vista en la sociedad. Sin empresas privadas no hay trabajo. Llamamos empresas privadas desde el pequeño comerciante hasta el más grande. Y en Uruguay muchos son de los pequeños.

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Julio César Lestido. Foto: Fernando Ponzetto

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