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Enero: el mes para reconducir el presupuesto de la familia

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Foto: archivo El País

Tras el exceso de gasto y endeudamiento de las fiestas, es tiempo de adecuar.

Enero, mes de vacaciones para muchos, también es el mejor momento para ordenar el presupuesto familiar y eliminar aquellos gastos innecesarios.

Pasadas las fiestas tradicionales, que suelen implicar un aumento del gasto —y en muchos casos de endeudamiento—, hay que ordenar lo que se debe, lo que se gasta y lo que ingresa.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de 2010, las familias uruguayas consumen el 27% de sus ingresos en productos alimenticios, el 14% en vivienda, el 5% en indumentaria y el 54% restante en productos varios.

Así la cuesta de enero toma cuerpo y recuerda los excesos cometidos. Para afrontarlos, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en España da algunos consejos prácticos.

Lo fundamental es revisar el presupuesto: "Conviene hacer un listado con todos los gastos a los que tenemos que hacer frente, y dividirlos entre fijos e inevitables, y superfluos. De estos últimos haremos una revisión estricta y eliminaremos lo máximo posible", sugiere el OCU. Para conseguirlo basta con papel y lápiz, aunque también está la opción de hacerlo a través de una de las muchas aplicaciones móviles. Una de ellas es Zetacuentas (www.zetacuentas.com/zetacuentas/servlet/cloud.inicio) que brinda la posibilidad de llevar un control estricto, además de establecer recordatorios de pagos, etc.

También la planilla de excel es una opción que sirve además para guardar datos hacia atrás.

Otro de los riesgos en estas fechas es el sobreendeudamiento por el uso de tarjetas de crédito: "Una de débito y otra de crédito son suficientes para cubrir las necesidades de un usuario medio", aconsejan en la OCU. Disponer de mucho dinero de plástico, además de ser caro por las comisiones, implica un mayor riesgo porque permite acceder a créditos más amplios. Si hay que utilizar sistemas de pago aplazado, lo mejor es hacerlo de una sola compra o en pocas cuotas sin intereses. La opción de posponer el pago en muchas cuotas suele tener intereses. Ni que hablar de lo desaconsejado que es el pago mínimo (ver aparte).

Enero es el mes en que se vuelve a llenar la despensa, pero con productos de mucho volumen para consumo cotidiano, no tan delicatessen como en diciembre.

Pensar en la comida que se va a preparar durante toda la semana, no ir al supermercado con el estómago vacío y observar el precio por litro o kilo de los alimentos ahorrará disgustos en la factura.

Por otro lado, es relevante la programación a la hora del transporte, en especial cuando se tienen niños en la familia.

Energía.

En casa, el ahorro empieza por rebajar el gasto en energía. Allí hay varias medidas para aplicar, algunas más sencillas que otros.

Si requiere el uso de aires acondicionados, gradúa el termostato a una temperatura soportable. Cada grado suplementario del aire acondicionado representa un 7% más de consumo energético.

Para una mayor eficiencia, son recomendables electrodomésticos de clase A. En lavadoras y lavavajillas se ahorra hasta un 21% de electricidad con programas cortos o ecológicos. Revisar la potencia, instalar bombillas de bajo consumo, contratar mejores tarifas facilita los descuentos.

UTE tiene varios planes. Uno de ellos es el denominado "230". Este "es un plan pensado para hogares que consumen 230 kWh o menos por mes. Este plan implica un cambio de tarifa, cuya tasa de conexión está exonerada. Por lo tanto el cambio es gratuito. Si el consumo se mantiene por debajo de este límite el ahorro será significativo con respecto a la Tarifa Residencial Simple. No obstante si sobrepasa los 230 kWh el mismo dejará de ser conveniente", señala la UTE. "Es una opción muy ventajosa para hogares con equipamiento eléctrico básico como termotanque, heladera, iluminación y equipos de entretenimiento como PC, TV, radio, etc.", agrega.

El Plan Inteligente "es una tarifa en la cual el día se divide en dos franjas horarias con distintos valores para los precios de la energía. Durante el horario preferencial (de 23 a 17 horas), el precio es sensiblemente más económico, y durante el horario pico (de 17 a 23 horas) es más caro", indica el ente.

También se puede optimizar el uso del calefón —el artefacto del hogar con mayor incidencia en la tarifa de energía, en promedio el 37% de la factura de UTE— con la colocación de un timer o instalando un panel solar.

El resto del consumo eléctrico se divide en 20% en la conservación de alimentos (heladera), 15% en iluminación y otros consumos menores de electrodomésticos.

Por eso, es clave desenchufar los electrodomésticos tales como microondas, TV, lavarropas, equipos de música, decodificador, etc., cuando no están en uso. Dejarlos en la función stand-by (por ejemplo cuando se apaga la TV desde el control remoto) consume energía en forma innecesaria, por eso se los denomina "vampiros eléctricos".

Apagar la computadora si no se está utilizando: un aparato enchufado en posición de espera puede representar hasta un 70% de su consumo diario.

En cuanto al combustible, apagar el motor durante los embotallemientos; conducir a velocidades moderadas sin bruscos aceleradas; vigilar la presión de los neumáticos; vaciar el baúl de objetos pesados que no resulten imprescindibles y revisar las tarifas de los seguros son consejos que ayudarán a afrontar la suba de los combustibles.

Lo que no hay que hacer con tarjeta de crédito

Una de las posibilidades en meses donde los pesos no abundan es cancelar parcialmente deudas generadas por compras efectuadas con la tarjeta de crédito y así salir del paso. Al mes siguiente, si las cuentas familiares son diferentes, siempre se podrá cancelar el total de la deuda o hacer una entrega mayor que el pago mínimo. Todas las tarjetas de crédito tienen en el estado de cuenta un texto que, palabras más palabras menos, dice lo siguiente: "realizar únicamente el pago mínimo aumentará el tiempo y el costo de la deuda". Quien opte por ese pago debe saber que al hacerlo estará cancelando un porcentaje mínimo de la deuda total. Para tratar de clarificar el peso de los intereses en el pago mínimo se transcribe un ejemplo real. Allí, el monto total adeudado era de $ 10.568,84. El pago mínimo establecido fue de $ 1.379. El costo de pagar el mínimo en ese caso fue de $ 533,89 ($ 437,62 de intereses y $ 96,27 de IVA). En ese caso, el pago mínimo exigido por la tarjeta fue del 13% del total, donde cerca del 8% correspondió a cancelar efectivamente lo adeudado. "Abonar el mínimo es algo tenebroso por el interés que se termina pagando", había dicho a El País el contador Nelson Chicurel.

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Foto: archivo El País

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