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La historia detrás de la crisis de GoPro

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Go Pro: un pionero en declive. Foto: Pixabay

La compañía acaba de anunciar que despedirá a otros 270 empleados.

GoPro prometió convertirse en una empresa enfocada en entretenimiento y medios cuando llegó a la Bolsa de Nueva York el 26 de junio de 2014.

Sus acciones ingresaron al mercado accionario con un precio de 24 dólares por unidad y cerraron la primera jornada en 31 dólares. El valor de la compañía era de 3.000 millones de dólares por entonces.

La empresa fue fundada por Nick Woodman, un emprendedor de 41 años quien, en 2001, se obsesionó con la idea de diseñar una cámara portátil capaz de guardar registro de los instantes más emocionantes de la vida.

Woodman siempre quiso ser millonario. En un perfil publicado por Forbes cuatro años atrás, en pleno apogeo de la firma, Neil Dana, su compañero de cuarto en la universidad, rememora el entusiasmo de su amigo, un joven con empuje emprendedor que no descansaba en su búsqueda por una idea que lo volviera millonario. Aunque estuviera embriagado, tomaba nota de los conceptos de negocio atractivos y los compartía con Dana.

Planteó la creación de las cámaras portátiles porque amaba el surf y le encantaba grabar sus audaces movimientos para conquistar las olas. Todo empezó en 2002, cuando acababa de fracasar con una compañía en línea llamada Funbug (una plataforma de juegos y marketing donde se otorgaban premios en efectivo a los usuarios).

Emprendió un viaje a Australia e Indonesia para pensar. Ideó un sistema para amarrar cámaras de diferentes modelos por medio de un e correas. No solo funcionó, sino que pensó que debía empezar a vender su idea al público. No solo las correas sino la cámara. Todo el paquete. Para fundar GoPro, en 2003, su papá le prestó 200.000 dólares, su mamá otros 35.000 y el aportó 35.000 dólares más para un total de 270.000 dólares.

La primera cámara Hero, que no era digital sino de 35mm, llegó al mercado en 2004. Las ventas se concentraron en surfistas y otros deportistas extremos. Lograron ingresos por 150.000 dólares ese año. Un año después, las ventas ascendían a 350.000 dólares.

En 2006, llegó la primera Hero digital al mercado y los ingresos ascendieron a 800.000 dólares. Este dispositivo era capaz de grabar videos de 10 segundos. Hace exactamente diez años, la compañía se convirtió en un fenómeno popular. Cerraron el año con ventas de 3,4 millones de dólares.

En 2010, lanzaron su primera cámara resistente al agua con capacidad para grabar en Full HD. En 2011 ya eran un fenómeno en redes sociales (su cuenta de Facebook pasó de 500.000 a un millón de seguidores) y parecían conquistar el mundo.

Sin embargo, desde que llegaron a la Bolsa de Nueva York, solo han tenido un trimestre favorable, a mitad de 2015. Como señala Bay McLaughlin, en un análisis escrito para Medium.com, desde 2014 empezaron los errores. Primero, no cumplieron con su promesa de construir una empresa de medios, con un ecosistema compuesto por productos de hardware y de software.

El software ha permanecido ausente de la estrategia de la compañía y el mercado de cámaras portátiles se saturó. McLaughlin también señala que llegaron demasiado tarde al territorio chino. Los planes de expansión empezaron en 2015. Para ese entonces, proliferaban los competidores locales enfocados en la fabricación de cámaras portátiles con las características de las GoPro pero a un costo menor.

A eso se suma la aparición de jugadores de peso como Polaroid, Panasonic o Sony en el segmento. GoPro ha perdido parte de su posición dominante y ganó reputación como marca de lujo, de nicho, y de alto costo.

Se acusa a la empresa, además, de tener costos de operación muy altos. Por ejemplo, Woodman era uno de los ejecutivos con mayores ingresos anuales a finales de 2014. Obtuvo beneficios por 284 millones de dólares, en gran medida virtud de la llegada de GoPro a la Bolsa.

Para resolver parte del problema, GoPro acaba de anunciar un recorte de 270 empleados. El objetivo es incrementar los ingresos y la respuesta en la Bolsa ha sido positiva. Las acciones han subido alrededor de 10 por ciento tras el anuncio.

El 2016 fue un año difícil. En noviembre redujeron su plantilla en 15 por ciento y retiraron del mercado el primer modelo de su dron, Karma, por errores de fabricación (algunos clientes alegaron que el producto perdía potencia de forma inesperada durante el vuelo). No solo eso, en ese mismo periodo de tiempo se conoció que GoPro había tenido problemas con la manufactura de su última cámara, la Hero 5.

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Go Pro: un pionero en declive. Foto: Pixabay

TECNOLOGÍAEL TIEMPO DE COLOMBIA / GDA

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