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Menor inflación en 7 años no da margen, dicen analistas

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Coinciden que no por ello se debe aumentar el gasto ya que déficit es alto.

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La inflación se desaceleró por tercer mes consecutivo en abril y alcanzó el menor guarismo en 12 meses, desde los cerrados en septiembre de 2010. Aún así, analistas consultados por El País no ven que esto le dé margen al gobierno para distraerse del objetivo de precios ni tampoco para impulsar el gasto público en la próxima Rendición de Cuentas.

En abril la suba del Índice de Precios del Consumo (IPC) fue de 0,22% (la menor en lo que va del año), lo que llevó la inflación en 12 meses de 6,71% al cierre de marzo a 6,46%. Este último, es el menor guarismo para la inflación acumulada en 12 meses desde septiembre de 2010 (6,32%).

Un análisis del banco estadounidense JP Morgan —al que accedió El País— prevé que la inflación se ubique debajo de 6% en los 12 meses cerrados a mayo. En abril, por segundo mes consecutivo se ubicó dentro de la meta del Banco Central (BCU), de entre 3% y 7% anual.

En cuatro meses la suba de precios alcanza a 4,04%, el menor registro para el primer cuatrimestre desde 2012 (fue 3,42% en esa oportunidad), según los datos del Instituto Nacional de Estadística.

¿Margen?.

Para los analistas esto no debe llevar al gobierno a impulsar el gasto (en el entendido que más gasto presiona al alza los precios por el lado de la demanda) porque el déficit fiscal de 3,8% del Producto Interno Bruto (PIB) en los 12 meses cerrados a marzo, no da margen para ello.

"La inflación sigue siendo una prioridad de la política, y por otra parte, sigue siendo importante bajar el déficit fiscal y tener un presupuesto que tienda a una trayectoria de deuda sostenible", dijo la directora del Área de Coyuntura del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas, Gabriela Mordecki.

Para la gerente senior del área de Asesoramiento Económico Financiero de Deloitte, Florencia Carriquiry, "el descenso de la inflación no debería cambiar en nada la postura de austeridad que en general han venido marcando el equipo económico y el Poder Ejecutivo de cara a la discusión de la Rendición de Cuentas".

"De hecho, aunque es cierto que el panorama de actividad económica es hoy algo mejor del que se esperaba algunos meses atrás, a nuestro juicio y a la luz de las últimas cifras fiscales, no hay margen alguno para conceder incrementos adicionales del gasto", añadió.

Incluso, remarcó que "una baja más rápida de la inflación (como de hecho estamos viendo) supone a priori impactos negativos sobre las cifras fiscales, por la inercia que tienen los gastos y el impacto casi inmediato que se observa en la recaudación (por lo que son los impuestos al consumo)".

Según el presidente de Vixion Consultores Aldo Lema, "la moderación del núcleo inflacionario llevaría al BCU a una política monetaria menos restrictiva. Ya se observa algo en esa dirección en la aceleración de los medios de pagos y cierta caída de las tasas de interés, pero eso se podría acentuar durante los próximos trimestres".

Coincidió con sus colegas en que "por el lado fiscal, no hay espacios, tanto por el alto déficit estructural y la sostenibilidad de la deuda pública, como por el lado de la competitividad cambiaria".

Aunque, agregó que "con todo, es probable que a medida que se acerca el ciclo electoral, la política fiscal se torne más expansiva, como ha ocurrido históricamente en Uruguay".

En tanto, el analista de CPA Ferrere, Santiago Rego indicó que "la inflación se va a acelerar hacia fin de año (aunque el tipo de cambio se mantuviera estable) así que en el mediano plazo vamos a volver a ver la inflación por encima del objetivo (del BCU). De hecho, si uno mira la historia, el cumplimiento estricto de la meta no fue prioridad (sí lo fue mantener la inflación bajo control)".

Agregó que "la situación fiscal es compleja (el resultado del gobierno central y el Banco de Previsión Social viene deteriorándose en tendencia y la deuda ha crecido por encima de lo esperado) por lo que no vemos espacio para expandir gasto ni margen para bajar tarifas".

Por su parte, el economista jefe de KPMG, Marcelo Sibille dijo que "las buenas noticias recientes en materia de inflación, actividad y proyecto de UPM no deberían permitir un mayor incremento del gasto en la próxima Rendición de Cuentas y tampoco creo que el gobierno vaya a recorrer ese camino. El déficit fiscal sigue siendo un tema a resolver".

Además, "desde el punto de vista del nivel de actividad no hace falta bombear la demanda por el lado del sector público máxime cuando el gasto del sector privado ya está dando señales de reactivación, tanto en el consumo como en la perspectiva de nuevos proyectos de inversión", agregó.

Situación.

El banco JP Morgan prevé que la inflación baje a 5,96% en los 12 meses a mayo. Pero, cree que volverá a acelerarse en el segundo semestre y terminará el año en 7,3%.

Rego coincidió en que "la inflación va a volver a estar por encima de 7%" en el segundo semestre. "La moderación de la inflación en últimos meses es principalmente por dos factores: la apreciación del peso desde mediados del año pasado (sobre la cual el gobierno incidió, más la ayuda del escenario internacional/regional) y la reducción de los precios de frutas y verduras (nos estamos comparando con un primer semestre de 2016 de inflación muy alta). El segundo componente se va a revertir en algún momento, mientras que el tipo de cambio podría bajar aún más", explicó.

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