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Más mujeres emprenden aunque se mantienen barreras

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Siete de cada 10 empresarios con posgrados son mujeres. Foto: Archivo El País

El 44% de las 56.047 empresas lideradas por mujeres en Uruguay no accede a financiamiento por falta de garantías. Esa es la principal barrera que identifican las responsables de pequeñas y medianas empresas (Pymes) a la hora de recurrir a un crédito.

El trabajo realizado por el Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo (Cidem) para el programa "Más Emprendedoras" de Endeavor, identifica también otras dificultades en este punto como el estado de formalización de las empresas, los costos, la existencia de deudas anteriores y la cantidad de requisitos solicitados.

Pero otros estudios de Endeavor también han detectado barreras adicionales que las mujeres enfrentan frente a sus pares hombres.

Una es la falta de seguridad o actitud positiva hacia sus propias capacidades personales o la de sus proyectos. Otras son "la aversión a tomar riesgo y el temor a endeudarse" que frenan la voluntad de buscar financiamiento, dijo a El País la coordinadora de "Más Emprendedoras", Anna Chiara Ortolani. No obstante, aunque las mujeres acceden en menor medida al crédito, son consideradas por las instituciones financieras como "mejor pagadoras que los hombres", añadió.

De todas formas, ha disminuido el temor al fracaso al momento de empezar con un negocio. Eso era visto como un impedimento por el 44% de las mujeres en 2006 y por 28,5% siete años después. Asimismo 6 de cada 10 mujeres se considera capaz de emprender, según el Global Entrepreneurship Monitor realizado en Uruguay hace dos años.

Por otra parte, son cada vez más las mujeres que emprenden porque detectan una oportunidad de negocios que las que lo hacen por necesidad. A modo de ejemplo, en 2006 por cada emprendimiento que nacía por una oportunidad había uno que se había desarrollado por necesidad. En 2013 por cada emprendimiento por necesidad había cuatro que habían nacido por una oportunidad de negocios.

Esto tiene cierta correlación con el ciclo económico según entienden varios expertos.

Cuando el ciclo es muy malo, hay una tasa de actividad emprendedora alta, pero en gran parte por necesidad. Cuando el ciclo mejora, baja la tasa por necesidad, porque la gente consigue trabajo y deja el emprendimiento. Es así que la tasa por oportunidad suele ser más sostenible en el tiempo.

En este aspecto todavía existen diferencias respecto a empresas fundadas por mujeres y hombres. De acuerdo al Global Entrepreneurship Monitor; el 78% de las mujeres emprendía por oportunidad mientras que en el caso de los hombres el porcentaje era de 90%.

En Uruguay el 89% de las mujeres emprendedoras (unas 49.880) participan en micro y pequeñas empresas, frente a un 86% en el caso de los hombres (unos 69.360). Una diferencia importante radica en el tipo de sector en el que se enfocan. Según explicó Ortolani, las mujeres emprenden más negocios con menor potencial innovador y de escalabilidad vinculadas a servicios (54%), comercio de alimentos y bebidas (38%), y en menos medida industria y manufactura (8%).

Mientras que entre los hombres, si bien el porcentaje de emprendimientos en servicios y comercio es importante, se ven más casos de negocios de tipo tecnológico y con contenido innovador.

Entre las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) uruguayas, el 59% (86.653) son de titularidad masculina y el 41% femenina (unas 56.047. Las empresas lideradas por mujeres crecieron un 11% entre 2008 y 2013.

En referencia al nivel de formación, el estudio destaca que siete de cada 10 empresarios con posgrados son mujeres. En tanto, cuatro de cada 10 mujeres empresarias tienen estudios terciarios, mientras que el caso de los hombres esa relación es de uno cada seis.

Por otra parte, Ortolani destacó que la mayoría de las empresarias se encuentra en su etapa reproductiva. Es así que la tenencia de hijos y la mayor dedicación al trabajo doméstico dificulta la conciliación con el trabajo remunerado. Según los datos de la encuesta de uso del tiempo (INE): las mujeres destinan en promedio 36,3 horas semanales al trabajo no remunerado y los hombres 15,7 horas.

El estudio de Cidem fue realizado a partir del cruzamiento de datos provenientes de la Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Encuesta Nacional de Mipymes comerciales, industriales y de servicios publicada por el Ministerio de Industria (MIEM) el año pasado. El universo de entidades manejadas por el INE fue de aproximadamente 146.000 y el de la encuesta de Mipymes de aproximadamente 136.700.

Productos financieros.

Del total de las Mipymes uruguayas, el 66% tiene al menos un producto financiero. Casi la mitad de las empresas cuentan con caja de ahorro y un 35% utiliza una cuenta corriente. En tanto, un 17% usa cheques diferidos y un 15% realiza el pago a proveedores a través de un banco, según cifras del MIEM.

Además, entre los empresarios que no tienen este tipo de productos financieros se ha detectado más interés por poseerlos. El servicio más deseado es la cuenta corriente, seguido por la tarjeta de crédito empresarial y los préstamos de inversión en tercer lugar.

Por otra parte, la situación financiera del sector se encuentra estable, tanto en facturación como en los activos de cada empresa. Los empresarios del sector mantienen un clima de moderado optimismo respecto a los resultados que obtendrán en los próximos tres años, aunque existen algunas opiniones negativas en las microempresas, sobre todo las radicadas en los departamentos del interior,.

Programa que da apoyos

En la actualidad el programa "Más emprendedoras" de Endeavor Uruguay promueve y apoya el desarrollo de empresas lideradas por mujeres con el objetivo de que los emprendimientos femeninos sean más competitivos.

El programa creado por Endeavor es financiado por el Fondo Multilateral de Inversiones ( Fomin) que pertenece al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y sub ejecutado por la Organización de Mujeres Empresarias del Uruguay (OMEU).

Por medio de esta herramienta se ofrece asesoramiento personalizado a las mujeres que lideran sus empresas para fortalecerlas, lograr que incrementen sus ventas y generen puestos de trabajo.

El programa que comenzó a funcionar en 2013 y se extenderá formalmente hasta fin de este año dispone de fondos por US$ 1 millón para brindar apoyo a unas 1.300 mujeres.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Siete de cada 10 empresarios con posgrados son mujeres. Foto: Archivo El País

Financiamiento, aversión al riesgo, falta de seguridad son alguna de ellas

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