Paraguay prevé emitir un nuevo bono de deuda externa probablemente en el segundo semestre del 2015 para financiar obras de infraestructura, dentro del plan del gobierno de mantener una presencia continua en los mercados de capitales, dijo ayer el ministro de Hacienda, Santiago Peña.

Las declaraciones del funcionario en una entrevista con Reuters coinciden con el anuncio de la agencia Fitch de subir la calificación crediticia de Paraguay a "BB" desde "BB-", destacando el ritmo de crecimiento de la economía y su capacidad para enfrentar choques externos. [nL1N0V82JM]

"Tenemos la intención de tener una presencia continua en el mercado de capitales internacional (...) con colocaciones cada año, año y medio", manteniendo a su vez "dinámico el mercado interno para generar una curva de referencia para el sector privado", sostuvo Peña.

"Si el ritmo de ejecución de las obras es más acelerado del que hayamos estimado, probablemente tendríamos que pensar en una emisión para la segunda mitad del año para financiar las obras que se quieren hacer en el 2015 y encarar las del 2016", dijo.

Peña asumió el cargo hace tres semanas, tras la sorpresiva renuncia de Germán Rojas, con el compromiso de continuar la política de estabilidad de su antecesor. Con 36 años, el exdirector del Banco Central se convirtió en el ministro más joven del gabinete del presidente derechista Horacio Cartes.

El plan del gobierno de Cartes es emitir unos US$ 2.500 millones de deuda externa durante los cinco años de su mandato que comenzó en agosto del 2013 y Peña dijo que seguirá manteniendo esa línea.

El país sudamericano que exporta soja, electricidad y carne vacuna realizó una exitosa operación en agosto del año pasado en la que colocó US$ 1.000 millones a 30 años, con un rendimiento de 6,10%.

Su debut en los mercados fue en enero del 2013 con un bono por US$ 500 millones a diez años.

Fitch dijo que a pesar de la reciente caída de los precios internacionales de la soja, el sector agropecuario mantenía altos márgenes de rentabilidad, bajo apalancamiento y capitalización adecuada, lo que mitigaba el potencial de efectos secundarios negativos para el resto de la economía.

Y agregó que espera que el país mantenga un nivel de crédito externo neto y reservas internacionales suficientes para cubrir más de cinco meses de pagos de deuda externa en 2015-2016.

"(La calificación) forma parte de la caja de herramientas que tiene Paraguay por haber hecho bien las cosas en el pasado y que le da espacio para poder continuar contrayendo deuda", dijo Peña.

El Banco Central paraguayo proyecta un crecimiento del PIB paraguayo de 4,5% en el 2015, una cifra que el ministro estima se mantendrá pese a la caída del precio de la soja y previsiones de menores exportaciones de carne vacuna a Rusia, su principal mercado.

Analistas estiman una merma de casi US$ 1.000 millones en exportaciones este año.

"En producción de granos estaríamos en términos muy cercanos a los del año pasado (...) ha habido una pequeña devaluación (de la moneda local frente al dólar) para compensar esos menores ingresos y también estamos viendo una mayor diversificación de los mercados de la carne", dijo Peña.

La producción de soja alcanzó los 9,3 millones de toneladas en el ciclo 2013/2014.

Sobre futuros cambios en la estructura tributaria del país, uno de los de menor presión de Sudamérica, el ministro rechazó la posibilidad de gravar la exportación de granos por considerar que desalienta la inversión en el sector.

"No es recomendable un tributo a la exportación de granos ni cualquier tributo de exportación. Los impuestos tienen que gravar la renta", dijo Peña.

A diferencia de su vecino Argentina, Paraguay no aplica retenciones a la soja. La administración tributaria inició hace poco más de un año una reforma del impuesto a la renta agropecuaria para incorporar a más contribuyentes, que avanza a pasos muy lentos.

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