Tras conocer el dato de inflación de septiembre, el Pit-Cnt considera que las previsiones hacia el futuro "no son buenas" en materia de precios de no surgir nuevas medidas que combatan la suba.

Los trabajadores sostienen que los agentes económicos "ante una crecida inflacionaria tienden a reproducir esos comportamientos" y "se previenen de aumentos de costos con remarcación de precios". Además, "la desaceleración económica tiende a fortalecer los comportamientos inflacionarios de los empresarios" porque en "contextos de más bajo crecimiento, la masa de ganancias se reduce y pasa a tener relevancia la tasa de ganancia y sobre ella se actúa con aumentos de precios".

En ese escenario proponen la creación de un acuerdo voluntario de precios a un año que pueda tener ajustes.

El acuerdo, según un documento elaborado por el Instituto Cuesta Duarte al que accedió El País, sería voluntario para cadenas de comercialización, importadores y productores. El elemento principal, consideran, es la atracción de clientes a los comercios o marcas que lo integren.

"Los acuerdos buscan dar precios de referencia. Por lo tanto, es importante que los productos elegidos para la canasta sean representativos para los consumidores, de modo que puedan otorgar señales sobre cuáles son los precios razonables a pagar, no solo en dicho producto sino también en aquellos sustitutos cercanos", sostiene. La idea es fijar precios en carnes, pan, cereales, frutas, verduras, aguas y otras gaseosas, leche, queso, huevos, café y azúcar. Sin embargo, afirman que "a medida que avance el proceso es necesario incluir necesidades específicas como por ejemplo productos para celíacos, productos light".

Para lograr el impacto deseado, consideran que se deben "fijar criterios de presencia en góndolas principales y compartirlas con productos con precios no acordados".

Previendo la reticencia de los empresarios considerando que el acuerdo es de largo plazo, los trabajadores proponen que el acuerdo contemple un "sistema de ajuste de precios" durante la vigencia, el cual "deberá tomar en cuenta la evolución de los costos de los insumos con los que se producen los bienes de la canasta".

Entre los empresarios a priori no hay clima para avanzar en este sentido ya que consideran que el contexto es volátil.

Hasta septiembre rigió el último acuerdo alcanzado entre gobierno y privados y que mostró sus efectos en ese mes. Según un relevamiento del Ministerio de Economía, en la primera quincena de septiembre se verificaron aumentos de precios si se lo compara con igual lapso de agosto, pero la canasta se abarató.

El relevamiento tomó en cuenta 209 establecimientos comerciales de todo el país y datos de 153 productos/marcas representativas de 62 artículos de almacén (alimentos, bebidas, cuidado del hogar y cuidado personal).

El resultado fue que un grupo de 86 productos mostró aumentos en promedio de 1,92%, siendo el incremento máximo de 15,15%. Por otra parte, un grupo de 62 productos presentó reducciones de precio en promedio de 2,21% siendo la máxima reducción de 13,31%.

En este sentido el costo de una canasta de alimentos y bebidas representativa del consumo mensual de 24 productos se ubicó en $ 3.937,6 y mostró una baja de 0,90% respecto al valor registrado en la primera quincena de agosto ($3.973,3).

Según el Ministerio de Economía "esta reducción en el valor de la canasta está influida por el acuerdo de precios realizado a partir del mes pasado. Los efectos del acuerdo en el mes de Septiembre fueron mayores que en el mes de agosto".

Anticipa que firmas remarcarán valores de productos al alza