La semana pasada fue la más caótica del año en términos de abastecimiento eléctrico en Argentina. El martes, por caso, más de 150.000 hogares se quedaron sin luz. Y el jueves la demanda alcanzó un nuevo récord en el vecino país.

Llegó hasta los 25.595 megavatios (MW) a la hora 15:15, según datos de Cammesa, la compañía que administra el mercado eléctrico mayorista en Argentina.

Así, el gobierno de Mauricio Macri debió apelar a importar electricidad de sus vecinos para poder abastecer la demanda. La lista la encabezó Brasil, desde donde llegaron 700 MW, y continuó con Uruguay, que aportó otros 400 MW. Ambos ya habían exportado electricidad a la Argentina durante la gestión kirchnerista. La nota la dio, sin embargo, el refuerzo de 150 MW que envió Chile.

Una historia similar se repitió un día después, el viernes. La ola de calor llevó aun más arriba la demanda, que volvió a alcanzar un nuevo récord (esa vez fueron 25.628 MW a la hora 14:25) y obligó a nuevas importaciones: 491 MW de Brasil, 419 MW de Uruguay y 144 MW de Chile. A esos países se sumó Paraguay, al que también se le compró energía, aunque en menor medida. El número es mayor si se considera la porción de Yacyretá que corresponde a ese país, pero por un acuerdo le vende casi toda su producción a la Argentina.

Salvo con Chile, el gobierno de Macri estima compensar esos envíos con exportaciones.

Bolivia, que ya ofreció sus servicios, podría en el futuro sumarse a la lista de exportadores hacia el país.

Un informe de Cammesa, la compañía que administra el mercado eléctrico mayorista, estima que esta semana la situación será mejor a la anterior debido a que las temperaturas serán más bajas, al igual que la demanda residencial, principal motor del consumo de luz en el verano.

De hecho, la Administración del Mercado Eléctrico (ADME) —el órgano que gestiona el mercado en Uruguay— señaló en su programación para esta semana que "no se espera que Cammesa compre térmico durante" la misma.

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