catastrofe
Auguran grandes pérdidas debido a la destrucción en infraestructura que vivieron sus ciudades y aeropuertos
Las islas del Caribe se aproximan a pasos agigantados a la temporada turística; sin embargo, sus habitantes saben desde ya que este no será su mejor año. A causa de los daños causados por el paso de los huracanes Irma y María en el pasado mes de septiembre, los caribeños ya auguran grandes pérdidas debido a la destrucción en infraestructura que vivieron sus ciudades y aeropuertos.
Si bien aún es pronto para estimar los daños en la industria turística, desde el departamento de economía del Banco de Desarrollo del Caribe aseguran que los efectos de ambos eventos climáticos -incluso si suponen la caída de un 1% en los turistas que lleguen a la zona- significarán la pérdida de US$ 138 millones que podrían haberse gastado en la región, los que a largo plazo se transformarían en una baja de US$ 214 millones en el PIB del Caribe.