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Carne brasileña acentuará su competencia en China

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Foto: Archivo El País.
Frigorifico Carrasco, foto Ines Guimaraens, Archivo El Pais, nd 20080215, hombres trabajando con reses
Archivo El Pais

Importadores forzarán a bajar precios porque Uruguay va quedando caro.

China elevó un 34,2% el volumen de carne bovina y menudencias importadas de Uruguay en 2015, reafirmando su lugar como el principal comprador de carne local, pero el menor crecimiento económico previsto y la devaluación del yuan frente al dólar, abren algunas interrogantes en las compras para 2016, una vez pasado el Año Nuevo Chino (en febrero). En 2015 compró 13.891 toneladas de carne bovina peso canal cuando en 2014 había importado 10.348 toneladas peso canal.

De la mano del mayor volumen importado, la facturación creció el año pasado 43,5%; fueron US$ 598.802.000 frente a US$ 417.000.000, según los datos estadísticos del Instituto Nacional de Carnes (INAC).

En este mercado, más allá del volumen creciente de ventas, Uruguay tiene mucho para crecer de la mano de la exploración de nichos étnicos —básicamente en carne ovina—, así como con el ingreso de productos envasados especialmente para el mercado y la gastronomía hogareña y comercial de China, salteando al intermediario y entrando directamente a las góndolas de los supermercados. También queda mucho trabajo para acentuar la marca Uruguay frente a competidores como Australia, Estados Unidos y Brasil.

El broker uruguayo Daniel Castiglioni, principal de CastiTrader, instalado en el mercado, contó a El País cómo está incidiendo el ingreso de Brasil al canal formal de importación de carne de China y reconoció que hay empresarios asiáticos muy interesados en invertir en la industria cárnica uruguaya, no sólo para asegurarse el precio, sino también la materia prima.

—¿Cómo evalúa el cierre del año en cuanto a importaciones?

—En volumen cerró muy bien, como venía sucediendo en los últimos años, pero todavía en 2015 cerraron un poquito mejor los números. Hubo dos partes del año bien claras. La primera parte tuvo una demanda fuerte y precios altos. Ya sobre finales comenzó una caída en los precios. La demanda se sostuvo, pero cayeron los valores. Desde agosto en adelante el mercado comenzó a bajar los precios y los chinos salieron a comprar más barato.

—¿Eso se debió a la habilitación que logró la carne bovina brasileña en ese mercado?

—El ingreso de Brasil afectó bastante a la carne uruguaya. Con la entrada de carne brasileña los precios se cayeron, porque grandes compañías como JBS —principalmente—, Minerva y Marfrig salieron con un montón de carne a precios muy bajos, favorecidos por la devaluación del real. Esas empresas pagan el ganado en reales y exportan en dólares con precios muy por debajo de los que estamos acostumbrados a ver en el mercado de China.

—¿Cuáles son las perspectivas para 2016?

—La demanda china comenzará a mostrar mayor actividad sobre fines de febrero pasado el Año Nuevo Chino. Eso será clave para ver qué pasa el resto del año. Pienso que la demanda continuará sostenida, pero el gran tema será los niveles de precios que los importadores chinos van a querer pagar por la carne. Para eso vamos a tener que ver cómo funciona el mercado interno en China, donde el consumo, hasta el momento venía muy lento.

—¿Prevé que Brasil hará una competencia más fuerte aún ayudado por una devaluación adicional de su moneda?

—Si Brasil sale a vender en China con los precios a los que vendió en la segunda mitad de 2015, Uruguay se va a ver forzado a bajar los precios para poder vender, como ya pasó a fines de 2015, donde la industria uruguaya se vio inducida a bajar valores porque precisaba vender o quedaba fuera.

—¿Cuáles cree son los desafíos que tienen las carnes uruguayas en el mercado chino?

—Precisa ser más competitiva en China. Ya no estamos solos en el mercado y hay una cola de gente que está buscando entrar para vender su producto. Hoy día hay algunos participantes en la competencia pero habrá más en el futuro.

—En esto Uruguay tiene la ventaja de vender por el canal formal mucho antes que sus competidores y los importadores conocen las ventajas de su producto. ¿Es suficiente eso como para mantener un liderazgo?

—Está bien valorada la marca Uruguay pero hay que seguir insistiendo, principalmente en su valor. Por otro lado, creo que Uruguay está hoy en una posición de agregar valor a sus productos para poder diferenciarse de todos los productos que llegan a China desde otros orígenes. La idea es salir del commodity y apostar a otros nichos de más alto valor o apuntar a cortes procesados.

—¿Por ejemplo?

—A ciertos cortes se les puede empacar de una cierta manera para el uso doméstico. Eso implica saltearse una fábrica y entrar directamente a las góndolas de supermercado en China. Esa es una posibilidad. No es fácil, pero creando un plan de trabajo se puede lograr.

—Los empresarios chinos están mirando cada vez más al Mercosur y buscan asegurarse la materia prima invirtiendo en la industria frigorífica regional. En Argentina tienen algunos frigoríficos y en 2015, en Uruguay, desembarcaron con la compra de Frigorífico Rosario. ¿Hay posibilidades de nuevas inversiones en Uruguay? ¿Recibió consultas?

—Creo que la tendencia de empresarios chinos interesados en comprar un frigorífico en el Mercosur se va a mantener. Me han consultado algunos grupos de inversores que apuntan a invertir en la industria cárnica uruguaya. Son capitales que se van por el mundo. Se ve en otras industrias o en bonos de país como Estados Unidos: los empresarios chinos están saliendo al mundo a invertir. El gran tema es que tienen que aprender del negocio, porque tienen el dinero pero no conocen cómo se maneja el negocio. Hay que ver cómo evoluciona el grupo chino que compró el Frigorífico Rosario.

—Más allá de la carne comentaba que hay interés por otros productos ¿hay posibilidades de incrementar la venta de leche en polvo y otros lácteos?

—El mercado de lácteos sigue muy lento. Se activó un poco antes de fines de 2015, pero se mueve muy lentamente. No es lo que fue hace un par de años. Hay una mayor incidencia de Nueva Zelanda en el mercado chino y en productos como leche UHT (leche larga vida) o quesería están muy fuerte los europeos. En las góndolas de los supermercados de China, la mayor parte de los productos que se ven son de origen europeo. Con la falta de Rusia en el mundo, todo precisan colocar sus productos y se volcaron hacia China. Hubo mucha oferta y eso hizo bajar los precios. Uruguay está quedando caro o en el límite respecto a otros proveedores.

—Más allá de China hay otros destinos que si bien no comprarán los volúmenes que los frigoríficos colocan en China, pueden ser un gran desahogo ¿qué posibilidades hay de concretar negocios cárnicos con Vietnam?

—Estuve en algunas reuniones con importadores vietnamitas y he visto mucho interés por lácteos. Falta información sobre Uruguay en ese mercado, pero están abiertos a conocer los productos y probarlos. En materia de carne hay demanda, es mucho menor que China y lo veo como alternativa para plantas no certificadas para exportar a China.

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Foto: Archivo El País.

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