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Carne que se consume en el mercado interno tiene su mejor nivel en años

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Uruguay es conocido en el mundo por la calidad de la carne que produce, en el marco de un sistema pastoril, a cielo abierto, donde las hormonas y los antibióticos, usados como promotores de crecimiento, están prohibidos por ley.

Si bien apunta a la exportación y tiene el privilegio de vender cortes en Estados Unidos, Corea del Sur, Unión Europea, México, China y otros mercados de alto potencial, el mercado interno es por demás importante. El año pasado, el consumo interno demandó un total de 157.593.671 kilos peso canal, según los datos estadísticos del Instituto Nacional de Carnes (INAC) y la ingesta per cápita de carne bovina fue de 58,6 kilos al año.

Los grandes avances en la producción de carne, el peso genético de las distintas razas, hacen que el consumidor del abasto y el que está del otro lado del mundo, consuman cortes con mayor sabor y terneza. Pero, hay momentos específicos como el actual, donde la calidad de carne en la carnicería y supermercados uruguayos aumenta, producto de una mayor faena de animales terminados a granos durante los últimos 100 días de su vida. Ahora el consumidor tiene al alcance de la mano una de las carnes más tiernas y sabrosas que ha podido disfrutar en años.

Como se da tradicionalmente en el invierno, en la medida que falta el ganado de campo y salen al mercado los animales terminados a granos, la calidad de la carne en el abasto avanza. Esto ya se ve a nivel de los mostradores, aseguró a El País el presidente de la Unión de Vendedores de Carnes (UVC), Hebert Falero.

"La carne del ganado terminado a granos se diferencia de la producida habitualmente por el ganado terminado a pasto porque tiene más grasa intramuscular, lo que hace más tierna y sabrosa", explicó Falero. Lejos de saber acerca de sus bondades, Falero asegura que los clientes, a veces, "son un poco rehaceos a comprar carne con demasiada grasa intramuscular", pero en la medida que los consumidores son orientados por los carniceros, "comienzan a interesarse más".

Los clientes de carnicerías y supermercados, prefieren carne más magra, aunque sea más dura. "La carne que no tiene nada de grasa tiene más posibilidades de ser más dura, porque proviene de un animal flaco o más maduro, que un animal joven terminado previo a la faena con una dieta a granos", dijo el presidente de la Unión de Vendedores de Carne a El País. "La terneza de la carne está muy proporcionada con la cantidad de grasa que se tiene", indicó.

Consumidores acceden a cortes más tiernos y sabrososPABLO ANTÚNEZ

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