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De la emoción de Reilly a los apuntes de Tabaré Aguerre

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Aplausómetro. Reilly recibió 25; el ministro tan sólo dos. Foto: Ariel Colmegna.

A diferencia del año pasado no se hicieron elogios entre ambos.

El acto de cierre de la Expo Prado finalizó con un cuadro de actuación y danza, a cargo de integrantes de agrupaciones folclóricas de diferentes colectividades y bailes tradicionales del país, rememorando a aquellos inmigrantes que a lo largo de la historia llegaron al país en busca de una tierra que les permitiera asentarse, desarrollarse y criar a sus hijos. Y junto a ellos, la caballería gaucha tradicional que le pone el punto final a la ceremonia, esta vez destacando a jinetes de Dolores, a poco más de cinco meses del tornado que arrasó la ciudad y segó vidas a su paso, donde precisamente todos los años se lleva a cabo la Fiesta Nacional del Caballo.

Las ceremonias le pusieron color y emotividad a un acto que se inició con discursos del dueño de casa, el presidente de la Asociación Rural del Uruguay, y del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, que a diferencia del año anterior -cuando el Secretario de Estado dijo que había escuchado de Ricardo Reilly Arrarte "el mejor discurso de un presidente de ARU en la historia"-, dejó en el aire una suerte de enfrentamiento entre una oratoria que puso énfasis en lo que no se hizo y lo que se está haciendo mal, y otra que lamentó que se hablara solo del medio vaso vacío cuando el restante medio sigue lleno.

Reilly se emocionó hasta quebrarse cuando dijo que el que estaba dando era su último discurso desde cargo que dejará en manos del Dr. Pablo Zerbino Vanrell el mes próximo, y Aguerre dejó de lado el texto impreso que tenía para leer y utilizar sólo los apuntes que fue tomando mientras hablaba el dirigente.

El discurso del presidente de ARU recibió 25 fuertes aplausos, en los 35 minutos que duró. Sus críticas fueron respaldadas por prácticamente toda la tribuna, salvo por el ministro Aguerre, su par Víctor Rossi y el Intendente de Montevideo Daniel Martínez, así como por otros jerarcas de Ganadería del gobierno también presentes. Tampoco lo saludaron, salvo Aguerre, cuando finalizó con el "Muchas gracias" de punto final.

Por el contrario, Aguerre recibió aplausos de todos esos funcionarios dos veces, en un discurso que, para sus antecedentes, fue llamativamente breve, porque usó de la palabra durante 25 minutos, improvisando basado en sus notas. Aguerre recibió el saludo de su gente, y después del propio Reilly.

Y si pareció que quedaron molestos, tras el inicio del desfile de Grandes Campeones donde cada uno miró para su lado, cuando llegó el momento de los ovinos pasando frente al Palco se volvieron a dirigir la palabra. Serios, cada uno por hablando sin mirar al otro, el diálogo fue de frases cortas y de ida y vuelta. Cuando el Ministro se percató de que había cámaras enfocándolos, sonrió.

Las dos horas y media de la ceremonia lo tuvieron todo: emoción, reflexión, calor y color. Porque hasta el cielo, en un año que los uruguayos recordaremos como el de más días nublados que se recuerde, tuvo distintas gamas de gris, como pocas veces se ha visto.

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Aplausómetro. Reilly recibió 25; el ministro tan sólo dos. Foto: Ariel Colmegna.

EL ACTO DE CIERRE DE LA EXPO PRADO

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