Llevaba dos años sin que la tonelada llegara a US$ 400.

La tonelada de soja trepó a valores que no alcanzaba desde hace dos años, incrementando las ventas de futura cosecha, por la que también se están obteniendo valores cercanos a US$ 400 por tonelada. El valor de la oleaginosa es el motor que mueve a la agricultura y la ganadería de carne en Uruguay, influyendo fuerte en el ánimo del productor y en sus inversiones.

El broker Fernando Villamil, principal de Agrosud, explicó a El País que las subas de precios se deben a la confirmación de ajuste de existencias finales, tanto en Estados Unidos como en el mundo. "Todo eso da otro marco a la formación de precios y expectativas de mayor viabilidad", agregó el operador.

En su análisis argumentó que "la nueva caída en la estimación de la producción mundial va a generar existencias muy bajas" y eso determinará "una nueva recuperación de precios".

Las existencias son bajas respecto a los dos años anteriores y cualquier caída en la producción mundial de la oleaginosa, "determinará una relación oferta-consumo muy ajustada. Eso es un sinónimo de volatilidad de precios", agregó el operador.

En estos días, algunas noticias sobre falta de humedad en los cultivos de soja en determinadas zonas de Estados Unidos, la fortaleza del consumo frente a la demanda, las compras de China que está llevándose el volumen previsto, la baja de existencias y la fortaleza de las exportaciones de Estados Unidos, fue lo que generó la movida de precios y los signos de firmeza que está mostrando el mercado mundial de granos.

"Todo eso genera un escenario muy diferente al de años anteriores —principalmente 2015 y 2014— , con una volatilidad y una expectativa importante sobre la valorización de la soja", dijo el principal de Agrosud.

La soja en Nueva Palmira —principal terminal granelera uruguaya— cotizaba entre US$ 415 y US$ 420 por tonelada, confirmó Villamil a El País, eran valores que no se veían desde hacía dos años.

La buena noticia es que el actual repunte de los precios y la firmeza que hoy muestra el mercado de la oleaginosa está generando que también haya precios atractivos para las ventas de soja correspondientes a la próxima cosecha. "Los precios para las ventas anticipadas de la zafra que viene están entre US$ 380 y US$ 390 por tonelada", adelantó Villamil.

El panorama para soja cambió radicalmente y "posiblemente esto tenga arrastre para la agricultura en general, ofreciéndole un soporte interesante para el trigo", agregó.

De la cosecha pasada, según las estimaciones del principal de Agrosud, estaría quedando alrededor del 15% y a diferencia del año pasado, las ventas anticipadas de esta zafra fueron muy pocas, pues con precios deprimidos los agricultores no mostraban interés por comercializar sus granos.

La cosecha uruguaya tuvo algunos problemas en lo que fueron sojas de primera, que fueron las más afectadas por el clima y a diferencia de años agrícolas anteriores abarcaron ahora el 70% del área plantada, cuando en realidad eran el 50%. En la otra vereda, las sojas de segunda no mostraron problemas y tuvieron mejores rendimientos al momento de la cosecha. En general, los rendimientos no fueron tan malos como se esperaba en algunas zonas para las sojas de primera, salvo en Treinta y Tres y Rocha que estuvieron bajo agua, deteriorando granos y en muchos casos haciendo perder cultivos enteros. El área de soja a nivel país estuvo rondando 2,1 millones de hectáreas.

La industria molinera argentina volvió a importar trigo uruguayo. Ya ingresaron 290 toneladas por Colón, según publicó el diario Clarin en base a declaraciones de Guillermo Rossi, analista de la Bolsa de Cereales de Rosario. Hacía 43 años que los molineros argentinos no compraban trigo en Uruguay. La última vez que entró trigo al país vecino fue en 1973 desde Estados Unidos, con casi 500.000 toneladas. Hace unas semanas, el presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), Diego Cifarelli, admitió que, por las pérdidas de calidad en la última cosecha y un atraso en las ventas por parte de los productores, que estaban abocados a recolectar la soja, Argentina podría necesitar importar trigo. En FAIM dijeron, además, que el cereal iba a ingresar a modo de "prueba" para observar su calidad. En la cosecha pasada, la proteína contenida en el grano de trigo cayó de niveles del 11% a 8%-9%. En tanto, en lo que va del año los molinos compraron 2.129.200 toneladas del cereal, un 30% menos que a igual fecha de 2015 (3,04 millones de toneladas). Este primer ingreso es de bajo volumen, pero abre un camino promisorio.

SUBA DE VALORES