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"Gobierno de Mujica fue el peor de la historia"

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"El poder sindical es el que gobierna, y condiciona el futuro", afirmó Zambrano.
Nota a Gerardo Zambrano, rematedor uruguayo Presidente de Zambrano y Cia Servicios Agropecuarios, ND 20151223, foto Ariel Colmegna
Archivo El Pais

El empresario agropecuario y director de Zambrano & Cía., dijo sentirse desilusionado con lo que va del Gobierno del presidente Vázquez pues consideró que “quien manda es el poder sindical, comprometiendo el futuro del país”.

Si bien destacó que “por lo menos ahora no hay dos ministerios de Economía, como en el gobierno anterior, no se ha hecho nada por bajar el costo del Estado y eso es nefasto”. Instó a que los políticos se unan en temas comunes “no pensando en los votos sino en el país”. En lo agropecuario se mostró preocupado con la posición del presidente de INAC sobre la exportación de ganado en pie hacia Argentina.

—¿Qué le parecieron estos primeros meses del gobierno?

—Lamentablemente las malas predicciones de mis comentarios de años anteriores se han concretado prácticamente todas (ver recuadro), incluyendo un enfrentamiento y una división dentro del Frente Amplio que recién empieza.

—¿Por qué lo dice?

—Porque después que pasan y se dicen las cosas que se dijeron entre Mujica y Astori, arreglar esas relaciones, que ya venían con diferencias de gobiernos anteriores, parece inviable. Más cuando detrás de cada uno hay gente que opina igual y da manija en contra del otro grupo.

—¿Entonces cuál es el balance de este 2º período de Vázquez?

—Una desilusión clara, porque frente a un buen comienzo en decisiones que se tomaron por ejemplo para formar el nuevo gabinete, marcando la cancha en forma lógica por quien ganó las elecciones, luego no se cristalizó en acciones. Y además le han doblado el brazo a Vázquez en decisiones tomadas. Un presidente que en su primer gobierno hablaba poco y mandaba mucho (distinto a lo que fue el gobierno de Mujica, donde se hablaba mucho y se mandaba poco). Pero en estos primeros meses de Vázquez, no sólo no habla, sino que tampoco manda… Eso es lo más preocupante porque confirma que las alas radicales y extremas (MPP y comunistas), son los que gobiernan más allá de las decisiones del presidente y su equipo. Eso es una preocupación que de no corregirse será otro gobierno para el olvido.

—¿O sea que no le ha conformado la gestión?

—Es que no entiendo cómo Tabaré Vázquez aceptó la candidatura sabiendo que no iba a poder concretar las cosas que pensaba y que iba a estar condicionado, o sumiso, a la voluntad parlamentaria. La duda de la candidatura de Vázquez estuvo sobre la mesa, lo convencieron, pero cuando uno acepta sin muchas ganas, debería condicionar su candidatura por el riesgo que ello tiene.

—¿En qué sentido?

—Recordemos que tomó al país creciendo en el 2005 (saliendo de la crisis), agarró una bonanza espectacular, con un desarrollo fantástico y manteniendo políticas económicas viejas, tratando de buscar un equilibrio y de aprovechar lo que venía de afuera. Y terminó con un gobierno en auge, con buena popularidad. Entonces, alguien que arriesga eso en un segundo período demuestra que el poder atrae, ya que Vázquez es una persona muy rica y con una edad avanzada, por lo que no tenía necesidad.

—¿Le adjudica toda la responsabilidad?

—Claro. Vienen de dos gobiernos del Frente Amplio y con mayorías parlamentarias, o sea que no debería haber excusas. En definitiva la responsabilidad recae, como debe ser, sobre el que manda: tanto en el país, en una compañía o en una familia. Todo ese combo, en el que incluyo al poder sindical, no es bueno para el país.

—¿Poder sindical dijo?

—Sí, el poder sindical es quien gobierna hoy y condiciona el desarrollo y futuro del país. Es una realidad, hemos visto al Pit-Cnt haciendo proyectos de ley para presentarlos a los representantes en el Poder Legislativo. Y hemos visto que el poder sindical ha hecho cambiar las cosas, como la esencialidad de la educación por ejemplo, un papelón para el presidente Vázquez.

—¿Y qué puede pasar?

—En la medida que el presidente no pueda realizar lo que realmente piensa y cree va a perder esa aprobación que tuvo en el primer período de gobierno (algo ya se ha reflejado en encuestas recientes). Por eso digo que es increíble cómo pudo haber aceptado la candidatura. Sólo se justifica si se piensa que el poder evidentemente, atrae.

—¿Qué piensa del rumbo económico del gobierno?

—Por lo menos no hay dos ministerios de Economía como en el anterior gobierno. El tema de los costos nos desbalancea frente a las economías regionales. Involucran el precio de los combustibles, la carga impositiva y la falta de infraestructura. Tenemos un Estado carísimo que hay que pagarlo y que además va en aumento, no sólo en cantidad, sino también en ineficiencia y en burocracia. La ineficiencia pasa a ser uno de los principales rubros de los altos costos del país. Es complicado para cualquier cosa que se quiera encarar de inversiones, de productividad. Y prueba de las cosas mal hechas fue la aprobación el último día del año del decreto que modifica el cálculo de la renta fiscal base de imposición del IRAE que significó un verdadero "fiscalazo" para las empresas,

—¿Qué le pareció cuando el ministro Astori reconoció que encontró el país peor de lo que imaginaba?

—Y sí, es algo que se viene arrastrando e involucra muchas cosas, como el tipo de cambio y decisiones del gobierno en gastos que tienen que surgir de la recaudación. No nos podemos olvidar que el gobierno de Mujica (tras una década de bonanza) termina con un déficit fiscal similar al del gobierno de Batlle (saliendo de la crisis). Eso es una mala administración sin dudas.

—Insiste en el gobierno de Mujica, ¿tan malo lo cataloga?

—Sin dudas quedará para la historia como el peor gobierno que tuvo y tendrá el país. Siempre defiendo al Dr. Batlle (Jorge) por salir de una crisis ayudado por su imagen, su credibilidad, con su carácter especial para conseguir el aporte de EE.UU. y evitar entrar en un "default" que el FA y Tabaré Vázquez pedían que se hiciera, lo que hubiera sido lapidario para un país chico como Uruguay. La gente no debe olvidarse de esas cosas. Cuando Batlle entregó el gobierno el país ya venía creciendo. A diferencia de eso, el gobierno de Mujica tomó un país en crecimiento, tras cinco años muy buenos a nivel internacional, un país enriqueciéndose y todo el despilfarro y lo que se dilapidó a nivel económico, fue por decisiones mal tomadas que hoy estamos pagando y seguiremos haciéndolo por varios años. Pero no fue sólo lo económico, que vaya si es importante, hay algo peor aún.

—¿Por qué lo dice?

—Por la degradación en lo social. Mujica es un hombre que estuvo siempre buscando la división de clases, que apostó a la "educación, educación, educación" y no sólo no hizo absolutamente nada al respecto, sino que el deterioro fue mayor por la participación de los sindicatos dentro de algo muy sensible. La división de clases es algo muy difícil de recuperar y condiciona el futuro a nuestros nietos y las nuevas generaciones. El rumbo no es por el camino del populismo, ni el del sindicalismo, sino el de tratar de buscar desarrollo y riqueza para que todos los uruguayos sean ricos, y no la apuesta del Sr. Mujica que quiere que todos seamos pobres y vivamos como él. Nunca me sentí representado por una figura que apostó a su ego personal para la inserción de su imagen internacional, no me explico cómo, pero lo logró, y le ha hecho un daño al país difícil de revertir. Porque todo el poder sindical que hoy gobierna este país fue provocado por el Sr. Mujica, y los problemas más importantes de las empresas públicas se dan porque durante su mandato ordenó que se hicieran las inversiones sin medir por qué, para qué o para quién. Y son las dificultades económicas que estamos enfrentando ahora. Por eso creo que la presidencia del Sr. Mujica fue nefasta para el país y va a quedar en la historia como la peor del Uruguay. Y lo vemos ahora con Ancap.

—¿Qué opina del tema Ancap?

—Lo de Ancap realmente es el broche de oro al desastre del gobierno de Mujica. Algo absolutamente inaceptable, no le puede entrar en la cabeza a nadie en el mundo que pierda plata una empresa que es monopólica, con el combustible más caro de la región, que basa su cálculo en un petróleo a US$ 110 y que en la realidad está por debajo de los 40. Es increíble que Ancap haga inversiones donde la diferencia entre lo proyectado y lo real sean muchas decenas de millones de dólares, con rubros sabidos que son pérdidas como Alur, la cementera, etc. Pero eso, que ya es grave, no es lo peor. Lo más grave es que a quienes hicieron todo ese desastre, primero a nivel de la gerencia y luego desde la presidencia del ente, se los mantenga en el cargo. Esa es la pérdida de la batalla más grande que sigue teniendo el presidente Vázquez. Que no apoye a sus ministros y que permanezcan en sus puestos los que hicieron un desastre económico (después se verá si fue por error o no), es absolutamente impresentable. Entonces, cuando pasan esas cosas, comprobamos lo malas que son las mayorías parlamentarias. Acá nadie cae, ni aunque haga las barrabasadas más grandes.

—¿Cree que la sociedad debería reclamar más?

—El tema es que no sé si al pueblo le llega esto, es como el desastre de Pluna y lo será también Alas U. ¿Cuál es la razón de generar empresas con el único fin de dar trabajo sabiendo lo que se va a estar perdiendo? Porque no sólo es la capitalización de estas ahora, sino que se va a seguir perdiendo mucha plata. Y lo peor de todo es que el presidente haya dejado a los mismos responsables, en una demostración más de falta de mando, cediéndolo a una mayoría parlamentaria del ala radical comandada por el MPP, en la cual está Sendic. El sector de Astori es minoritario y no cuenta. Definitivamente sigue mandando la barra, los sindicatos, y le siguen torciendo el brazo al presidente. Ahora ve que administrar riqueza es mejor que administrar pobreza. Pero en esto no sólo el Frente Amplio es responsable.

—¿Cómo es eso?

—Me pregunto: ¿qué hicieron los directores de la oposición que estaban frente a una empresa como Ancap? También hay que marcarlo, porque todos pagamos y nadie es responsable. En Ancap también estaba la oposición y por más que no toman decisiones, si estoy en un lugar y veo que se hacen mal las cosas, si no estoy de acuerdo, pateo, denuncio, y si no avanzo me voy.

—¿Cómo ve al MGAP?

—El desarrollo del ministerio es correcto más allá de algunas discrepancias menores. Es correcta la gestión, pero no es- tuvo en la defensa del sector con la aplicación de determinados impuestos.

—¿Y la gestión de INAC?

—Antes era distinto con un Fratti que no era del palo del ministro como sí lo es Stanham. Pero tengo una preocupación no menor ante unas declaraciones del presidente de INAC poniendo nubarrones al referirse a la posible exportación de ganado en pie hacia Argentina, que en lo inmediato puede ser un canal importante de comercio. Oponerse a eso sería otra de las malas decisiones porque hay que estimular la producción, especialmente en la cría, sector fundamental de la cadena, porque el estímulo del criador ha sido, es y será la exportación de ganado en pie.

—¿Algo positivo que destaque de este gobierno de Vázquez?

—Dentro del gobierno actual hay líneas que se trazaron en el principio con las que estoy de acuerdo. Una clara es con respecto a la actuación del Ministerio de Relaciones Exteriores y la ascendencia que puede haber en el comercio. Siempre estuve de acuerdo, y no debería haber nadie en contra, salvo los mismos del Frente Amplio. El tema de la orientación que el ministro Nin Novoa ha dado, avalado por el presidente Vázquez, es algo que a todos nos convence en cuanto a buscar convenios bilaterales. Es lo que más me deja conforme, más allá de mi relación con el ministro Nin Novoa. Además ha sido claro en mencionar las dificultades que va a tener Uruguay en el futuro si no se producen aperturas en el mercado internacional. Ese aspecto es compartible por todos los partidos políticos y todos los empresarios con sensatez.

—Pero no todo se ha podido lograr, el ministro ha tenido dificultades también…

—Es verdad. Pienso que si no se puede llevar a cabo los temas, porque la fuerza de gobierno no lo permite o tiene oposición interna, no dejan de ser más que buenas intenciones improductivas del ministro Nin Novoa.

—Hace unos años dijo que los intendentes se habían "vendido" (sic) por el tema ICIR. ¿Qué opina hoy?

—Es verdad, lo había marcado, puntualizando sobre el ICIR, que luego se derogó. Ahora hay otra demostración, que la dio directamente el presidente Tabaré Vázquez quien le tiró a los intendentes la responsabilidad en lo que es la derogación del beneficio en la Contribución Inmobiliaria Rural, que evidentemente es un aumento de impuestos que se le pone al sector agropecuario. Si es así como dijo el presidente, y nadie lo desmintió, veo que los intendentes de la oposición también influyen por problemas económicos, con perjuicios al sistema productivo. Y se distraen de sus tareas.

—¿Por qué lo dice?

—Si uno analiza lo que son las intendencias del interior y su performance, vemos que no son distintas de lo que nos quejamos: hay aumento de funcionarios, aumento de presupuesto, aumento de costos, cero en infraestructura y cero en mejoras. Igual que lo que nos quejamos del gobierno del Frente Amplio en cuanto a trabajar más para los votos que para la comunidad o para el desarrollo del departamento. Eso realmente debería preocupar mucho.

—¿Qué opina del cambio que se ha dado en la región?

—Es una realidad que los gobiernos se definen con votos y los votos dependen de los bolsillos. En la medida en que los bolsillos estén llenos el oficialismo es el que va a dominar; pero cuando la plata de acaba, se terminan los lirismos y todo el mundo aterriza a la realidad. Acá se termina la plata y se termina el cariño incondicional a estas políticas. Pasa en las empresas y pasa en el país. En Argentina y en Venezuela, se acabó la plata y vimos lo que pasó. Y acá va a pasar lo mismo. Ahí rápidamente se terminan las ideologías extremas. Más allá de que se adjudiquen temas que son de todos.

—¿Por ejemplo?

—Hay varios que pareciera que son patrimonio de ellos y no es así. Porque me pregunto: ¿quién puede estar en contra de un plan social? Nadie. ¿Quién puede estar en contra de erradicar la pobreza? Nadie. ¿Quién puede estar en contra de la solución al trabajo? Nadie. Ningún tipo sensato puede pensar distinto. Ahora, si das plata para que la gente no haga nada y no condicionas, y le sacas la plata a los que pueden a través de impuestos y la repartes indiscriminadamente, está mal. Los planes sociales así no deberían ser, por más populismos y votos que atraigan, porque eso se termina. La riqueza hay que crearla y después ver cómo se reparte. Acá estuvo la riqueza y se repartió mal. Es la triste realidad de lo que ha pasado y nos ha llevado a perder la década histórica a nivel de crecimiento como país.

—¿Qué proyecta para el futuro del Uruguay?

—Soy optimista por naturaleza, pero hoy no ser realista sería malo. Hay dificultades y serán importantes las decisiones que se tomen, el control del gasto por ejemplo, pero no creo que se haga en este período de gobierno. Al igual que pasa en la agropecuaria, el problema es mucho más interno que externo por más que se supone que las cosas que pasen ahora van a estar en contra de ese viento que nos favoreció. Además creo que se debería hacer un llamado a la oposición para que aporten ideas distintas, que impulsen planes en común que sean reales y concretos. Que los políticos dejen de pensar en sí mismos y piensen en el país. Entonces mi optimismo es por carácter, pero si me rijo por el análisis y las perspectivas, no soy tan optimista. Hay que trabajar mucho, más que nunca, hay que ser cuidadoso más que nunca, y hay que ser paciente más que nunca porque, por más que haya en algún momento ganas de cambiar, estas cosas malas que le están pasando al país como el populismo, el sindicalismo y esa mentalidad de empobrecer y no educar, nos están llevando a un destino complicado. O sea que hay mucho para arreglar, pero no veo voluntad y no hay plata para hacerlo. Y cuando se acaba la plata, en general se acaba el amor por estas causas. Las cosas no van a ser fáciles.

"Políticos deberían ver más a los empresarios".

En el ejemplo de Macri que Ud. menciona, hay empresarios. ¿También debería ser así acá?

—En la Concertación se identifica a Novick, un empresario exitoso y que está dedicando su tiempo y su disponibilidad a algo en lo que cree. Por eso tiene el apoyo que tiene y sacó los votos que sacó. Un outsider que da expectativa de algo distinto. La gente no quiere que sigan radicalizados los que están a la cabeza de los partidos. Y no se trata de Novick. El que sea… Los empresarios tienen que tener mayor ascendencia sobre las decisiones de cualquier gobierno. Acá se ha hecho poco, el empresario no se involucra seguramente porque no ve que tenga incidencia en lograr objetivos. Pero no veo voluntad de los políticos.

—¿En qué sentido?

—Es que se piden apoyos a los empresarios, pero tendría que llegar el día que no sea sólo desde el punto de vista económico. El político debería hacer más para entrar al empresario en serio y dejarlo involucrado.

—Dentro de ese escenario, Ud. se podría integrar a un movimiento de este tipo?

—Políticamente hablando de ninguna manera. Aclaro que los políticos son no sólo necesarios e imprescindibles, sino que admiro esa capacidad de dedicación. Ahora, deben tener una tolerancia, equilibrio y poder de negociación que no los tengo. Cuando me peleo con alguien me cuesta después, más por votos, hacer como que no pasó nada.

"Títulos de entrevistas reflejan lo que pasó..."

"Basta repasar los títulos de estas entrevistas en El País para ver que, lamentablemente, muchas cosas se confirman" (textual de Gerardo Zambrano Antón).

2010: "Se perdió el terror, pero el cuco todavía está presente".

2011: "Administrar la riqueza es fácil, pero se debe prever"/"Es difícil repartir si la plata no se genera".

2012: "El gobierno hizo un viraje peligroso para el país".

2013: "Es claro que el Frente Amplio no es capaz de gobernar ni en la bonanza"/"El ICIR es un robo, creo que los intendentes se vendieron".

2014: "Las mayorías parlamentarias no son buenas para la democracia"/"Sacarle recursos al campo es la fórmula populista para agradar a votantes del Frente Amplio".

2015: "Quiero un presidente para el país, no para el Nobel"/"El gobierno saliente profundizó una división entre clases"/"Si sacar al FA cuesta una crisis, que siga nomás…".

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"El poder sindical es el que gobierna, y condiciona el futuro", afirmó Zambrano.

Gerardo Zambrano

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