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Pastoreo racional: ¿cómo se trabaja?

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Ventajas de técnica que maximiza los tiempos productivos.

No es muy fácil explicar que trabajamos un tercio de lo que trabajábamos antes del pastoreo racional, tampoco será entenderlo.

Justamente esa errónea concepción de que al tener 200 potreros el trabajo se multiplica fue la impulsora de uno de los pilares de la investigación que llevamos adelante con más tecnologías.

Después de casi un año apuntando los minutos empleados por día al manejo racional llegamos a una conclusión que nos sorprendió hasta a nosotros...contando todas las horas de cambios de ganados, reparaciones en cercas y red hidráulica, vacunaciones, pesadas y gestión, no empleamos más que 1 hora y media en promedio.

Con razón nos sobra tiempo para escribir.

Estamos hablando del trabajo que desarrollamos en las primeras 64 hectáreas que albergan 77 potreros, todos con agua, PRV puro. Al resto del campo generalmente destinamos una mañana o la tarde, en invierno, para hacer los cambios en todas las rotaciones, 4 en total.

Sobra la mañana entera.

En ese medio día cambiamos de potrero a 500 reses en invierno o 800 en primavera, verano y otoño. Casi siempre hecho por una sola persona. Son 720 hectáreas...

De eso se concluye que además de ser un trabajo sencillo, no es cualquier trabajo, ya que se ven diariamente a casi todos los animales de cerca, los contamos, prestamos atención a algún principio de bicheras o presencia de nuestras tan amables garrapatas.

Cuando se complica la cosa por tristeza parasitaria u otra dolencia, hay que moverse más, como en cualquier manejo. La diferencia es que acá detectamos problemas antes que sucedan, a veces.

Un ejemplo claro son las bicheras, ya que muchas veces curamos queresa, no gusanos. Esta notable reducción de los tiempos de detección se ven potenciadas por un sistema de caminos que terminan siempre en el corral.

Después de abierta la portera del potrero los animales tienen dos opciones: tirarse en el eléctrico o ir al corral.

En el 99,9% de los casos, triunfa la segunda opción.

Para devolverlo al potrero bastará abrir la portera del corral...y se van solos.

Mientras lavamos el instrumental utilizado, ya llegaron al potrero. Pero el colmo en eficiencia lo está dando el repaso, nuestra rozadora biológica, los caballos.

Luego de abierta la portera del nuevo potrero nos dirigimos a la parcela en donde están, abrimos la portera, pasamos por el medio de ellos rumbo al bebedero y cuando terminamos de desconectarlo, ya van por la mitad del camino. Es así. Después de agarrarle la mano, todo es más rápido y tranquilo.

Cuanto más potreros tenga, menos trabajará.

Más informes en: www.fororural.com.uy.

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