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“La carrera de obstáculos” para mudar la residencia: ¿qué aconsejan a los argentinos interesados?

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Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Foto: Archivo
AFIP FACHADA ADMINISTRACION FEDERAL DE INGRESOS PUBLICOS, OFICINAS DEL GOBIERNO FEDERAL DE ARGENTINA afip. Desplazaron a los principales técnicos para subordinar alorganismo políticamente¶

FISCALIDAD

Profesionales del vecino país que han asesorado a clientes interesados relatan las recomendaciones. Además, cuentan la “apuesta” de algunos para evitar pagar Bienes Personales en 2020.

En el siglo XIX la rivalidad comenzó con la lucha por la supremacía comercial entre los puertos capitalinos. Luego prosiguió con disputas por alimentos y elementos de nuestra cultura —el mate, el dulce de leche y el tango, por nombrar algunos ejemplos—, así como por enfrentamientos futbolísticos.

Y hoy día podría comenzarse a escribir un nuevo capítulo en torno a la residencia fiscal, con la intención del gobierno uruguayo de que más extranjeros, en especial argentinos, inviertan en el país.

“Este es un tema que entre Uruguay y Argentina siempre estuvo. Porque el sistema tributario uruguayo es más liviano que el argentino, en particular si venís de afuera y accedes a los beneficios (para los extranjeros que se instalan en el país). Hoy el interés de los argentinos tiene que ver con un contexto y una percepción de que los impuestos acá seguirán aumentando, y que el panorama económico es desfavorable”, dijo a El País el abogado especialista en derecho tributario Santiago Montezanti, socio del estudio argentino Beccar Varela.

Días atrás el gobierno realizó movimientos buscando seducir a los extranjeros: a través de un decreto flexibilizó las condiciones para que aquellos que adquieran propiedades (o ya las tengan) o inviertan en Uruguay accedan a la residencia fiscal, y también pretende ampliar con un proyecto enviado al Parlamentola llamada “vacación fiscal” —exoneración del pago por los bienes mobiliarios en el exterior— de cinco a 10 años.

Montezanti y otros profesionales argentinos consultados por El País, coincidieron que es creciente el interés y los sondeos de clientes sobre la posibilidad de mudarse a Uruguay.

“Desde final del año pasado se han incrementado notablemente la cantidad de contribuyentes argentinos que tienen una parte importante de su patrimonio fuera, y que consultan sobre la posibilidad de cambiar de residencia, motivados principalmente por la alta presión fiscal y la última reforma tributaria”, comentó el abogado César Litvin, socio y CEO del estudio Lisicki Litvin y Asociados.

Modificaciones en los requisitos para obtener la residencia fiscal incentivan a mayores consultas. Foto: Archivo El País
Empresario cerca del retiro o el emprendedor que traslada negocios es el perfil de los argentinos que consultan para obtener la residencia fiscal. Foto: Archivo El País

En lo impositivo, lo primordial pasa porque la ley de solidaridad social que impulsó Alberto Fernández tras asumir como presidente en 2019, elevó de 0,25% a 2,25% la alícuota máxima de gravamen sobre los bienes en el exterior abarcados por el impuesto de bienes personales, “un incremento exorbitante, de nueve veces”, dijo Litvin. 

Si un contribuyente argentino se traslada a Uruguay, lo que implica una mudanza genuina advierten los especialistas, pasaría de pagar la tasa de 2,25% por los bienes en el exterior a estar exonerado de las rentas por bienes mobiliarios —intereses, dividendos de acciones, bonos o títulos de renta fija—, lo que se suma a que el país por su régimen tributario no grava las rentas provenientes de inmuebles ni de incrementos patrimoniales fuera del territorio.

“No es solo por aspectos impositivos” el aumento de las consultas, sino que también influye “el contexto general de restricción que percibe el empresario local”, dijo Leandro Passarella, especialista tributario y propietario de Passarella Abogados.

Mientras que Ezequiel Lipovetzky del estudio Bruchou, Fernández Madero & Lombardi añadió a las causas mencionadas por sus colegas la apuesta “por pasar a una vida más tranquila, con otro ritmo que al que te lleva Buenos Aires”.

Su compañero Liban Kusa, socio del Departamento de Impuestos de la firma, dijo que “muchos argentinos ven a Uruguay como una plataforma: primero cruzar el charco y desde ahí buscar alguna otra alternativa de residencia permanente o transitoria”, por ejemplo Estados Unidos.

¿Cuál es el perfil de los argentinos que consultan?

El empresario cerca del retiro o el emprendedor que traslada negocios

“Históricamente las personas interesadas en este tipo de cambio de residencia fiscal eran de 55 o 60 años para arriba, gente retirada o accionista de una compañía, que no necesita de una actuación ejecutiva en el día a día de la empresa. Ese era el target típico quizás hasta el año pasado, pero ahora se ha ampliado mucho más, y viene a consultar gente soltera o con familia de 30 años, que toman la decisión de mudarse. Y no solo empresarios sino también gente que apuesta a un cambio de vida y empezar de cero en otro lado”, explicó a El País Ezequiel Lipovetzky del estudio Bruchou, Fernández Madero & Lombardi.

En la misma línea, su compañero Liban Kusa apuntó que observaron “varios casos de jóvenes que no tienen un gran patrimonio pero toman la decisión de mudarse a Uruguay”.

El abogado Leandro Passarella sostuvo que a pesar que lo más común es recibir interés de “empresarios cercanos al retiro”, también hay argentinos que ven a Uruguay “como una plataforma para hacer negocios con el resto del mundo”.

En igual sentido se manifestó César Litvin, quien sostuvo que la mudanza desde el país vecino puede interesar a “emprendedores que puedan trasladar sus actividades sin demasiadas dificultades a un país cercano como Uruguay”. Agregó que en los casos de empresarios próximos a la jubilación, suelen tener “sus ahorros más importantes en carteras financieros en el exterior o en inmuebles para proteger sus ahorros de la alta presión fiscal” de Argentina. La forma de tributar por esos bienes en el exterior es uno de los atractivos que ofrece Uruguay.

Kusa agregó que “con los beneficios que da Uruguay”, que establecen que si hay inmuebles por más de US$ 380.000 el requisito es permanecer al menos 60 días al año en el país, “muchos piensan en tener la residencia fiscal uruguaya pero la mayor parte del tiempo pasarla en Estados Unidos” o viajando por otros países del mundo. Esto se asocia al perfil más habitual de los argentinos que consultan por la mudanza: empresarios ya retirados o que ven cercano el retiro. 

SALIDA. Passarella señaló que “cuando alguien analice hacer el cambio (de residencia) debe tener en cuenta no solo el beneficio que otorga el país de destino sino lo que hay que hacer para terminar la relación con Argentina”.

Explicó que “no es una decisión que se pueda tomar a la ligera”, porque implica que la persona debe trasladar “su centro de intereses vitales”, es decir a su familia y su vivienda permanente, entre otros aspectos.

“La relación tributaria con Argentina se corta con la ausencia en el país, ya sea porque se obtuvo la residencia migratoria (permanente o legal, distinto de la residencia fiscal) o porque se permaneció determinada cantidad de días fuera”, añadió.

“Muchos piensan en tener la residencia fiscal uruguaya pero la mayor parte del tiempo pasarla en Estados Unidos” o viajando por otros países del mundo.

Por su parte, Litvin sostuvo que “normalmente vienen contribuyentes con la idea que es muy fácil” la mudanza, pero dijo que esa creencia “se contrapone con la verdadera carrera de obstáculos que hay que recorrer para lograr la pérdida de la residencia en Argentina”. Igualmente, aclaró que si una persona “tiene la decisión tomada y hace las cosas correctamente, no debería tener dificultades”.

Litvin detalló que hay “un camino largo y uno corto” para tener la baja fiscal. El primero es “irse sin tener la residencia en otro país y recién al mes 14 se puede pedir la baja”, y el otro consiste en “ya tener la residencia permanente en otro país”.

En línea con este último camino, el gobierno uruguayo manifestó su intención de agilizar los trámites para la residencia legal, estatus que permite al ciudadano argentino no tener que esperar 14 meses para el trámite.

“Si alguien después de la cuarentena se va a Uruguay y tramita la residencia legal permanente, que le llega antes del 31 de octubre, puede pedir la baja en diciembre y así evita pagar (el impuesto a) bienes personales por su patrimonio (fuera del país) que cierra el 31 de diciembre, si no es más residente se lo ahorra”, expresó Litvin.

Subrayó que “la apuesta” de muchos ciudadanos vecinos es que “Uruguay sea expeditivo”, porque si la residencia legal la adquieren en noviembre ya pagarían el impuesto correspondiente al 2020.

Los consejos para quien desea mudarse

Costo emocional

César Litvin. Foto: El País
César Litvin de Lisicki Litvin y Asociados“El cambio de residencia fiscal es irse de verdad de Argentina. Eso tiene costos emocionales, discusiones familiares. Solo se podrá regresar al país como turista, es necesario no tener autos en Argentina, dejar tarjetas de crédito, cuentas de banco, membresía de clubes”.

Engorroso

Santiago Montezanti
Santiago Montezanti, Beccar Varela
“No basta con cumplir la norma uruguaya para adquirir la residencia fiscal, el tema es perder la residencia en Argentina, que es más engorroso. No es fácil cortar todos los lazos, o lo es quizás para personas que tienen hijos grandes y ven cerca el retiro”.

Partida física

Leandro Passarella
Leandro Passarella, Passarella Abogados
“Lo que rompe el vínculo fiscal entre el contribuyente y la Argentina es la partida física del país. No es una decisión a la ligera, lleva tiempo a la persona desarma su vida para reiniciarla en Uruguay u otro país. Hay que terminar de manera ordenada la relación con Argentina”.

CONVENIOS Y REGLAS DE DESEMPATE. Los especialistas consultados por El País explicaron que lo que regula el trámite para lograr la baja fiscal de Argentina son las leyes locales y el convenio tributario firmado por ambos países en 2012.

El abogado Santiago Montezanti dijo que dicho acuerdo contiene “reglas de desempate, que solucionan los potenciales problemas de doble residencia”. Señaló que la legislación argentina prevé que exista doble residencia y que por más que alguien tenga la residencia fiscal en otro país, si no cumple los requisitos se le cobra impuestos.

Pero con Uruguay es distinto por el tratado y el diferendo se resuelve “viendo caso a caso factores como si (la persona) tiene vivienda en cada país, donde tiene su centro de intereses vitales, donde a su familia”. Otro factor que puede inclinar la balanza para un lado u otro es “en qué país estuve más tiempo” durante el año en cuestión. En última instancia se podría apelar a la nacionalidad y zanjar que debe pagar impuestos en el país “donde es considerado nacional”, indicó Montezanti.

En línea con la advertencia que hacen todos los profesionales que la mudanza debe ser real, Liban Kusa expresó que “si un contribuyente quiere maquillar la pérdida de residencia y su centro de intereses vitales (término que usa la legislación del país vecino) sigue en Argentina, el fisco podrá establecer que es residente fiscal y cobrarle impuestos”.

CONTROL DE LA AFIP A LOS QUE SALEN. Ante las flexibilizaciones en los requisitos de residencia fiscal en Uruguay, la AFIP argentina —entidad que controla y recauda los impuestos— comunicó que continuará controlando a quienes inicien el trámite de baja fiscal. Según informó La Nación, la fiscalización buscará asegurarse que sea una mudanza de residencia “genuina” y no únicamente como parte de una planificación para pagar menos impuestos.

¿Qué cosas observa la AFIP? “Familia, vivienda, autos, afiliación a clubes”, entre otras cosas, comentó César Litvin. En relación a la vivienda, Leandro Passarella señaló que “lo importante cuando se habla de una mudanza internacional es que la vivienda en Argentina no esté disponible para el contribuyente”, es decir que puede alquilarla. Ezequiel Lipovetzky indicó que en el marco del convenio entre ambos países, la AFIP podría solicitar “colaboración del fisco uruguayo y pedirle información del contribuyente”, aunque primero debería agotar el control en Argentina.

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