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¿Cuánto significaron los diferimientos de los bancos por la pandemia?

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BCU dio la posibilidad a bancos a que no recatogoricen clientes por hasta 180 días. Foto: Archivo El País

MEDIDAS DEL SISTEMA FINANCIERO

Realizaron 325.676 prórrogas en el pago de créditos por la pandemia del COVID-19.

El surgimiento de la pandemia del COVID-19 en Uruguay llevó a que los bancos de la plaza local implementaran diferentes planes de apoyo para que sus clientes atravesaran las dificultades provocadas por la emergencia sanitaria.

Entre las principales medidas, destacó laposibilidad de diferir los pagos de cuotas de créditos que estuvieran al día, tanto a personas como a empresas.

Según un relevamiento realizado por El País, se realizaron 325.676 prórrogas para el pago de créditos. Esta cifra incluye los diferimientos de préstamos tanto a personas como a empresas y en el caso de Itaú también en tarjetas de crédito. 

A partir del inicio de la pandemia, los bancos dispusieron prórrogas para el pago de créditos que pasaron al final de los préstamos, mayormente por 90 días (aunque en algunos casos 120 días) los cuales vencieron el pasado martes 30 de junio, y si bien en algunas instituciones aún planifican continuar con ciertas medidas, la mayoría de los bancos decidieron no implementar un nuevo aplazamiento de forma generalizada, sino estudiar la realidad de cada cliente caso a caso.

Estos planes de diferimientos fueron posibles porque el pasado 19 de marzo, seis días después de que el gobierno declarara la emergencia sanitaria, una resolución del Banco Central (BCU) autorizó a bancos y financieras a que pudieran extender los vencimientos de los créditos en acuerdo con sus clientes por hasta 180 días y que eso no implicara que la institución financiera tuviera que recategorizar al cliente. Esa recategorización perjudicaría al cliente y además al banco le haría previsionar (tomar como pérdida) parte de esos créditos.

¿Cuánto significaron los diferimientos de los bancos? De acuerdo a los datos a los que pudo acceder El País, en el caso del Banco República (BROU), se difirieron un total de 124.032 préstamos de trabajadores privados, mientras que respecto de jubilados y empleados públicos, las renovaciones de créditos fueron 86.301.

Según había indicado el presidente del BROU, Salvador Ferrer en una entrevista con El País, la resolución del BCU fue una “muy buena medida” a partir de la cual se dieron “seis meses de prórroga de forma automática a todos los pequeños deudores, es decir aquellos de menos de US$ 200.00”, lo que implicaba “más de US$ 200 millones de oxígeno a las empresas”.

En el caso de Scotiabank, los datos compartidos señalan que entre clientes personas y empresas, los créditos diferidos fueron más de 34.000. Esos créditos representan un capital de aproximadamente US$ 200 millones, no el monto diferido, sino en cuanto al total de los créditos.

En un evento organizado semanas atrás por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), llamado“Aire para el sector productivo”, el presidente de Scotiabank, Horacio Correge, había manifestado en condición de presidente de la Asociación de Bancos Privados del Uruguay (ABPU), que a partir de los planes de diferimiento, los bancos disponibilizaron un “ambicioso programa de alivio” a personas y empresas que estuvo en el orden de los US$ 2.000 millones.

BCU: el nuevo directorio encabezado por Diego Labat explicó la medida para bancos y financieras. Foto: Francisco Flores
El BCU en conferencia explicó la medida para bancos y financieras. Foto: Francisco Flores

Además, en esa ocasión señaló que los clientes adhirieron a los planes “en una proporción superior al 50%”, lo que daba cuenta “de lo acertada que había sido la medida”.

En el caso de BBVA, según datos proporcionados a El País, en el segmento mayorista, se formalizaron un total de 543 operaciones por un monto total de US$ 175 millones.

En ese segmento, 2% del total de pequeñas y medianas empresas (pymes) tomaron opción de prórrogas, mientras que en el caso de las grandes empresas menos del 3% de la cartera tomó esa opción. 

En cuanto a los particulares de BBVA, se formalizaron aproximadamente 6.300 operaciones de prórroga por un total aproximado de US$ 56 millones.

Desde Santander informaron que desde el inicio de la emergencia sanitaria, la institución otorgó prórrogas en los pagos a 1.500 pequeñas y medianas empresas (pymes) y a más de 35.000 individuos.

En el caso del Banco Itaú, los datos compartidos reflejaron que la institución difirió casi 18.000 préstamos de una cartera de US$ 61 millones. Además, señalaron que el 98% de los diferimientos se hicieron de forma automática, llevando al final del período las cuotas de marzo, abril y mayo para el final del préstamo, sin cobro de intereses.

Eso implicó que por ejemplo si a un préstamo le restaban 24 cuotas de         $ 5.000, las tres primeras cuotas se trasladaron para pagar luego de la cuota 24, con el mismo valor de $ 5.000.

En este sentido, desde Itaú indicaron que en total se difirieron 50.000 cuotas por un valor de casi US$ 9 millones. Asimismo, explicaron que dieron la posibilidad a toda la base de tarjetas de crédito, que el saldo a pagar a finales del mes de abril pudiera ser cancelado en 18 cuotas, con tasas con un subsidio del 10% anual en pesos y 2% anual en dólares. De acuerdo con la institución, de un total de 170.000 clientes de tarjetas, cerca de 10.000 se inclinaron por esa opción.

En el caso de HSBC, la institución informó que se realizaron aproximadamente 10.000 diferimientos por un total de US$ 50 millones. 

El sistema financiero destacó la resolución del Banco Central que permitió extender los plazos a los clientes.

El presidente de BBVA en Uruguay, Alberto Charro, había señalado en una entrevista a El País que al 12 de mayo la institución había recibido 6.361 solicitudes en el segmento familias (hipotecas, autos, consumo), para la refinanciación de préstamos, los que en volumen representaban el 18% de la cartera.

En esa instancia, Charro señaló que se había atendido el 89% de las solicitudes y que eso implicaba una cifra en el entorno de los US$ 70 millones. En relación a las tarjetas, el ejecutivo de BBVA había indicado que “en torno al 2% solicitaron prórrogas” y en empresas, el 5% de los “clientes pyme con deuda solicitaron reperfilarla,(equivalentes al 2% de las pymes totales clientes del banco) representando un 14% de la cartera de créditos a pymes”.

Por último, Correge mencionó que esta medida “implicó un esfuerzo financiero y una renuncia muy importante”, pero indicó que el sistema lo entendió como algo “absolutamente necesario”.

UNA CRISIS "DIFERENTE"

Bancos: "Solución y no el problema"

En el evento del BID, el presidente del BROU, Salvador Ferrer enfatizó en la idea de que la crisis actual encuentra al sector financiero “en una situación muy distina” a otras crisis, con una “muy buena capitalización y con una amplia liquidez”. En ese sentido, Ferrer afirmó que los bancos pudieron “ser parte de la solución y no el problema”. Con esta misma afirmación estuvo de acuerdo la presidenta de CFA Society Uruguay, Bárbara Mainzer quien en ese evento resaltó lo “fundamental” de las herramientas financieras en momentos de “tan poca visibilidad”. En la misma línea, el presidente de ABPU, Horacio Correge, indicó que si bien la crisis “va a tener un impacto” en la capacidad de generación de utilidades del sistema y en la hoja de balance de los bancos, “el sistema financiero está llamado a ser parte de la solución”.

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