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¡Adelante África!

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En plena crisis en la que se encuentra medio mundo por culpa de reconocidos políticos y economistas, resulta bastante asombroso escuchar comentarios de carácter colonial sobre África provenientes de algunas distinguidas organizaciones no gubernamentales y reputadas ediciones periodísticas.

Incluso analizando los hechos muy por encima, es evidente que la cantidad de información despectiva se debe al éxito de Guinea Ecuatorial. ¿Por qué nadie habla de los abusos y la corrupción en Sudán o Somalia? Porque todo lo que sucede en África plenamente coincide con las percepciones coloniales sobre este país. ¿Están corriendo unos detrás de otros con ametralladoras? ¡Qué le vamos a hacer, después de todo son africanos!. Sólo podemos sentirlo y ayudar con un consejo.

Últimamente en América del Sur comenzamos a escribir sobre Guinea Ecuatorial, una pequeña nación en África Central, que muchos de nosotros hasta ahora no sabíamos ni que existía. El país despierta interés debido a dos factores, económicos y culturales.

En Guinea Ecuatorial hay grandes cantidades de petróleo (1,1 billones de barriles) y de gas (200 billones de metros cúbicos) que se descubrieron a finales de los años 80. ¡Quién no tiene petróleo hoy! De las ganancias de su venta se benefician unos pocos. Se enriquecen dos o tres petroleras. También es posible destinar el dinero para el desarrollo de infraestructuras, como se hace en Guinea Ecuatorial, que hacia el año 2020 debe convertirse en uno de los países emergentes.

No es de extrañar que los extranjeros acudan aquí como abejas a la miel. Los sectores de la construcción, medicina, telecomunicaciones, agricultura, comercio y hostelería, están en auge. Estadounidenses, canadienses, franceses, chinos, árabes, turcos, israelíes, alemanes, españoles o serbios están ganando mucho dinero en uno de los países, hasta hace poco, más pobres de África.

Nuestro interés hacia Guinea Ecuatorial, el único país de habla hispana en África, es económico. Allí podemos ganar dinero y además hablamos el mismo idioma, lo que añade más oportunidades.

América del Sur está representada en Guinea Ecuatorial principalmente por parte de empresas brasileñas. El verano pasado Guinea Ecuatorial se convirtió en miembro de pleno derecho de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP), así que sin duda alguna, la presencia brasileña irá a más.

El país africano va a crecer, y nadie más va a llamar a África el "continente perdido".

Nosotros lo vemos así. Pero de Europa llegan opiniones muy diferentes. Allí no parecen estar muy contentos al ver cómo crecen muchas economías africanas, porque todavía prefieren ver a África como un lugar perdido.

Los perdidos son aquellos que se niegan a ver a la África de hoy, pensando que no es diferente de la que era hace medio siglo.
Intentan convencer de ello a los demás, por lo visto sin éxito. La culpa recae sobre Guinea Ecuatorial, ¡porque no debe haber países de éxito en África!

Hablan de la pobreza de la población que vive con 2 dólares al día. Sin embargo, es una de las economías con crecimiento más rápido del continente. En España, el salario promedio es de mil dólares, ¿no es eso pobreza? Los ecuatoguineanos no quieren trabajar en un taller o en la construcción, donde trabajan solamente trabajadores migrantes de los países vecinos, incluyendo inmigrantes ilegales.

Dicen las malas lenguas que el dinero de los pobres ecuatoguineanos lo gastan los gobernantes corruptos en su propio entretenimiento. En el periódico The Wall Street Journal se publicó un artículo sobre la escuela de samba Beija-Flor, que ganó en el último carnaval de Río de Janeiro. Esta escuela recibió presuntamente alrededor de 3,5 millones de dólares del Presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang.

http://www.wsj.com/articles/rio-samba-troupes-backer-scrutinized-1424221629

Como los bailarines vestían trajes con símbolos nacionales del país africano, se entendió que fueron comprados por el dictador africano. Quien por cierto fue visto en las gradas entre el público.

Entonces comenzaron las negaciones. Después resultó que a la escuela de samba la habían pagado los empresarios brasileños que trabajan en Guinea Ecuatorial porque estaban deseando que sus compatriotas conociesen este país. No fue el presidente africano.

El Presidente Obiang no podía disfrutar de la actuación de Beija-Flor porque en aquel momento estaba en Camerún reunido con otros presidentes africanos diseñando estrategias para la lucha contra los terroristas del grupo “Boko Haram”.

Las mentiras fracasaron una vez más. El 25 de febrero se publicó el informe anual de Amnistía Internacional en el que se decía que en Guinea Ecuatorial fueron ejecutadas sin juicio 9 personas. Todo ello sin mencionar los nombres, causas o pruebas. Absolutamente nada. Solo apareció un enlace poco convincente en el que se decía que fueron vistos por la noche en el cementerio de la ciudad varios militares y policías que enterraban 4 (!) ataúdes.

Las autoridades de Guinea Ecuatorial lo negaron rotundamente.
Imaginemos ahora por un momento que Amnistía Internacional publica un informe que contiene información falsa sobre una ejecución extrajudicial en Francia, Alemania o Estados Unidos. ¿Qué pasaría? Surgiría un gran escándalo internacional y a la respetada organización no gubernamental podría llegarle su fin.

Pero entonces, ¿por qué lo que resulta inaceptable para los países "grandes" se permite en África? Es la conciencia colonial antigua que niega a los africanos el derecho y la capacidad de decidir su propio futuro. ¿Por qué cuando los africanos lo hacen bien se buscan argumentos para demostrar lo contrario?

Los detractores y colonialistas de Guinea Ecuatorial intentaron organizar varios golpes de Estado. Por el número de golpes de Estado se podría incluir al país en el libro Guinness de los récords. También fracasaron. Pero probar otra vez resulta demasiado caro y tal vez inútil. Queda lo último: la política de difamación.

Esta política resulta cada vez más grosera y poco convincente. De África llegan noticias que hacen pensar que los ex colonialistas deberían aprender algunas cosas de sus antiguas colonias. Por ejemplo, cómo cooperar y enfrentarse juntos a los retos.

Los líderes de la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC) asignan ayudas financieras a los Estados víctimas del extremismo y juntos construyen fuerzas para combatirlos. Están llegando noticias sobre pueblos y ciudades retomados en el noreste de Nigeria. En Níger y Chad se han llevado a cabo operaciones militares exitosas.

Nos cuentan que la investigación de la vacuna contra la malaria en el centro médico de La Paz en Malabo (Guinea Ecuatorial) ha sido iniciada con éxito y ya es un acontecimiento histórico. Hasta ahora en el mundo no existía vacuna contra la malaria. Solo el año pasado se registraron 198 millones de casos de malaria en todo el mundo (según los datos de la OMS), muchos de los cuales han tenido consecuencias fatales.
El equipo de científicos del centro médico de La Paz cuenta con la participación de los especialistas del Instituto de Salud de Ifakara (Tanzania) y de los empleados de la empresa Sanaria Inc. de Maryland (Estados Unidos) que desarrolla biotecnologías.

También sabemos que en la nueva capital de Guinea Ecuatorial, Oyala, que se construye en medio de la selva, en un futuro próximo abrirá sus puertas la Universidad Americana de África Central. En la institución educativa, que se ha creado con el apoyo de la Universidad de Boston y Stonehill Education, van a graduarse y recibirán reconocidos diplomas muchos jóvenes de todos los países de la región.

Para su información: Guinea Ecuatorial tiene la mayor tasa de alfabetización de África. Este dato es para aquellos que siguen acomplejados por los pensamientos coloniales y que creen que en este país viven con dos dólares al día.

Por el contrario, nosotros en América del Sur no tenemos complejos de los antiguos colonizadores y no estamos acostumbrados a vivir de los recursos de otros países. No los necesitamos: América del Sur y África disponen de la cuarta parte de todos los recursos energéticos del mundo.

Por otra parte, nuestra historia y la historia de muchos países africanos tienen mucho en común. Esto nos brindará la oportunidad de construir un modelo de cooperación nuevo, sano y pacífico. Si la oportunidad surge dentro del marco del foro de cooperación ASA (América del Sur-África) o va a adquirir otras dimensiones, ahora no importa.

REMITIDO

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