Nissan pagó más de US$ 2.000 millones para tomar el control de Mitsubishi, una compañía que sufrióuna serie de escándalos por los problemas de calidad en sus unidades.
La compra lleva a Mitsubishi a integrar la alianza Nissan Renault, instalada y manejada por Carlos Ghosn, el brasileño CEO de ambas marcas.
Las tres compañías van a fabricar alrededor de 10 millones de vehículos
al año, una producción similar a la de Toyota, el más grande productor del
mundo, y Volkswagen, quien se coloca en el segundo lugar.
Ghosn dijo que "la combinación de Nissan, Mitsubishi Motors y Renault creará una nueva fuerza en el mundo automotor. Será uno de los tres grupos más grandes, con economías de escala, tecnologías revolucionarias y una capacidad para producir vehículos capaz de atender las demandas de los consumidores en todos los segmentos del mercado del mundo"
Ghosn compartirá el rol de CEO de Nissan con Hiroto Saikawa, el director de competencia. Osamu Masuko quedará como presidente y CEO de Mitsubishi.
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