El objetivo de este emprendimiento ecológico es combatir la contaminación marítima y financiar comunidades costeras para realizar talleres de educación ambiental, actividades deportivas y mejoras en infraestructura para las caletas.
“Demostrar que es posible cambiar la manera que funciona nuestro modelo económico a través del ejemplo” es la misión de “Karün”, una empresa B compuesta por ocho personas que se dedica a hacer anteojos de sol 100% con plástico (nylon) de las redes para pescar e inspirados en las ballenas del sur del país.
Este material representa cerca del 10% de la contaminación mundial de los océanos, que actualmente alcanzan las ocho toneladas anuales, según un estudio publicado en Science Magazine.
Esta compañía, que significa “naturaleza” en mapudungún, se unió a la lucha para combatir la contaminación de plásticos de los océanos hace más o menos un año, cuando se asoció a Bureo (que significa “la ola”), una corporación que creó el primer programa de recolección y reciclaje de rejilla, “Net Positiva”.
Ambas compañías mantienen en la caleta Cocholgüe, en la Región del Biobío, un emprendimiento único en Chile y el mundo, que consiste en que las redes para pescar que ya no sirven porque se rompen o queman se reciclen en vez de tirarlas al mar, preveniendo la contaminación por plástico en los océanos y financiando comunidades costeras.
Así, al juntar una cierta cantidad de toneladas de plástico ganan dinero que va a un fondo para talleres de educación ambiental para niños, actividades deportivas y mejoras en infraestructura para las caletas.
“Les damos un incentivo a los pescadores para que ellos se hagan cargo de este desecho y lo acumulen en puntos de recolección donde la dejan. Se acopian ciertas cantidades de toneladas y por cada kilo se acumula plata en un fondo que es administrado por la ONG Fundación El Árbol de Concepción, junto con Bureo y los sindicatos de pescadores del pueblo costero”, comenta el creador de Karün, Thomas Kimber.
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