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Varias ciudades rechazan este tipo de transporte porque las empresas involucradas en este negocio no contarían con las autorizaciones pertinentes
Al igual que como Uber irrumpió hace siete años en las ciudades de Estados Unidos, un nuevo sistema de transporte avanza a pasos agigantados a través de las calles de Norteamérica.
Durante los últimos meses, firmas como Spin, Bird y LimeBike han reemplazado autos y bicicletas por scooters eléctricos, la nueva promesa del transporte que promete convertirse en la más reciente revolución en términos de movilidad dentro de las ciudades.
Sin embargo, al igual que como ocurrió con otras startups del sector, los municipios de ciudades como San Francisco, Los Ángeles y Austin no están del todo conformes con el boom de estos scooters , ya que, según sus detractores, las empresas involucradas en este negocio no contarían con las autorizaciones pertinentes.
Agregan que algunos de los conductores manejarían por las veredas, mientras otros estacionarían las motocicletas en lugares donde no está permitido hacerlo, por lo que son varias las ciudades que están pensando en regulaciones más estrictas para normalizar su uso.