empresas

La red social del pajarito se ha recuperado desde los últimos meses del 2017 y ahora reporta ganancias; mientras que la de Zuckerberg no hace innovaciones, según Investing.com 

el comercio / gda

En rendimiento de las acciones de las compañías tecnológicas en lo que va del 2018 ha mostrado un desempeño emergente, aunque algo movido por las recientes noticias que desplomó a Facebook.

Mientras que Twitter se ha venido recuperando desde los últimos meses del 2017 y ahora reporta ganancias; Facebook, la acción con mejor rendimiento el año pasado, no ha hecho prácticamente nada por sus inversores, según Investing.com.

Añadiendo a ello, el reciente escándalo de filtración de datos de la empresa Cambridge Analytica -vinculada a la campaña electoral del presidente Donald Trump- perjudicó a la empresa de Marck Zuckerberg en la última jornada en Wall Street con un desplome de 6,8%, su peor día desde marzo de 2014.

En este contexto, ¿cuál de las dos se desenvolverá mejor en los próximos meses, considerando las últimas noticias?

Solo en el 2018, las acciones de Facebook han subido un 2%, dada la incertidumbre en torno al crecimiento futuro.

Según indica el portal, a los inversores les preocupan las últimas noticias respecto a si tendrá un impacto en el tiempo que los usuarios dedican a la red social y en los ingresos por publicidad de la empresa. Así, se preguntan si Facebook seguirá generando ingresos al impresionante ritmo que lo lleva haciendo los últimos tres años.

En el 2017, Facebook anunció unos insuperables beneficios de US$15.900 millones y unas ventas de US$40.650 millones.

Entre ayer y hoy, la oleada de noticias negativas sobre Facebook ha afectado a la empresa, topándose con el creciente escrutinio por parte de reguladores y políticos.

El precio de la acción tecnológica ha estado amenazando con situarse por debajo de su media móvil de 50 días; si no consigue mantener este nivel de apoyo, no se puede descartar un descenso hasta la media móvil de 200 días, según algunos analistas señalaron a Investing.com.

Por el contrario, Twitter ha protagonizado un repunte notable en el 2018, subiendo un 45% este año.

Los inversores tienen la esperanza de que Twitter pueda seguir generando dinero gracias a su nicho como foro de celebridades y discusiones sobre política, señala el portal. Esto se debería a los cambios en la interfaz de usuario de Twitter, los nuevos rumores en torno a posibles adquisiciones y los últimos resultados trimestrales, que reportan ganancias tras tras registrar pérdidas acumuladas de US$2.200 millones entre el 2013 y 2016.

Tras un drástico recorte de gastos en el último año, Twitter logró informar de sus primeros beneficios en el cuarto trimestre. La compañía anunció unos ingresos netos de US$91,1 millones. De hecho, Twitter cree que 2018 será su primer año completo de rentabilidad.

Sin embargo, cabe señalar que aunque lograra que sus ingresos aumenten en un 2% en el cuarto trimestre, esta oscilación final fue provocada principalmente por su unidad de reducción de costes. La compañía redujo los costes totales en un 28%, gracias a una reducción del 34% en gastos de investigación y desarrollo, un recorte del 29% del coste de los ingresos y una disminución de 27% en ventas y marketing.

La pregunta es si esta mejora podrá sostenerse frente a escasos ingresos y dudas sobre el crecimiento de sus usuarios.

Si desea invertir en el largo plazo, Investing.com señala que ambos pueden ofrecerle buenas ganancias, aunque Twitter está lejos de ofrecer lo que Facebook ha conseguido desde su salida a bolsa en 2012. Las acciones de Facebook han quintuplicado su valor desde su salida a bolsa, mientras que las de Twitter stock han subido en torno a un 35% con respecto a su precio de IPO en 2013.

Por un lado, las acciones de Facebook siguen siendo una apuesta segura a largo plazo pese a sus actuales dificultade, por lo que el portal espera que la acción reanude su subida en cuanto desaparezca la incertidumbre política de Estados Unidos y Mark Zuckerberg muestre mejores planes.

De esta manera, el artículo señala que aún hay mucho trabajo por delante para Twitter, pues deben hacer crecer sus ingresos a un ritmo lo suficientemente bueno como para justificar su elevada valoración actual.