Hoy solo hay tres grandes fabricantes de cámaras. Los demás se han reinventado como compañías tecnológicas.

Una tiene 100 años y la otra, 10. Las dos se dedican a lo mismo, pero una ya cuesta US$ 1.000 millones más que la otra. Y aunque pareciera que la más cara es la centenaria, no es así: actualmente GoPro vale más que Nikon en la bolsa.

Junto con Leica, estas son las únicas marcas que se han mantenido casi completamente en el rubro de las cámaras como negocio principal. Hace años, Canon pasó a ser un manufacturero de elementos ópticos donde las cámaras son una línea de desarrollo secundaria, al igual que Olympus, Konica Minolta y Pentax.

Es que el negocio de la fabricación de cámaras parece estar en baja, principalmente por la proliferación de similares funciones en los equipos celulares.

Y por eso la diferenciación es lo que sostiene el negocio: mientras el valor bursátil de Nikon no sube y se mantienen en torno a los US$ 5.600 millones hace ya más de dos años, Leica no se transa en ningún mercado y basa la mayoría de sus ventas en unidades de "colección", apuntando a un marketing de memorabilia con la marca.

En GoPro, en tanto, el foco está en crecer. La compañía vale US$ 6.783 millones en la bolsa, pero sus resultados trimestrales —donde logró ingresos por US$ 363 millones, un 54% más que un año antes— le han permitido cimentar una agresiva estrategia de expansión internacional que, a la vez, está siendo clave en la aceleración de su crecimiento.

En Europa y Asia, por ejemplo, las ventas anuales se incrementaron en torno al 70%, mientras que la variación de las ventas globales de Nikon no superaron el 5% en el mismo período. (El Mercurio/GDA)

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