Latinoamérica es el tercer mercado mundial de la industria cosmética con negocios anuales que suman unos US$ 80.000 millones, con una participación del 17% sobre la facturación total del sector a nivel global.

Según datos de la consultora Euromonitor International, la industria cosmética es el sexto sector manufacturero a nivel global por el nivel de producción de unidades y el volumen de negocios. 

Sólo en América Latina, las exportaciones de la industria cosmética mueven US$ 5.000 millones anuales.

Con la presencia de autoridades del Ministerio de Industria y de Salud Pública, junto a directivos de la Cámara de Industria del Uruguay, se llevó a cabo en Montevideo la reunión plenaria de la Junta Directiva del Consejo de Asociaciones de la Industria Cosmética Latinoamericana (Casic), que contó con la especial participación de representantes de la Cámara Uruguaya de Productos de Cosmética y Artículos de Tocador.

Con sede permanente en Montevideo, Casic es una organización internacional sin fines de lucro que representa el 90% del mercado regional de América Latina, con más de 650 empresas afiliadas, y empleando en forma directa e indirecta a más 1, 2 millones de personas.

“La industria presenta un creciente potencial de desarrollo —en 2020 puede ser la segunda industria a nivel mundial—, aunque siempre es motivo de inquietud y análisis la competencia desleal, el contrabando, la falsificación y las trabas aduaneras que impactan en el normal desarrollo del comercio exterior”, dijo el presidente de Casic, Miguel González Abella, en diálogo con Gente & Negocios.

Más allá de los principales jugadores mundiales de la industria de la cosmética, hay espacio para el nacimiento, crecimiento y desarrollo de distintos emprendimientos industriales a nivel local con proyección regional. 

“Hay oportunidades y capacidades instaladas para el desarrollo de muchas Pymes, que hoy significan más del 80% de las empresas representadas en la región”, señaló Abella.

El presidente de Casic destacó la presencia en la región de productos naturales que “se pueden procesar e industrializar para elaborar productos nuevos con la generación de una cadena de alto valor agregado”.

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