En la previa del St. Patrick´s Day, la fiesta más importante de Irlanda, el reconocido whiskey irlandés Jameson lanza dos ediciones especiales de la tradicional bebida.

En el proceso de destilación del whiskey se trata de mantener todos los elementos bajo control.

Jameson siempre produjo su propio whiskey, pero no siempre se embotelló en su propia destilería. En 1963 decide tomar el control de todo el proceso y comenzar a embotellar su propio producto.

Jameson Crested nace como un homenaje a la receta original de Jameson. Contiene una proporción mayor de whiskey de cebada sin maltear, lo que le aporta más cremosidad y suavidad al blend.

Por su parte el añejamiento en barricas de bourbon de Kentucky y barricas de Jerez de España le aportan notas picantes, de chocolate y madera tostada, manteniendo el diferencial de la marca: triple destilado, doblemente suave.

El invierno en Irlanda puede llegar a ser muy duro y durante los primeros años de la destilería las barricas quedaban a la intemperie. A la hora de utilizar esas barricas los toneleros las carbonizaban para fortalecerlas y “volverlas a la vida”.

Lo que comenzó como un proceso de mantenimiento de las barricas desencadenó en el desarrollo de Jameson Black Barrel.

Hoy el proceso de carbonización es más refinado que en aquellos días y la utilización de las barricas carbonizadas dos veces para el añejamiento de Jameson Black Barrel es por elección y no por necesidad.

La maduración del whiskey en estas barricas logra un sabor picante único a vainilla y nuez, manteniendo el diferencial.

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