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Entre luces amarillas y señales de preocupación en el radar

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Puerto

CLAVE

La actividad marítima y portuaria "ya venía muy golpeada" antes de la pandemia, señala el Centro de Navegación.

El Centro de Navegación está monitoreando cada sector de actividad vinculada a la dinámica de los puertos. La pandemia de COVID- 19 ha golpeado fuerte a los distintos países y sus economías. A esa dramática situación, no escapa la industria naviera ni la actividad portuaria en sus diversos segmentos y modos de transporte.

“Hay menor consumo, sobre capacidad de bodega, cancelaciones de escalas, puertos colapsados, otros vacíos”, dijo el presidente del Centro de Navegación, Alejandro González en diálogo con El País.

“Si algo faltaba para un escenario muy complejo desde lo sanitario, que es lo más importante pero con consecuencias sociales y económicas, se sumó la bajante de los Ríos Parguay y Paraná que complicó la normal navegación de convoyes y buques por la hidrovía», señaló el dirigente empresarial.

COMERCIO
En tanto, a nivel mundial y a raíz de la evolución del contagio y la propagación del virus, la zona asiática, eurozona y los Estados Unidos fueron los primeros mercados que sintieron el impacto de menos volumen, paralización total del negocio de cruceros, el parate de cadenas logísticas, depósitos, almacenes y playas de contenedores con mucho stock, líneas de producción industrial frenadas, apuntó.

La fuerte caída del comercio internacional de bienes estuvo acompañada de la perdida de empleo, el cambio en los hábitos de consumo, el aislamiento y el poner a resguardo los ahorros, fueron “elementos sustanciales” para el menor consumo y por tanto, del “enfriamiento del comercio, los ajustes de perspectivas de los PIB de China, Europa, EEUU que además tienen muy fuerte incidencia en nuestro comercio exterior presentándose como mercados de gran poder de compra y fijadores de precios de nuestros productos primarios”.

A nivel del Centro de Navegación, hay inquietud sobre el presente y desafíos a futuro. “Hay luces amarillas y posiblemente en el próximo trimestre podamos ver con mayor claridad qué tanto nos ha afectado, aún cuando ya tenemos en el radar señales preocupantes”, indicó el presidente de la gremial empresarial.

Para el presidente del Centro de Navegación, es prioritario atender la emergencia sanitaria declarada ante la pandemia, invirtiendo en el cumplimiento de las recomendaciones sanitarias del Poder Ejecutivo, aunque sin descuidar la continuidad operativa de los puertos de la República. “Creo que debemos sentirnos muy satisfechos por la sanidad, continuidad operativa y lógicamente que no es un tema de traslado de costo” de la aplicación de las medidas sanitarias, explicó.

Alejandro González
Alejandro González, presidente del Centro de Navegación.

TIEMPO
La evolución del nivel de actividad de los sectores asociados a la dinámica de las terminales portuarias “mucho dependerá de cómo y en cuanto tiempo” se recuperen los mercados compradores y que tan demandantes se presenten.

“La actividad naviera ya venía muy golpeada y este escenario sanitario agravó mucho la situación financiera, con millonarios préstamos y garantías soberanas de gobiernos apoyando a los armadores nacionales de cada país. Me temo que la recuperación será lenta y dolorosa. No todos los negocios —transporte de autos y maquinaria, contenedores, graneles y cruceros— se comportarán de igual manera”.

VISIÓN
Con las nuevas autoridades de la Administración Nacional de Puertos encabezada por Juan Curbelo, el Centro de Navegación comparte la apuesta a mejorar la competitividad tanto en tarifas y costos, así como en los tiempos y calidad del servicio.

“Desde el Centro de Navegación y en representación de las compañías navieras que recalan nuestros puertos venimos solicitando el cumplimiento del decreto sobre las tarifas del servicio de prácticos. Éste no es un tema de servicios ni de idoneidad, es un tema de tarifa, de seguridad jurídica y es un tema de costos. La incidencia en el port call dependiendo el puerto y el tamaño del buque va desde un 49 a un 54 por ciento del costo total de gastos portuarios. Ahí hay un asunto que urge atender para lograr la buscada mejora de competitividad. Con respecto a otros costos menores o de menor incidencia, siempre estuvimos a la orden para trabajar, obviamente respetando la Ley de Puertos y la libertad de las empresas que trabajan en competencia, como la ley indica. Considero que para analizar las tarifas relacionadas a la industria, hay que entender los niveles de inversión, considerar los canones que se pagan, los riesgos de inversión y su recupero, la dura tarea de mantener la conectividad y oferta de bodega, vs. tal vez los servicios sin activos, sin riesgos financieros o la mera intermediación de compra y venta”, concluyó el dirigente empresarial.

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