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Grandes fortunas buscan otras nacionalidades para reducir el pago de impuestos
Además de poseer aviones privados, autos de lujo y descomunales mansiones, uno de los requisitos para formar parte del club de los supermillonarios es poseer más de un pasaporte.
Buscando refugio en caso de necesitarlo, para pagar menos impuestos o simplemente por el deseo de contar con más de una nacionalidad, los millonarios están acudiendo a ciertos países dispuestos a entregar su ciudadanía a quienes están dispuestos a pagar lo necesario o invertir en estas naciones, muchas de las cuales casualmente también son consideradas como paraísos fiscales.
De las diez naciones que permiten adquirir un pasaporte, las islas de St Kitts y Nevis fueron las que inauguraron esta tendencia en 1984, mientras que las más recientes en integrarse a este club fueron Turquía y Vanuatu.
En términos de costos, en tanto, Austria es la que cuenta con un costo más elevado, el que se eleva por sobre los US$ 23 millones, mientras que las que exigen menores inversiones son las naciones caribeñas de Santa Lucía, Dominica y Antigua y Barbuda, las que exigen el pago de US$ 100 mil cada una.