INN CONTENT PARA DENTONS, JIMÉNEZ DE ARÉCHAGA

A poco más de un año del desembarco en Uruguay del estudio de abogados global Dentons, mediante una combinación con la firma local Jiménez de Aréchaga, Viana y Brause, los resultados son alentadores: potenció la calidad del servicio de sus profesionales, mejoró tecnológicamente su infraestructura y lo posicionó en el mapa mundial.

Como consecuencia, el estudio uruguayo no solo incrementó en cantidad su número de clientes, sino también la potencialidad de los mismos, aseguró su socio director, Fernando Jiménez de Aréchaga.

«Nos potenció la incorporación a Dentons. Todos los estudios en el mundo que estamos con el grupo tenemos la misma tarjeta de negocio, la misma computadora, accedemos a los programas de software y a un equipo de miles de abogados capacitados en varias áreas. Esto nos permitió recibir más clientes de gran peso. Por ello, si bien en general los negocios decrecieron en Uruguay, en nuestro caso el trabajo no se vio resentido, y pensamos que en situación de normalidad hubiera aumentado más aún», destacó. A modo de ejemplo, abrió la puerta a empresas multinacionales que en el extranjero trabajan con Dentons y que al llegar al país «buscan el estudio» o incrementar clientes en rubros como tecnológico o en telecomunicación.

Para Mariela Ruanova, socia de la firma, un gran diferencial del estudio es el acceso al conocimiento generado por miles de profesionales que posee a nivel global. «El motor principal que mueve a Dentons es ese músculo, una plataforma de 12.000 abogados en todo el mundo con el que intercambiamos experiencia a través del portal Dentons Direct. En ese sitio los profesionales pueden colaborar como si estuvieran en el mismo lugar, en tiempo real. Ahí se puede acceder a documentos e información de derecho o se pude dialogar con especialistas de todas las áreas», indicó.

Esa apuesta tecnológica resalta en Dentons. De hecho, tiene su propio hub tecnológico Nextlaw Labs, que funciona como una aceleradora de startup, que crea productos innovadores en derecho para reducir costos y mejorar eficiencias. Según Ruanova, ya se han desarrollado aplicaciones que van desde firma electrónica hasta otras con Inteligencia Artificial e Internet de las Cosas, que permiten que contratos se actualicen en tiempo real. «En Uruguay hemos aplicado firmas electrónicas; las de IA estamos con los ajustes para lanzarlas», adelantó.

Ser parte de Dentons no solo tiene un valor extra para atraer clientes sino que también se transformó en un diferencial para captar talento. Así lo aseguró Jiménez de Aréchaga, quien señaló que en el último año percibió un incremento de profesionales interesados en ser parte del estudio. «Tras la combinación, aumentó visiblemente el deseo de trabajar en nuestra firma y la retención de recursos humanos es casi del 100%», remarcó.

Es que, a nivel profesional, ser parte del estudio -que hoy cuenta con unas 70 personas- también da acceso a impulsar la carrera profesional a nivel global, remarcó Ruanova. Explicó que trabajan en un programa de desarrollo de talentos en el que se proyecta que los abogados intercambien experiencias con sus pares en otras partes del mundo. «Habrá reuniones, cursos, programas de mentorías, donde interactuarán con abogados de otros estudios. Incluso, la proyección más ambiciosa del programa pospandemia es la realización de intercambios de asociados en diferentes oficinas», se explayó.

Asimismo, en Dentons hay un fuerte compromiso por promover la inclusión y diversidad. La oficina de Uruguay colidera junto a México un proyecto para promover la inclusión de mujeres mediante planes de carreras y diferentes talleres donde se comparten experiencias sobre esta temática.

«Definitivamente, con esta combinación corremos con una ventaja comparativa para el mundo pospandemia, porque Dentons, a diferencia de otros estudios, no se replegó y tiene un fuerte afán innovador», cerró Jiménez de Aréchaga.