Los buenos niveles de liquidez evitaron un descenso mayor.
El precio de la divisa estadounidense culminó una semana de mucha volatilidad, en la que registró un mínimo incremento "punta a punta" de 0,08%, moviéndose básicamente al influjo de las operaciones de entrada y salida de los agentes, aprovechando los niveles altos y bajos de la cotización.
En este contexto, el dólar interbancario fondo se negoció promedio ayer en $ 31,544, lo que implicó una caída diaria de 0,26%. En este nivel, el tipo de cambio acumula un avance de 5,59% en el año.
En tanto, el Banco República (BROU) redujo ayer respecto al jueves cinco centésimos la pizarra $ 31,05 la compra y $ 32,05 la venta. La variación semanal fue de un avance de 10 centésimos en el primer caso y de estabilidad en el segundo.
Por medio de las pantallas de la Bolsa Electrónica (Bevsa) se operaron US$ 111,7 millones entre lunes y viernes.
Cuando todo hacía prever que la divisa podía llegar a retroceder, debido a que fue principios de mes, período que habitualmente los niveles de liquidez de los bancos se reducen sensiblemente, esta vez no sucedió, debido a que dichas instituciones habían logrado recomponer sus posiciones. Esto se tradujo en una menor necesidad de vender divisas.
La constante de la semana fue de mucha volatilidad en el tipo de cambio.
Dicha tónica fue aprovechada por los operadores para hacer operaciones de "trading", esto es comprar cuando el dólar estaba en niveles bajos y vender cuando subía, con lo que obtuvieron una ganancia por este concepto.
A su vez, un factor que le restó presión bajista a la divisa, y que confirman los buenos nivele de liquidez, fue que muchos inversores optaron por adquirir Letras de Regulación Monetaria (LRM) en pesos del Banco Central (BCU). En las tres emisiones de la semana, el BCU terminó aceptando montos más altos que los anunciados y con tasas más bajas que en semanas anteriores.
TIPO DE CAMBIO