Publicidad

Cuatro preguntas incómodas que el deudor se debe hacer

Compartir esta noticia
Uruguay con buena percepción de la economía. Foto: archivo El País

FINANZAS DE BOLSILLO

Desde los que financian compras con tarjeta hasta los tomadores de créditos.

Las deudas pueden despertar temor en las personas dependiendo de cuánto afectan el ingreso disponible o su costo. Según datos del Banco Central que compara el crédito a individuos -consumo y vivienda- con el ingreso disponible de los hogares, el endeudamiento de las familias uruguayas con el sistema bancario por créditos al consumo era de 12,5% (debían a bancos $ 12,50 por cada $ 100 de ingresos del hogar). Al agregar el otorgado por empresas administradoras de crédito, la relación sube a 16% y al sumar los préstamos hipotecarios la cifra alcanza al 27% a fin de 2018, “sin que existan variaciones significativas en los últimos años”.

Otros datos son los del Monitor del Mercado de Crédito al Consumo que elabora la financiera Pronto! y corresponden a fin de marzo de 2019 y muestran la situación de familias que habitualmente son tomadoras de créditos al consumo, comprendidas en los segmentos socioeconómicos “C-2” a “E”, que representan 84% de la población.

Allí se señala que 81% de las personas de segmentos medio, medio-bajo y bajo tenían “algún tipo de endeudamiento” y que la relación entre pagos de cuota por préstamos, órdenes de compra o mínimos de tarjeta de crédito y el ingreso mensual era de 26%. El peso de la cuota era de $ 26 por cada $ 100 de ingresos.

Hasta ahí los datos, que reflejan la situación promedio del mercado. Ahora, como en todo promedio, hay extremos. ¿Qué pasa en los casos donde el peso de la deuda es mayor sobre los ingresos? ¿Cómo hace alguien con deudas que hoy no tiene una situación apremiante para evitarla en el futuro?

En este Finanzas de Bolsillo sugerimos cuatro preguntas que todo deudor debe responder para mejorar su situación financiera o, al menos, para evitar que se siga deteriorando. Quienes quieran cambiar esta realidad deberán preguntarse y no descansar hasta encontrar las respuestas para cada caso. 

¿A qué tasa estoy endeudado? Buena parte de las personas no sabe a qué tasa de interés contrajo el crédito. En realidad, las personas se concentran en ver si pueden pagar la cuota mensual y las ofertas de crédito al consumo suelen hacer énfasis en ello: “$ 30.000 en 12 cuotas de “$ XXXX”.

Por ejemplo, en créditos al consumo con “autorización de descuento” (es decir el banco o la cooperativa retendrán la cuota mes a mes del sueldo de la persona) las tasas medias de interés, rondan entre 36% y 57% anual (depende del monto y el plazo del crédito). Pero, si el préstamos es sin autorización de descuento (por ejemplo los que otorgan las financieras) las tasas medias del mercado están entre 119% y 146%. Sí, termina pagando más de dos veces el monto que pidió prestado.

A quienes ignoren las tasas que aceptan a la hora de endeudarse, les recomendamos averiguar cuál es el Costo Financiero Total (CFT) de la deuda que contrajeron o van a contraer. Si no cuentan con ese dato, no deben tomar la deuda. De lo contrario, ignorarán el tamaño de su obligación y caerán en una conducta de negación muy perjudicial. Cuidado: muchas financieras informan la Tasa Efectiva Anual (TEA), pero deben saber que este porcentaje es muy inferior al CFT.

¿Existe la posibilidad de precancelar la deuda? Algunos préstamos ofrecen la posibilidad de cancelar anticipadamente las deudas contraídas beneficiándose con una quita. Esto es, saldarla toda en el momento, evitando pagar intereses futuros. Claro que para eso hay que contar con el dinero. Muchas veces se lo puede conseguir buscando en fuentes de financiación más baratas, como un adelanto de sueldo en el trabajo, préstamos de familiares o amigos y créditos a menor tasa. Honrar todos los compromisos y salir de la prisión del deudor puede costar mucho hoy, pero será beneficioso a futuro.

En los casos en que se tome dinero para saldar anticipadamente una deuda implica nuevamente calcular entre el CFT de esa deuda y compararlo con el del dinero que nos están prestando familiares, amigos, etc.

¿Qué tipo de deuda es la contraída? Puede haber tres tipos de deuda distintos: a) Deuda ficcional (nos endeudamos para vivir por encima de nuestras expectativas); b) Deuda hormiga (nace por la falta de control de nuestras finanzas y se apoya en numerosos pequeños gastos); y c) Deuda de subsistencia (tomada para poder llegar a fin de mes); .

Saber con exactitud qué tipo de deuda es la contraída nos puede ayudar a cambiar nuestros hábitos de gasto con el fin de cortar el espiral de endeudamiento e ingresar en un círculo virtuoso que nos lleve a desendeudarnos de manera gradual pero constante.

¿Subís voluntariamente el costo de tu deuda? Listo, te endeudaste. Ahora...¿seguís tomando deuda? Cada vez que sumás deuda, tu situación patrimonial empeora y las tasas que te van a exigir para prestarte dinero irán en aumento. Pongámonos del otro lado del mostrador: el prestamista antes de darte dinero te sacará una “radiografía financiera”. Allí repasará tus activos y pasivos totales, tu ingreso corriente y tu historial crediticio.

Lo más probable es que en el actual escenario tus ingresos suban un poco en términos nominales, pero estarán a la par o apenas por encima de la inflación.

En cambio, tus deudas aumentarán por las tasas vigentes y porque tu perfil de deudor indica un riesgo cada vez mayor a que un día no puedas afrontar tus compromisos ni te permitan acceder a nuevos créditos.

Ahora bien, ¿qué significa aumentar el costo de tu deuda voluntariamente? Por ejemplo, cuando tenés un préstamo hipotecario y comenzás a abonar el pago mínimo de la tarjeta de crédito. Siguiendo esta conducta, llegará muy pronto el día en que los intereses que debas pagar superen largamente a la deuda que tomaste originalmente.

Una vez que tomaste una deuda, no debés endeudarte con nada más. De lo contrario, la bola de nieve crecerá y crecerá. 

Importante: hay que saber el costo total

El costo total de un crédito no se encuentra únicamente representado por la tasa de interés, sino que existen otros costos a tener en cuenta, como ser: gastos de apertura de cuentas, seguro de vida, gastos de administración y otros. Las comisiones son los importes que las instituciones financieras le cobran a usted por sus servicios (por ejemplo, por abrir una cuenta, por pagarle sus cuentas a través del débito automático, por darle una tarjeta de crédito o débito, etc.). Antes de obtener un préstamo es importante que solicite a la institución que le informe el detalle de todos los costos que deberá abonar con relación al crédito.

Lo que se puede cobrar y lo que no

Para determinar las comisiones no está preestablecido un precio y la institución será libre de fijarlo: podés aceptarlo o no. Las comisiones y los gastos deben referir a gastos ya efectuados o servicios efectivamente prestados. No pueden cobrar por algo que se no haya solicitado o aceptado. La Superintendencia de Servicios Financieros del Banco Central, ha establecido que las instituciones deberán informar con claridad, al momento de contratar, de todos los intereses, cargos, comisiones y cualquier otro gasto necesario para contratar y mantener el producto o servicio respectivo. Esta información deberá ser actualizada, suficientemente detallada y clara y debe estar en la web.

La pregunta: ¿Qué es la tasa de interés en un crédito?

La respuesta: el precio que se paga por disponer de un capital 

El interés se puede definir como el monto de dinero que se paga por el uso de un capital tomado en préstamo por parte de quien lo haya solicitado. El monto de dinero que se paga por concepto de interés, dependerá de la cuantía del capital prestado, de la duración del préstamo y de la tasa o tanto por ciento. Por lo tanto, al calcular el interés, hay que tener en cuenta tres factores: el capital o suma prestada, el tiempo o duración durante el cual se calcula el interés y la tasa o tanto por ciento, que es el “precio” que se paga por disponer de un capital prestado durante un tiempo.

La tasa de interés se expresa en forma porcentual y generalmente en términos anuales. De este modo, si se acordó, por ejemplo, que por cada $ 100 (cien pesos uruguayos) se paguen $ 18 (dieciocho pesos uruguayos) al final del año, la tasa de interés es el 18 por ciento anual y se representa como 18%.

Incursionar en las páginas web de cada institución, le permitirá comparar las opciones que ofrecen las distintas instituciones (por ejemplo, tasas de interés a pagar por un préstamo y tasas de interés a cobrar en los depósitos) sin tener que hacer una recorrida institución por institución.

Fuente: Portal Usuario Financiero del Banco Central.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad