DIJERON DOS MIEMBROS
El presidente de la Fed de Nueva York, William Dudley, reafirmó en gran medida su confianza en la economía de Estados Unidos.
Una inflación sorpresivamente baja y tres huracanes que afectarán a los datos económicos de Estados Unidos no han disuadido a uno de los miembros más influyentes de la Reserva Federal (Fed) de anticipar que el banco central estadounidense seguirá elevando las tasas de interés en forma gradual.
El presidente de la Fed de Nueva York, William Dudley, reafirmó en gran medida su confianza en la economía de Estados Unidos y argumentó que la caída del dólar y una tasa de desempleo que bajó el mes pasado a su nivel más reducido desde 2001 eran motivos para mantener el endurecimiento monetario.
“Pese a que la inflación actualmente está algo por debajo de nuestro objetivo a largo plazo, juzgo que aún es apropiado seguir retirando el estímulo monetario de manera gradual”, afirmó en comentarios preparados para un discurso en una conferencia en Brooklyn.
Dudley dijo que las condiciones financieras “se han aliviado en vez de endurecido”, pese a que el banco central estadounidense ha elevado las tasas de interés tres veces en menos de un año.
Dudley tiene derecho a voto permanente sobre política monetaria y es un estrecho aliado de la presidenta de la Fed, Janet Yellen.
El mercado tiene altas expectativas de que la Fed eleve nuevamente las tasas de interés en diciembre, aunque los inversores están más escépticos sobre las proyecciones de la Fed de otras tres alzas el próximo año.
Por otra parte, uno de los más nuevos gobernadores de la Fed, Raphael Bostic, dijo que sigue creyendo que el banco central estadounidense debería elevar las tasas de interés nuevamente antes de fin de año, pero “no está comprometido” con esa posición. “En nuestras previsiones de movimientos para el año dijimos que esperábamos tres aumentos durante 2017. Todavía tengo esa perspectiva”, señaló el presidente de la Fed de Atlanta.
Bostic, que en 2018 tendrá derecho a voto en el comité, manifestó que su equipo analizará los datos para ver si el descenso del desempleo está dentro de lo que se esperaba o si refleja un deterioro subyacente, aunque aclaró que esto último “no es realmente lo que estoy esperando”.