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¿Qué hizo el Banco Central con las reservas en 2020, el año del efecto coronavirus?

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El BCU permite a los inversores comprar dólares con títulos de deuda en pesos. Foto: F, Ponzetto
Fachada del Banco Central del Uruguay, BCU, nocturna, Mvdeo., foto Fernando Ponzetto, nd 20150728
Archivo El Pais

INFORME

El Central hizo algunos cambios en la administración de las reservas respecto al cierre de septiembre de 2020, según el informe Gestión de Reservas del BCU.

El Banco Central (BCU) administraba reservas por US$ 16,250,4 millones a fin de año, pero ¿qué hizo con ellas en el último trimestre? ¿Qué criterios utiliza para invertirlas? ¿En qué monedas están?

El Central hizo algunos cambios en la administración de las reservas respecto al cierre de septiembre de 2020, según el informe Gestión de Reservas del BCU.

Recordó que “mantiene activos de reserva como un instrumento de apoyo a la política monetaria y cambiaria a efectos de cumplir con la finalidad de estabilidad de precios”.

En el régimen cambiario vigente -tipo de cambio flotante- “los activos de reserva permiten: asegurar el acceso a la liquidez en moneda extranjera para poder intervenir en el mercado de cambios cuando las circunstancias lo ameriten” (algo que ocurrió en marzo) y “garantizar el servicio de la deuda en moneda extranjera del BCU”, afirmó la autoridad monetaria.

“Adicionalmente, un adecuado nivel de reservas permite reducir la probabilidad de crisis debido a shocks externos, mejorando la percepción de riesgo de los inversores sobre la capacidad de pago del país; y por ende contribuyendo a la disminución del riesgo país”, agregó.

El informe remarcó que “el nivel de reservas consistente con el logro de los objetivos del BCU reviste en gran parte el carácter de un seguro, constituyéndose en un fondo disponible para cubrir las eventualidades referidas”.

El BCU define diferentes perfiles de inversión de sus reservas y las gestiona en cuatro grandes portafolios: fondo liquidez (en dólares, euros y otras monedas), fondo precautorio (en dólares), fondo inversión (en dólares) y fondo especial (en dólares y yuanes).

Dólares. Foto: Reuters
Dólares. Foto: Reuters

Entre fin de septiembre y el cierre de 2020, el primero de los fondos perdió participación frente al fondo especial, según el reporte.

De los US$ 16.250,4 millones, el 34,4% estaba en el fondo liquidez (era el 40,9% tres meses antes y el 47,8% seis meses antes). La casi totalidad de este fondo está invertida en activos en dólares, y el resto se divide entre activos en euros, francos suizos, yenes y libras esterlinas.

El 26,1% de las reservas estaba en el fondo precautorio (era el 25,4% a fin de septiembre y el 27,2% a fin de junio).

El 16,3% estaban colocadas en el fondo inversión (era el 15,9 a fin de septiembre y el 17% al cierre del primer semestre). Estos dos fondos estaban invertidos en activos en dólares.

Por último, el 19,9% de las reservas estaban colocadas en el fondo especial (era el 14,8% al cierre de septiembre y apenas 4,9% a fin de junio). El 75,6% de este fondo estaba invertido en títulos respaldados por hipotecas y garantizados por el gobierno de Estados Unidos, el 11,7% en títulos emitidos por agencias patrocinadas por dicho gobierno, el 9,4% en activos en yuanes (la divisa de China) y el resto en bonos corporativos “de muy alta calidad”.

A su vez, el 0,3% de las reservas estaba en billetes en bóvedas del BCU y el 2,9% en otros.

En el fondo liquidez el BCU “tiene como cometido principal atender la operativa diaria de colocaciones, retiros y pagos, y es por ello que los objetivos de liquidez y seguridad dominan al de rentabilidad”. Por ello “invierte en activos en los que pueda deshacer su posición fácilmente y que sean de alta calidad crediticia” a un plazo de tres meses.

Con la incertidumbre y volatilidad en los mercados internacionales generada en los primeros meses de 2020 por la pandemia del coronavirus, el BCU le dio más peso a este fondo en el total. Luego, a medida que la situación (al menos en los mercados financieros) se fue normalizando, este fondo empezó a perder peso y los otros, sobre todo el “especial” fueron ganando participación en el total.

El fondo precautorio es un “seguro” del de liquidez, “por lo que no se espera recurrir a él periódicamente para hacer frente a la operativa normal del BCU. Ello implica que se puede incluir en este fondo instrumentos que ofrezcan niveles superiores de rentabilidad esperada, aunque los objetivos de liquidez y alta calidad crediticia de los instrumentos se mantienen como prioridad” y el horizonte de inversión es seis meses”, explicó el informe.

“Los fondos inversión y especial, por su parte, tienen como finalidad cubrir los pasivos en moneda doméstica del BCU. No obstante, la composición de dichos fondos puede variar en función de la priorización de cobertura de riesgos que adopte la institución en cada momento”, indicó.

Bóveda de banco. Foto: Archivo El País
Bóveda de banco. Foto: Archivo El País

El fondo inversión tiene un horizonte a dos años, “ya que no se espera recurrir a él salvo en coyunturas excepcionales. Por lo tanto su objetivo está menos asociado a obtener liquidez y seguridad en moneda extranjera, aunque sí existen límites en cuanto al riesgo a asumir y a la calidad crediticia de los instrumentos”, añadió el reporte.

El fondo especial tiene un horizonte de inversión a tres años y al igual que el anterior “está menos asociado a obtener liquidez y seguridad en moneda extranjera, no obstante lo cual existen límites en cuanto al riesgo y calidad crediticia de los instrumentos que lo integran”.

Sin distinción por fondo, el 98% de las reservas estaban colocadas en activos en dólares, el 1,3% en yuanes y el restante 0,7% en otras monedas.

Además de sus propias reservas, el BCU gestiona las del gobierno central y las que son de los bancos.

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