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¿Cómo se hizo el plan piloto de contar con billetes digitales?

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FINANZAS DE BOLSILLO

El Banco Central deberá evaluar si sigue adelante luego de seis meses operativo.

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En un mundo que se vuelca cada vez más a lo digital, el billete no es la excepción y el jueves culminó el plan piloto del e-Peso, que convirtió al Banco Central (BCU) en el primero en el mundo en emitir billetes digitales. La iniciativa fue de la empresa suiza The Roberto Giori Company que se la presentó al BCU y le proveyó el sistema GSMT (Global Solutions for Money Technologies).

Esta empresa —que se ha dedicado a producir billetes físicos para bancos centrales a nivel global— corrió con el costo de la implementación de la etapa piloto.

Pero, ¿cómo funciona esto? ¿Qué diferencias tiene con el billete físico a la hora de usarlo como medio de pago?

Desde el 3 de noviembre de 2017 y hasta el pasado jueves 3 de mayo —solo para usuarios de Antel— estuvo disponible la aplicación e-Peso en Google Play o la App Store. La persona podía ingresar a un local de una red de cobranza, adquirir un monto determinado de pesos que se le cargaban en la aplicación y luego con ese billete electrónico comprar en los comercios adheridos al esquema.

En este plan piloto, el BCU emitió billetes digitales por un monto de $ 20 millones, y estaban habilitados hasta 10.000 personas para bajar la aplicación y cargarle dinero.

Para incentivarlo, los primeros 1.000 usuarios que cargaban dinero en la aplicación (al menos $ 1.000) recibían $ 500 más de regalo.

Esta billetera electrónica tenía como tope $ 30.000 para el usuario, y $ 200.000 para un comercio adherido.

El gigante tecnológico IBM se ocupó del almacenamiento, manejo y control de la circulación y la firma uruguaya InSwitch —que ya tiene experiencia en billeteras electrónicas (ver aparte)— gestionó las acciones de los usuarios de la aplicación, así como también de las transacciones y las transferencias.

El viernes El País consultó al Departamento de Comunicación Institucional del BCU respecto a la continuidad del plan y su evaluación. La respuesta fue: "al término del plan piloto se realizará la evaluación correspondiente y se darán a conocer los resultados". El plan terminó el jueves.

La socia de Guyer & Regules —estudio que asesoró a The Roberto Giori Company en este plan—, Florencia Castagnola dijo a El País que la firma suiza planteó la iniciativa en distintos países y Uruguay fue el primero en implementarla.

"La idea era probar la tecnología, emitir y distribuir" el billete electrónico. Ahora, "sobre una base de cantidad de casos de uso se va a evaluar y queda en la cancha del BCU" resolver si continúa con un plan más amplio o no, afirmó.

Castagnola dijo que su cliente quedó "satisfecho" con "la cantidad de casos de uso".

Por casos de uso se refiere al cash in, cash out y pagos permitidos. El cash in es la transformación de dinero físico en e-Peso, el cash out es la operación inversa, es decir de e-Peso a billete físico y los pagos permitidos son transferencias de la billetera electrónica del usuario a las redes de cobranza (para pagar facturas por ejemplo) o a comercio adheridos.

El cash out seguirá disponible unos días más. "Gracias por ser parte de e-Peso. Este plan piloto esta finalizando. Hasta el 15 de mayo tienes tiempo de retirar el saldo de tu billetera en locales RedPagos", decía el mensaje que recibieron los usuarios de este instrumento.

Luego de culminado ese plazo, los billetes digitales se destruirán.

Castagnola adelantó que en las próximas semanas "van a haber reuniones de evaluación" entre el BCU y los distintos actores que participaron de esta iniciativa (The Roberto Giori Company, Antel, RedPagos, etc.), si bien la decisión final será del Central.

"El desafío es ver si esto sigue adelante qué tipo de normativa requiere" ya que habría que pensar entre otros aspectos en lo que refiere a protección de datos personales, agregó.

Cuando se presentó la iniciativa, el presidente del BCU Mario Bergara remarcó que "esto no es una nueva moneda, esto es el mismo peso uruguayo que en vez de tener un soporte físico en papel o en polímeros (…) tiene un soporte tecnológico".

El jerarca destacó las ventajas que tiene reducir la dependencia del billete tal cual lo conocemos hoy. Entre otros, baja los costos de impresión y los logísticos, y aumenta la transparencia y la seguridad.

"Tanto en términos de eficiencia, de reducción de costos, de transparencia, de seguridad, este sería un mecanismo que da muchas más ventajas que lo que es el mundo del billete físico", aseguró aquella vez.

Los pronósticos acerca de cuándo morirán los billetes y monedas como los conocemos hoy han circulado de manera profusa en los últimos años. Algunos países, de hecho, han acelerado estos procesos (es el caso de Uruguay con su programa de inclusión financiera, que promueve la adopción de medios de pago electrónicos en detrimento de los tradicionales). Dinamarca —los países nórdicos han sido punta de lanza en estas iniciativas— anunció ya en 2015 un plan para erradicar el dinero contante y sonante de sus comercios.

Pero la iniciativa de Uruguay difirió de la del resto de las naciones que han adoptado políticas en este sentido, había dicho Bergara. "Como experiencia de comenzar a emitir billetes en formato digital Uruguay con esto se pone a la vanguardia a nivel internacional", dado que "es la primera experiencia de emisión de billetes digitales que se hace en el mundo desde el banco central", indicó.

Bergara explicó en aquella ocasión que, de prosperar esta fase piloto y extenderse más allá de los primeros seis meses de prueba, "no va a ser una sustitución inmediata ni nada por el estilo" de los billetes físicos.

El titular del BCU aclaró que si bien en el plan piloto solo usuarios de Antel podían acceder al e-Peso, si el esquema es evaluado como exitoso y se decide seguir adelante, las otras telefónicas podrán adherirse.

La experiencia de la empresa uruguaya en la materia

La empresa uruguaya InSwitch es pionera en implementar el estándar de interoperabilidad de dinero electrónico (GSMA Mobile Money API), había señalado El Empresario. Eso supone que un kiosco pueda cobrar mediante una billetera electrónica y luego pagar a sus proveedores con dinero electrónico sin importar qué proveedor tecnológico posea cada uno. Ese estándar único de interoperabilidad de dinero electrónico está pensado para que funcione entre los actores del ecosistema (empresas de telecomunicaciones, bancos, gobiernos, comerciantes, distribuidores, consumidor final, financieras, entre otros). El estándar fue implementado a inicios de marzo en el proyecto de billetera electrónica Tigo Money, en Bolivia, que posee 400.000 usuarios, pero el plan es que de ahora en más todos sus productos ya se lancen con este estándar. A su vez, durante este año lo incluirán en los 10 proyectos de billetera electrónica que ya posee la firma en Latinoamérica, que a fines de este año abarcará 10 millones de usuarios. "Lo positivo de esto es que, como es el estándar mundial, se implementa ahora y dura para siempre. Se trata de un diferencial para In Switch, para asegurar la interoperabilidad a nuestros clientes actuales y futuros, y nos abre la puerta a mercados" había dicho el CEO de InSwitch, Amilcar Perea.

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