El tipo de cambio finalizó la primera semana de noviembre con un alza "punta a punta" de 0,29%, como consecuencia de una mejora en los niveles de liquidez de los agentes locales y con cierta incidencia de los aumentos del dólar a nivel internacional. Si el billete verde no subió más en el mercado local fue por la intervención del Banco Central (BCU) en el lado vendedor.

Las compraventas interbancarias de ayer se realizaron en promedio a $ 29,449, lo que implicó el tercer avance diario consecutivo, esta vez de 0,14%. En este nivel, el más elevado desde el 30 de julio de 2004, la divisa acumula un aumento de 21,02% en 2015.

Por su parte, el Banco República (BROU) incrementó ayer respecto al jueves cinco centésimos la cotización al público hasta $ 29 la compra y $ 29,90 la venta. La variación semanal fue también de un alza de cinco centésimos.

El mercado local inició la semana el martes, tras el feriado del lunes, con cierta presión vendedora, como consecuencia de los problemas de liquidez que tuvieron los bancos.

De hecho, la tasa call, lo que deben pagar las instituciones financieras por préstamos de pesos entre sí a un día de plazo, se operó en el 40%.

Sin embargo, a partir del miércoles esta situación de iliquidez comenzó a revertirse, con lo que la tónica del mercado pasó a ser más compradora. A esto se le sumaron los avances que tuvo el dólar a nivel internacional.

Como viene sucediendo en los últimos meses, cada vez que el mercado local muestra un poco más de fuerza en la presión compradora, siempre aparece el BCU, y esta semana no fue la excepción. En las dos sesiones que intervino, el Central vendió un total de US$ 7,9 millones, con lo que evitó un avance mayor del tipo de cambio.

Más allá de los cambios en las tendencias, según fueron los niveles de liquidez, el mercado local siempre se mantuvo muy tranquilo, con escasos negocios y con el dólar moviéndose dentro de un rango estrecho de precios.

A través de las pantallas de la Bolsa Electrónica de Valores (Bevsa) se operaron apenas US$ 32,3 millones en las cuatro jornadas de la semana.

Suba en 2015 llegó a 21%