Bancos privados, AEBU y la Bolsa de Valores estudian efecto del fenómeno.

El arribo al mercado financiero de plataformas web que conectan ahorristas con personas que necesiten capital enciende luces amarillas. Así entonces, diferentes sectores piden que haya controles y regulaciones para estos nuevos "Uber financieros". Uno de los motivos esgrimidos es evitar que esas plataformas puedan constituirse en sitios donde exista riesgo de lavado de activos y financiamiento del terrorismo.

Actualmente hay cuatro plataformas que quieren incursionar en el nicho de préstamos entre personas (peer to peer): Inversionate, Prezzta, Tu tasa y Socius. El mecanismo es simple; esas empresas buscan conectar a personas que necesitan préstamos con inversionistas, operando por fuera del sistema bancario tradicional.

La modalidad apunta, básicamente, a pequeños ahorristas que pretenden un retorno rápido de sus inversiones. A su vez, el solicitante puede gestionar el dinero para financiar estudios, viajes o compra de bienes.

Pero la incorporación de esa modalidad de créditos no pasó desapercibida para los actores tradicionales del sistema financiero que, incluso mantuvieron una reunión hace dos semanas con el directorio del Banco Central (BCU) y el superintendente de Servicios Financieros de la institución, Juan Pedro Cantera.

Allí participaron representantes de la Asociación de Bancos Privados (ABPU), de la Bolsa de Valores de Montevideo, de la Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias y del sindicato bancario (AEBU). Y todos los actores transmitieron en ese ámbito su preocupación por la incorporación de los "Uber financieros" al mercado. Las cuatro entidades están "estudiando el tema" en conjunto, dijo a El País el director ejecutivo de la ABPU, Jorge Ottavianelli.

Un documento elaborado por AEBU al que accedió El País indicó que en los últimos meses comenzaron a cobrar visibilidad en Uruguay mecanismos de préstamos entre personas (peer to peer), realizados por canales electrónicos, que son ofrecidos por empresas que no son controladas por los organismos de supervisión de la actividad financiera.

Añadió que "si bien los préstamos entre particulares existen desde siempre, la novedad es que con el explosivo crecimiento de Internet y de las redes sociales, los canales electrónicos se han convertido en el ámbito natural para el desarrollo de mecanismos en línea para otorgar dichos préstamos".

Una de las preocupaciones señaladas por AEBU es que en los mecanismos de préstamos entre partes, el ahorrista que presta sus fondos está claramente expuesto al riesgo de crédito, es decir, a la eventualidad de enfrentar pérdidas frente a la falta de pago de las personas a las cuales les prestó dinero.

"Los controles que se ejercen sobre el sistema financiero apuntan, justamente, a mitigar este tipo de riesgos, contribuyendo a disminuir las asimetrías de información intrínsecas a la actividad financiera, y a minimizar las fallas del mercado", indicó el documento.

Es por eso que el sindicato consideró que los préstamos entre partes deben contar con algún tipo de control que mitigue los riesgos.

"Otra razón poderosa que, en nuestra opinión, justifica realizar controles sobre este tipo de actividades, es el riesgo de lavado de dinero", sostuvo el sindicato.

En ese sentido expresó que la obligación de reportar obligaciones inusuales o sospechosas, y otras medidas de control, pueden mitigar el riesgo de que se utilice estos mecanismos crediticios para lavar activos.

El escrito también mencionó que una de las empresas que comenzó a darse a conocer (refiriéndose a Tu tasa, ver aparte) cuenta con un "Manual de prevención del lavado de activos", y reconoce que "en esta materia su operativa es análoga a la de los sujetos obligados a informar las transacciones sospechosas".

"Decir que la operativa es análoga, es decir que los riesgos son análogos. En este sentido, no parece lógico que estas empresas no sean controladas desde el punto de vista del riesgo del lavado de activos, mientras que otras empresas con riesgos similares sí son controladas", afirmó el sindicato bancario.

Y por esas razones, señaló que las empresas que intermedian en préstamos peer to peer deben ser controladas para que no representen riesgos para los inversionistas y no constituyan ámbitos donde exista el riesgo de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo.

Para AEBU, por tratarse de actividades financieras, debiera ser el BCU, a través de la Superintendencia de Servicios Financieros, el organismo que debiera supervisar y controlar a esas empresas.

La ABPU tiene clara su posición al respecto. El criterio es que a igual nivel de riesgo, igual regulación, señaló Ottavianelli.

A su vez, el presidente de la Bolsa de Valores, Pablo Sitjar, dijo a El País que la tarea ahora es determinar cuál será el modelo del sistema financiero del futuro, para poder establecer allí las regulaciones acordes.

"Hay que pensar anticipadamente en el sistema de cinco o 10 años para adelante; este tipo de fenómenos se vienen inexorablemente. Hay que definir el marco regulatorio, porque la tecnología se va a incorporar. Ese mismo desafío ocurre ahora en Estados Unidos", explicó Sitjar.

En el escenario planteado, será el BCU el que deberá definir si regula y cómo, el mercado de los préstamos peer to peer. Al igual que el Uber del transporte, la llegada de nuevas herramientas genera preocupación en los actores tradicionales.

La plataforma de préstamos entre personas Tu tasa estableció un "Manual para la prevención de lavado de activos y financiamiento del terrorismo". En el documento señaló que el directorio de la empresa será el órgano responsable de llevar adelante los controles. Indicó que una de sus competencias será la de ejercer un "adecuado control del riesgo en relación a la institución procurando ser tolerante en ciertos aspectos y exigente en aquellos puntos esenciales y de vital importancia para la empresa". Añadió que realizará un monitoreo en "forma permanente los resultados de los controles aplicados y su grado de efectividad, para detectar aquellas operaciones que resulten inusuales o sospechosas y corregir las deficiencias existentes en el proceso de gestión del riesgo".

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