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El manejo del dinero en los niños: seis modelos de paternidad y finanzas

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La falta de hábito, la escasa educación financiera y el consumismo, entre otros, son factores que no ayudan a que crezca la tasa de ahorro. Foto: G. Pérez

FINANZAS DE BOLSILLO

¿Cómo son los padres de la generación Z a la hora de darles plata a sus hijos? ¿Qué deben hacer y qué no al enseñarles a niños sobre el dinero?

“Las lecciones de educación financiera se imparten en casa..., no en la escuela” es la primer definición de Robert Kiyosaki, autor del famoso libro “Padre rico, padre pobre”, pero también de “Niño rico, niño listo”, algo así como una guía de ayuda para que los padres emprendan la tarea.

Poco y nada se habla en la escuela de la importancia de ahorrar, de la diferencia entre un gasto y una inversión, de tasas de interés y de cómo estas lecciones pueden jugarnos a favor o en contra según del lado en el que estemos (inversor/deudor).

Recién en la última década el Banco Central (BCU) ha intentado promoverlo mediante el Programa de Educación Económica y Financiera, que incluye una feria.

Una de las maneras de que los niños aprenden, es empezando a manejar dinero. “Postergar demasiado el manejo de dinero es un error. A partir de que los niños saben sumar, a los seis años, deberían empezar a manejar cantidades reducidas de dinero en forma semanal. Es una manera de enseñarles a, por un lado, administrar su dinero de modo que les alcance todo ese tiempo y, por otro, a ahorrar y que descubran la gratificación tardía”, explica el experto en finanzas personales Nicolás Litvinoff, director de EsTuDinero.org.

“En los niños, el hábito del ahorro sin dudas tiene que empezar a ser conversado junto con las primeras veces que ellos reciben sus primeros dineros: Ratón Pérez, regalos de abuelos, cumpleaños”, recomienda Alejandro Bar, socio de la Fintech Invuelto.

Para el final de la escuela viene la administración del dinero

Sobre el final de la escuela, llegará la noción más acabada de ahorro. Es cuando desarrollan la capacidad de especulación. “Allí se empieza a visualizar el ahorro como factor de progreso. Especulan que es mejor juntar las moneditas que van recibiendo para luego comprarse algo más importante”, señala el economista argentino Martín Krause en su libro “La economía explicada a mis hijos”. Cuando el niño deja la escuela, se le puede empezar a dar dinero durante períodos más prolongados: por quincena o por mes. Es importante que sepa que, si se lo gasta antes de tiempo, no se le repondrá. Establecer prioridades los enfrenta a tener que elegir qué es lo más importante.

Foto: Pixabay
Los padres son los que deben enseñarle a sus hijos la importancia del ahorro, según expertos. Foto: Pixabay

CAJERO AUTOMÁTICO. Son padres que les dan el dinero a demanda o cada día. Por lo general, ellos mismos no son muy organizados con sus finanzas y no saben en qué se les va el dinero. En ocasiones, como notan que sus hijos gastan toda la plata de la semana en un solo día, lo resuelven con entregas diarias. En la adolescencia, les dan extensiones de las tarjetas sin limitar los gastos.

De esa forma, no aprenden a manejar dinero (mucho menos el concepto de ahorrarlo), si no a gastarlo.

COCODRILO. “No necesitás dinero hasta el liceo”, suelen repetir estos padres. Sus hijos solo manejan el dinero que “trae el ratón Pérez” o que les dan los abuelos y tíos en fechas especiales. Los padres asumen todos los gastos en los quioscos, las jugueterías y los consumos digitales de los niños.

No abren la billetera con facilidad, pero tampoco tienen claro en qué momento darles dinero para que lo manejen ellos.

Para Litvinoff no enseñarles desde pequeños a manejar su dinero, es un error. “Los niños que aprenden la gratificación tardía, que es la base de por qué ahorrar, son los que más eficientes son de grandes para manejar sus finanzas”, afirma.

BILLETERA CULPOSA. Son aquellos que no los dejan gastar sus ahorros porque se sienten culpables o sienten que es su responsabilidad pagar todo. Además, suelen establecer un sistema de premios y castigos para sus hijos por ordenar su cuarto, traer buenas notas o portarse bien.

El economista Martín Krause, autor del libro “Economía explicada a mis hijos”, dice que en el mundo adulto el dinero es el premio por hacer las cosas bien, pero advierte que con los niños sucede distinto.

“El sistema de premios y castigos traducido al dinero rompe la idea de colaboración familiar, en la que todos aportamos y hacemos”, precisa.

INVERSOR. Están interesados en que sus hijos aprendan el manejo del dinero desde chicos. Les proponen que compren dólares, que ahorren, que posterguen el deseo, para obtener así mayores beneficios. Les enseñan a separar para ahorro al menos un 20% de lo que reciben. Y les explican estrategias de inversión, no solo para que el dinero no pierda valor, sino para obtener ganancias.

“Los padres pueden ser el banco y enseñarles el concepto de plazo fijo. Los niños que aprenden a no gastar todo y a invertir son los que tienen más solvencia económica y capacidad de invertir en la vida adulta”, dice Litvinoff.

BILLETE DE $ 20. Sus hijos son dueños de las monedas y los billetes de $ 20 que dan vueltas por la casa. La inflación y la suba del dólar generó un mensaje equívoco en sus hijos. Ahorrar no tiene sentido. Por ejemplo, los niños son los destinatarios de las monedas de $ 1 y $ 2, que nadie quiere. El mensaje no deseado termina siendo que la plata quema y que hay que gastarla antes de que pierda valor.

“Es difícil explicarle a la nueva generación el concepto del chanchito. Pero el peligro es hacerle ver que la plata no vale, que la plata chica quema y hay que gastarla pronto”, dice el economista Krause.

CONTROL DE GASTOS. Son quienes les asignan una suma de dinero por semana y cuando son más grandes, y ya aprendieron a administrar, les dan por mes. Puede ser dinero en efectivo o tarjetas prepagas, que permiten limitar los gastos. Les dan un monto que tiene relación con el nivel de gasto de su hijo y lo ayudan a organizarse para que administre ese dinero en un cierto período. Si se lo gasta, tiene que esperar hasta volver a recibir dinero.

“El quiosco es el primer espacio de autonomía tutelada que tienen los niños. Y en compañía de los padres pueden empezar a hacer una compra inteligente. Pero es importante que sientan esos espacios de libertad y decisión personal, porque los ayuda a crecer”, dice Eva Rottenberg, directora de la Escuela para Padres.

La Caja de Ahorro para adolescentes del Banco República

Tras la reforma de su carta orgánica, el Banco República habilitó a fines de 2011 a los adolescentes entre 14 y 17 años a abrir cuentas, disponer de una tarjeta de débito y realizar pagos contra la misma por sí solos. Se llama “X mi cuenta”, es una caja de ahorro en moneda nacional, que permite a adolescentes operar a través de Internet y les proporciona una tarjeta RedBROU para operar en cajero con posibilidad de usarla como débito para realizar compras y pagos. Permite realizar plazos fijos y no tiene costos por bajo promedio ni comisión por administración.

La pregunta: ¿En qué consiste el programa del Banco Central de educación económica y financiera?

La respuesta: El Banco Central (BCU), a través de su programa de educación económica y financiera BCUEduca, aporta conocimiento e información para comprender los conceptos económicos y financieros y facilitar la toma de decisiones en la vida cotidiana.

Una vez al año, el BCU organiza la “Semana de la educación económica y financiera” donde desarrolla diferentes actividades y propuestas.
Además, el BCU junto con CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, elaboró con la participación de docentes la publicación “Economía y finanzas para docentes, una guía teórico-práctica para educadores de niños y adolescentes”.

La guía tiene como objetivo general la incorporación de la temática a los programas oficiales de estudio, con conceptos básicos en economía y finanzas, entre ellos el dinero y el comercio, los gastos, los ingresos y el presupuesto, el consumo responsable, los indicadores económicos, el ahorro, el crédito y los medios de pago, entre otros.

También organiza la Feria Interactiva de Economía y Finanzas (FIEF), que recibe a escolares, liceales, estudiantes de UTU y docentes, donde se plasman los conceptos económicos y financieros mediante distintos juegos. La FIEF ha recorrido varios departamentos.

(Fuente:Banco Central)

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