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La AFIP argentina hará un “monitoreo permanente” de los pedidos de residencia fiscal en Uruguay

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Cumpliendo con ciertas formalidades, la AFIP argentina puede solicitar información fiscal a la DGI por acuerdo vigente. Foto: La Nación (GDA)

POLÉMICA

El organismo fiscalizador en materia impositiva de Argentina, aclaró que vigilará que las mudanzas sean genuinas y no ficticias. Aconsejan a interesados dar de baja celular y tarjetas.

Una de las leyes de Newton que revolucionaron la física plantea que toda acción tiene una reacción contraria y de igual magnitud. Esto podría aplicarse al tema de la residencia fiscal, ya que luego que el gobierno uruguayo divulgó la semana pasada medidas para captar ciudadanos extranjeros que inviertan en el país, Argentina respondió advirtiendo que controlará esos movimientos para evitar mudanzas ficticias (aquellas que tienen como único motivo la planificación fiscal y en las que la persona no cortó los lazos con su país).

A raíz del aumento de consultas de argentinos para empezar a tributar en Uruguay, la AFIP -entidad que se encarga del control y recaudación de impuestos, como la DGI local- advirtió que continuará controlando a quienes inicien los trámites, como viene haciéndolo desde el verano, y que seguirá bien cada caso para asegurarse de que sea una modificación "genuina" de la residencia.

Esa fue la respuesta desde el país vecino al decreto emitido la semana pasada por el gobierno liderado por Luis Lacalle Pou, que sumó dos nuevas opciones a las ya existentes desde 2016 para dar la residencia fiscal a un extranjero que no tenga esta estatus en otro país.

Ahora podrán hacerlo quienes inviertan en inmuebles 3,5 millones de Unidades Indexadas (UI) -US$ 380.000- y permanezcan en el país al menos 60 días en un año, y los que tengan participación en una empresa por valor superior a 15 millones de UI - US$ 1,6 millones- y generen desde julio al menos 15 nuevos puestos de trabajo directos en relación de dependencia a tiempo completo.

Según informó ayer el diario La Nación de Argentina, fuentes oficiales dijeron que no hay inconvenientes en una modificación de residencia fiscal per se, pero tiene que ser un trámite genuino. Afirmaron que "se monitorea permanentemente" que se cumpla con lo estipulado en las normas para obtener o perder la residencia fiscal argentina, porque obtener la uruguaya no necesariamente implica perder la argentina automáticamente.

En las últimas semanas El País dio cuenta en base a dichos de profesionales que asesoran clientes del exterior de un aumento de las consultas de argentinos para radicarse e invertir, especialmente en el rubro inmobiliario y agropecuario.

A lo ya anunciado, se agregará un proyecto de ley que extenderá de cinco a 10 años la llamada “vacación fiscal” que tienen los extranjeros que llegan al país. Esto significa que por ese lapso no abonan Impuesto a la Renta por los rendimientos mobiliarios -intereses por depósitos, dividendos de acciones, bonos, obligaciones o títulos de renta fija, entre otros- fuera del país, lo que se suma a que Uruguay no cobra tributos a las rentas generadas en el exterior por rendimientos inmobiliarios y por incrementos de patrimonio.

Consejos.

Los argentinos que quieran cruzar el charco deberán renunciar a su residencia fiscal en el país vecino, una tarea un poco más complicada.

Para ese trámite, explicó la contadora argentina Fernanda Laiún del estudio Laiún, Fernández Sabella & Smudt, hay dos caminos: adquirir una residencia permanente en otro país a efectos migratorios, no solamente la fiscal; o permanecer en el exterior por un período continuado de 12 meses y sin ir a Argentina más de 90 días.

Modificaciones en los requisitos para obtener la residencia fiscal incentivan a mayores consultas. Foto: Archivo El País
Modificaciones en los requisitos para obtener la residencia fiscal incentivan a mayores consultas. Foto: Archivo El País

La posibilidad de incurrir en una doble residencia fiscal no es un argumento disuasivo que utilice solamente la AFIP, sino también los tributaristas que asesoran a clientes que desean cambiar de lugar.

"El decreto de Uruguay son normas de Uruguay, pero una persona que quiere ir por este camino tiene que considerar las normas de Argentina, que son distintas", aclaró Miguel La Vista, del estudio La Vista Casal. "En teoría, ambas residencias pueden solaparse y ese es el terreno que nadie quiere pisar, porque en ese caso ambos países tienen derecho a exigirle a ese contribuyente el pago de impuestos", apuntó.

Para evitar inconvenientes, se recomienda cumplir la norma de residencia fiscal uruguaya, pero también evitar la residencia fiscal argentina "con holgura". Es decir: mudarse, evaluar cuestiones complementarias, "salir de la zona de simulación", aconsejó el especialista. Los detalles importan, añadió Laiún. Lo más habitual entre los clientes que quieren cambiar su residencia fiscal a Uruguay es que quieran mantener la tarjeta prepaga argentina o su número de celular. Recomienda que abandonen esas pretensiones. (Con información de La Nación-GDA)

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