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Alerta por comercio mundial y perspectivas para Uruguay

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Prevén que las exportaciones uruguayas crezcan en 2019, aunque preocupa el comercio mundial. Foto: Archivo El País

El optimismo está en la soja

OMC advierte que su indicador trimestral está en el nivel más bajo en 9 años.

La Organización Mundial del Comercio (OMC) dio a conocer que su indicador trimestral sobre perspectivas cayó a su nivel más bajo en nueve años y advirtió sobre una desaceleración más pronunciada si las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China se mantienen. Entre hoy y mañana se desarrollará la cuarta ronda de negociaciones entre ambas partes con el objetivo de concluir la "guerra comercial" antes del 1° de marzo, fecha acordada para sellar un pacto definitivo.

Si bien en Uruguay el panorama no es tan severo y se estima que las exportaciones crezcan este año en el orden de 4,2%, sí hay factores negativos —algunos propios del país y otros de la región— que amenazan las ventas al exterior.

El año pasado la OMC había estimado que en 2019 el crecimiento del comercio mundial se ubicaría en 3,9% pero el pasado septiembre recortó sus proyecciones a 3,7%. Asimismo, indicó en un comunicado que la baja del dinamismo "resalta la urgencia de reducir las tensiones comerciales, que junto con los continuos riesgos políticos y la volatilidad financiera podrían anticipar una desaceleración económica más amplia", o un rebote dependiendo de las decisiones políticas.

A su vez, el indicador trimestral de la OMC se ubicó en 96,3, siendo el nivel más débil desde marzo de 2010 y más bajo que el registrado en el trimestre anterior (98,6). Resultados por debajo de 100 indican un crecimiento inferior a la tendencia comercial.

Este indicador se basa —entre otras cosas— en los pedidos de exportación, fletes aéreos internacionales, tráfico portuario de contenedores y en el comercio de mercancías.

Según dijo a El País el doctor en Economía, Marcel Vaillant, "la alerta que plantea (la OMC) a los gobiernos, es que las controversias y los conflictos comerciales no son gratis".

Escena local.

En lo que respecta al comercio exterior uruguayo se vislumbran tanto aspectos negativos como positivos. Entre los primeros, se sitúa la inestabilidad política mundial y el alto nivel de exposición de las economías de los cuatro principales socios comerciales de Uruguay a enero de este año: China, Brasil, Estados Unidos y Argentina.

De modo favorable, se estima que, a diferencia de lo que ocurrió el año pasado, las exportaciones de soja aumenten de forma significativa este año por mejoras en las condiciones climáticas (en 2018 las exportaciones uruguayas hubieran crecido 9% sin el "efecto soja").

Las proyecciones del Instituto Uruguay XXI prevén que este año las exportaciones de bienes crecerán 4,2%, producto de una estabilidad en los precios de los commodities y una mejora en la producción de bienes agroindustriales.

Para Marcos Soto, socio de la consultora CSC e integrante de la Dirección Académica de la UCU Business School, los rubros que "seguramente sean motivo de preocupación son los productos no tradicionales o con mayores niveles de industrialización, que generalmente son demandados por los países del Mercosur".

Según Soto, "si bien es cierto que existirá una ralentización en los volúmenes de intercambio comercial a nivel mundial", lo relevante es ver qué sucede con los países que demandan los productos uruguayos en lugar de examinar el escenario promedio mundial.

"Hubo años (2012-2014) que Uruguay alcanzó picos de exportaciones mientras que en el mundo la tasa de crecimiento del comercio era realmente mucho más baja", ejemplificó.

Por su parte, el director del Departamento de Negocios Internacionales de la Universidad Católica, Ignacio Bartesaghi, manifestó a El País que las perspectivas para el comercio y la economía mundial este año "no son muy buenas", especialmente por los efectos de la "guerra comercial lanzada por Estados Unidos, hoy acotada a China, pero con altas posibilidades de que se expanda a la Unión Europea en algunos sectores".

Las dificultades económicas argentinas en año electoral, sumado a un Brasil que debe terminar de asumir la transición iniciada por Jair Bolsonaro, son para Bartesaghi las realidades que Uruguay deberá tener en cuenta.

Como desafío, señaló que "sigue siendo central" que el país avance en la inserción internacional, en la captación de inversiones y en la promoción comercial.

Frente a un contexto de inestabilidad, Bartesaghi afirmó que el país "no muestra fortalezas para enfrentar los posibles vaivenes de la economía internacional" dada su escasa diversificación productiva.

Ejes estratégicos

Para Vaillant, hasta que Uruguay no logre suscribir acuerdos comerciales preferenciales seguirá "con las manos atadas" y señaló que cuando los mercados amenazan cerrarse, mantenerlos abiertos es una tarea "permanente y necesaria". Soto planteó la "necesidad de un reposicionamiento estratégico" a partir de varios ejes:

Matriz. Diversificación en la matriz exportadora con productos de mayor valor agregado y con instrumentos que alienten a las Pymes a entrar en el circuito exportador.

Servicios. Aprovechar la mano de obra e infraestructura tecnológica para avanzar en la exportación de servicios, un rubro más dinámico e independiente del Mercosur.

Hub logístico. Aprovechar la capacidad, la infraestructura y los regímenes de excepción como las zonas francas para constituir a Uruguay en hub logístico del e-commerce regional.

Destinos. Diversificar mercados: solo cuatro países representan el 45% de las exportaciones y cualquier cambio en ellos puede tener impactos severos para Uruguay.

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