La economía brasileña caerá este año un 3,24% y la inflación se situará en el 7,21%, según un sondeo publicado ayer por el Banco Central con entrevistas a expertos de un centenar de instituciones financieras.

La proyección del Producto Interior Bruto (PIB) de 2016 es ligeramente mejor que la divulgada la pasada semana, cuando los analistas esperaban una descenso de 3,27%.

Con la caída prevista para este año y después de cerrar 2015 con un retroceso de 3,8%, los economistas del mercado financiero creen que el país retomará la senda del crecimiento en 2017, cuando se espera que la economía brasileña avance un 1,10%.

Según el sondeo semanal, conocido como el boletín Focus, la inflación cerrará el año en 7,21%, la misma proyección que la realizada la semana pasada.

Ya para el año próximo, los economistas prevén que el índice de precios desacelere hasta al 5,20%, frente al 5,29% pronosticado hace una semana.

Desde hace años el gobierno ha fijado una meta oficial para la inflación anual del 4,5%, con un índice de tolerancia de dos puntos porcentuales, que la elevan hasta el 6,5%.

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