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El asesor de inversiones de los famosos, que realizó la mayor estafa Ponzi de la historia, falleció

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Bernie Madoff falleció ayer en prisión donde cumplía una condena de 150 años por 11 delitos. Foto: AFP
(FILES) In this file photo Bernard Madoff leaves US Federal Court after a hearing regarding his bail on January 14, 2009 in New York. - Bernie Madoff, the mastermind behind the worst financial scam in history, has died in prison at age 82, US media reported on April 14, 2021. Madoff was sentenced to 150 years in prison in 2009 for running a pyramid-style scheme that defrauded tens of thousands of people around the world.The scheme was estimated to be worth anywhere between $25 billion and $63 billion. (Photo by Timothy A. CLARY / AFP)
TIMOTHY A. CLARY/AFP

OBITUARIO

Expertos en finanzas teorizaron que el esquema de Ponzi de Madoff duró tanto tiempo porque apeló más al miedo de sus clientes que a su codicia.

Era el asesor de inversiones de fondos y famosos en Estados Unidos, creó una estratagema que por décadas funcionó hasta que la crisis financiera global de 2008/2009 desnudó una estafa conocida como esquema Ponzi. El asesor Bernie Madoff, sentenciado en 2009 a 150 años de prisión, falleció ayer a los 82 años de edad.

Entre los clientes de Madoff figuraban empresas, fondos de pensiones, fondos de cobertura y organizaciones de beneficencia, celebridades como Kevin Bacon, Kyra Sedgwick y John Malkovich, y una ONG asociada con el director de cine Steven Spielberg. También el multimillonario Fred Wilpon, dueño del equipo de béisbol New York Mets.

Pero, ¿cómo llegó Madoff a convertirse en un gurú de los mercados? Bernard Lawrence Madoff nació en Brooklyn el 29 de abril de 1938, hijo de Ralph y Sylvia (Muntner) Madoff, ambos hijos de inmigrantes de clase trabajadora de Europa del Este. Creció en Laurelton, en el sur de Queens cerca de lo que ahora es el Aeropuerto Kennedy. Fue en Laurelton que conoció y en 1959 se casó con Ruth Alpern, cuyo padre tenía un pequeño pero promisorio despacho contable en Manhattan.

Antes de graduarse de la Universidad de Hofstra en 1960, ya había registrado su propia empresa de bolsa ante la SEC (el organismo regulador bursátil de Estados Unidos): Bernard L. Madoff Investment Securities, que financió en parte con el dinero que había ganado como salvavidas de verano y con una empresa de instalación de rociadores de jardín que operaba en la escuela.

Aprovechando el apoyo de la familia de su esposa y el boom económico de los 60, el negocio del joven inversor creció y sobrevivió la desaceleración de los 70 al dedicarse al mundo en expansión de los inversores institucionales que rápidamente remplazaban a los inversores minoristas como actores dominantes en Wall Street. Después de que su hermano Peter se uniese a la firma, se convirtió en uno de los pioneros del uso de la informática en los mercados, lo que le llevó en los 90 a presidir el Nasdaq, la mayor bolsa electrónica del mundo y donde cotizan la mayor parte de las grandes tecnológicas.

El liderazgo de Madoff en el mercado y la disposición de sus empresas para desafiar las tradiciones de Wall Street lo convirtieron en un consejero confiable. Pero más tarde quedó claro que había empezado a participar en prácticas cuestionables poco después de su llegada a Wall Street. Madoff nunca invirtió un centavo del dinero que sus clientes le confiaron.

Para fines de la década del 80, los fondos de cobertura, los planes de pensiones y las dotaciones universitarias confiaban cientos de millones de dólares a Madoff, a pesar de que la suya era una operación comercial envuelta en el secreto, empleaba estados de cuenta sospechosamente anticuados y unas auditorías independientes que las firmaba una empresa unipersonal en una oficina de fachada en los suburbios.

Su voz llegó a convertirse en una de las más respetadas en los mercados y muchos clientes adinerados prácticamente se peleaban por confiarle su dinero, algo que Madoff siempre alentó vendiendo un aire de exclusividad. Según varios testimonios, acostumbraba a rechazar a quienes no podían invertir grandes cantidades.

“Creíamos que era Dios. Le confiábamos todo a él”, dijo en 2009 el Premio Nobel de la Paz Elie Wiesel, cuya fundación perdió US$ 15,2 millones.

¿Cómo construyó su estratagema? En un esquema Ponzi típico, el dinero de los nuevos inversores se utiliza para pagar las sumas adeudadas a los inversores anteriores. En la década de 1990, se creó una industria artesanal de fondos de cobertura y sociedades privadas que servían como portales supuestamente exclusivos a través de los cuales los inversores podían beneficiarse del genio inversor de Madoff. Estos fondos recaudaron miles de millones de dólares que él utilizó para pagar las ganancias prometidas a sus primeros clientes y cubrir los retiros cuando era necesario.

Expertos en finanzas teorizaron que el esquema de Ponzi de Madoff duró tanto tiempo porque apeló más al miedo de sus clientes que a su codicia: les prometía consistencia en un mercado cada vez más volátil, no rendimientos sorprendentes. Y siempre cumplió con lo prometido, ya que nunca dejó de atender una solicitud de reembolso y nunca se quedó corto en cuanto a los beneficios que había previsto.

Ese esquema Ponzi, que había sobrevivido a varias crisis, se desmoronó con la crisis financiera en septiembre de 2008 cuando quebró el banco de inversión Lehman Brothers. Los fondos de inversión que trabajaban con Madoff se vieron obligados a retirar miles de millones de dólares de sus cuentas. Para diciembre de 2008 más de US$ 12.000 millones habían sido retirados e ingresaba poco efectivo fresco para cubrir los pagos.

Enfrentado a la ruina, Madoff le confesó a sus dos hijos que su operación de manejo de dinero, supuestamente rentable, era en realidad “una gran mentira”. Al día siguiente reportaron su confesión a las autoridades y un día más tarde, el 11 de diciembre de 2008, fue arrestado en su penthouse de Manhattan.

Las pérdidas en capital alcanzaron US$ 64.800 millones de dólares, si se toman en cuenta las ganancias ficticias que les había abonado a las cuentas de sus clientes en por lo menos dos décadas. Las pérdidas reales, sin contar los beneficios ficticios, se calcularon recientemente entre US$ 17.000 millones y US$ 20.000 millones: uno de los mayores fraudes financieros registrados y, sin duda, el mayor esquema Ponzi de la historia. (En base a EFE, AFP, Reuters y The New York Times)

Suicidios, 11 delitos y dinero a devolver

En junio de 2009, Madoff se declaró culpable de 11 delitos económicos, entre ellos fraude bursátil, declaraciones falsas y blanqueo de dinero, por los que se le impuso una sentencia ejemplar, con la pena más alta posible: 150 años de prisión. Ante el juez, el asesor pidió perdón y aseguró que no había ningún tipo de justificación para su comportamiento. “Lo siento mucho y estoy profundamente arrepentido”, dijo al admitir los cargos. El juez que dictó su sentencia consideró sus delitos como “extraordinariamente malvados”.

Su hijo mayor, Mark, se suicidó en su departamento de Manhattan muy temprano la mañana del 11 de diciembre de 2010, en el segundo aniversario del arresto de su padre y su hijo menor, Andrew falleció de cáncer en 2014. Pero no fueron los únicos: al menos dos personas, en su desesperación por las pérdidas, se suicidaron. Uno de los principales inversores de Madoff sufrió un ataque cardíaco mortal tras meses de litigio conflictivo sobre su papel en el esquema. Algunos inversores perdieron sus hogares.

Las autoridades estadounidenses han confiscado unos US$ 4.000 millones vinculados a Madoff y esperan devolver este dinero a sus decenas de miles de víctimas. El dinero había ayudado a Madoff y a su esposa, Ruth, a disfrutar de lujos como un penthouse en Manhattan, propiedades en Francia, coches y yates caros, con un patrimonio neto combinado de unos US$ 825 millones.

Ayer, en la prisión de Butner, en Carolina del Norte y aquejado fallas renales crónicas y varias otras enfermedades, Madoff dejó de existir.

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