Un alto funcionario del Banco Central Europeo (BCE) desestimó ayer las sugerencias de que los bancos centrales en el mundo se estaban apresurando a debilitar sus monedas a fin de ganar ventajas en exportaciones para sus países.

"No hay forma de que se produzca una guerra de divisas. No veo que esto esté ocurriendo, en cualquier caso no en Europa, y tampoco lo veo en el resto del mundo", dijo el miembro del consejo de gobierno del BCE Ewald Nowotny.

El funcionario añadió que el BCE sigue comprometido con su programa de alivio cuantitativo para estimular la economía de la zona euro. "Claramente no hay señales de que podríamos poner fin a este programa antes del tiempo que hemos previsto", indicó.

El BCE no pude contar con un veloz rebote en la inflación debido a que factores como la bajada del precio del petróleo y la debilidad del crecimiento económico en China mantienen contenidos los precios, dijo Nowotny.

El funcionario señaló que "es demasiado pronto para decir, pero definitivamente no podemos contar con un rápido retorno a nuestro objetivo de estabilidad de precios (de una inflación de cerca del 2%)". REUTERS

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