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Bancos deberán tener un mayor "colchón" de capital

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Bóveda
Bóveda del Banco Central del Uruguay, caja fuerte del BCU, nd 20090416, foto Inés Guimaraens, Archivo El País
Archivo El País

La plaza financiera se prepara para las nuevas exigencias a partir de 2017.

Los bancos que operan en el sistema financiero uruguayo deberán constituir un "colchón" de capital mayor que el actual en forma gradual a partir de 2017. En el caso de las instituciones "demasiado grandes para caer" ("too big to fail") deberán tener un "colchón" de capital adicional.

Es el mundo que dejó la crisis financiera internacional de 2008, con la serie de normas conocidas como "Basilea III" que emanaron del Foro de Estabilidad Financiera y el G20 (los 20 países desarrollados y emergentes). Esas normas, básicamente exigen a los bancos que aumenten sus reservas de capital para protegerse de posibles caídas. El banco central de cada país es el encargado de definir cuándo y de qué manera se implementan.

En el caso uruguayo, el Banco Central (BCU) resolvió en una circular (N° 2.235) incorporar a partir de 2017 la exigencia de constituir un "colchón" de conservación de capital. Será de forma gradual e implica que los bancos estarán obligados a mantener capital adicional.

A su vez, los bancos que son "demasiado grandes para caer" —porque derivaría en una crisis de todo el sistema financiero como ocurrió en 2002— tendrán una exigencia de reserva adicional.

La visita de técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre pasados dio pistas al respecto. Allí, las autoridades del BCU "mencionaron que cinco de los 12 bancos (del sistema) habían sido clasificados como de importancia sistémica y se enfrentarían a un recargo de capital, previsto para 2017", según consta en documentos divulgados por el Fondo semanas atrás.

Los cinco bancos de importancia "sistémica" o "demasiado grandes para caer" son el República, el Santander, el Itaú, el Scotiabank y el Itaú. Concentran la mayor parte de los créditos y depósitos (ver aparte).

"En la actualidad el ratio de suficiencia patrimonial varía entre un 8% y 10% de los activos ponderados por riesgo (dependiendo si el banco es considerado sistémico) el cual, con el proyecto normativo pasaría a un mínimo de 9,25% en 2017, hasta llegar a un 10,5% en 2019", se señaló en la consultora CPA Ferrere a El País.

Ese adicional "deberá ser compuesto por capital común (capital de mejor calidad, por ejemplo, aportes de accionistas)", analizó CPA a partir de la circular del BCU.

"En caso que los bancos incumplan los mínimos exigidos, quedarán sujetos a restricciones en materia de distribución de utilidades y otras operativas que disminuyan su patrimonio (bonos al directorio, recompra de acciones, reducción de capital, entre otros casos)", añadió.

Los cinco.

El country head del Scotiabank, Diego Masola, dijo a El País que "hay que ir construyendo de a poquito esas reservas para que el 2017 no te agarre necesitando un montón de plata. En nuestro caso creo que con la propia capitalización de utilidades llegamos. Si falta, van a faltar, US$ 2 millones, US$ 3 millones. Salvo que venga una hecatombe del lado de créditos o de algún otro tipo de pérdidas que uno no sabe, que no se está previendo".

Agregó que "el tema de la reserva por riesgo sistémico es ahora. El regulador local, desde un punto de vista de que no se repita lo que pasó en 2002, todas las cosas que sean para mejorar nos la pide a los bancos".

Para los bancos, tener que poner más capital también les genera pagar más impuestos, algo que ven como contradictorio con el objetivo del BCU (ver aparte).

Por su parte, el presidente del Banco República (BROU), Julio César Porteiro dijo a El País que "las exigencias de mayor capital se van a profundizar y vamos a tenerlo que estudiar con mucho cuidado porque legalmente tenemos la obligación de distribuir utilidades. Hasta la mitad de ellas tienen que entregársele al Ministerio de Economía y hasta el 30% al Fondes".

"Tenemos una protección, que es que por la ley de carta orgánica (del BROU) la responsabilidad patrimonial neta del banco tiene que ser 1,3 veces la responsabilidad patrimonial neta mínima que establezca el BCU", agregó y dijo: "Es tradicional que los accionistas nos pidan que alcancemos al máximo" pero "no es seguro que podamos distribuir los máximos. Nos va a generar análisis adicionales porque quizás tengamos que retener más utilidades que las que estamos reteniendo".

En tanto, Martha Woodcock, controller financiero de Banco Santander dijo a El País que "el capital del banco es sólido: con la estructura de balance y de capital de 2015, Santander cumple los requisitos locales, que son aún más exigentes que la normativa internacional y con la nueva exigencia cumpliría también con los nuevos requerimientos".

Alejandro Vínetz, director financiero de BBVA indicó a El País que el capital por riesgo sistémico "es un tema adicional a otros que impactan en un mayor requisito de capital común".

Cinco con casi el 90% de créditos y depósitos.

En créditos, el Banco República (BROU) tenía el 36,5% del mercado al cierre de enero. Lo seguía el Santander con 18,3%, el BBVA con el 13,2%, el Itaú con 12,4% y el Scotiabank con un 9,2%.

Entre los cinco bancos más grandes y que deben tener un "colchón" adicional de capital por riesgo sistémico, concentraban el 89,6% de los préstamos bancarios. En depósitos, el BROU tenía el 43,5% del mercado al cierre de enero. Lo seguía el Santander con el 16,3%, el Itaú con 12,2%, el BBVA con 9,9% y el Scotiabank con 9,9%.

Entre los cinco "too big to fail" concentraban el 91,8% de los depósitos de los bancos. El hecho de tener que poner más capital, es resistido a nivel regional. "No todos están trabajando tanto como Uruguay en cuanto al paradigma de Basilea III", dijo a El País el presidente del BROU, Julio César Porteiro.

"En ámbitos internacionales como la Federación Latinoamericana de Bancos, escucho que hay un sentimiento de toda América de que la norma de Basilea III están llegando a límites muy fuertes", dijo.

La contradicción entre el Banco Central y DGI.

El BCU les exige más capital a los bancos y la Dirección General Impositiva se ve beneficiada en forma colateral. Es que al aumentar el capital, más dinero deben destinar al pago del Impuesto al Patrimonio. "Es contraintuitivo. Se desprende de lo que fue la reforma tributaria. Cuando se hizo, había un proyecto de que los bancos no paguen más Impuesto al Patrimonio y paguen Impuesto a la Renta. Hubiera sido más lógico. Porque esto es como que te gusta tener bancos más débiles desde el punto de vista del capital, porque cuando más capital tenés, más impuesto pagás, los bancos van a tener el menor capital posible (dentro de la regulación)", dijo a El País el country head del Scotiabank, Diego Masola.

"Los bancos tenemos que ser rentables, para con nuestra propia capitalización de utilidades poder solventar esos requisitos extra de capital. En la medida que eso no se de, por la razón que sea, el capital tiene que venir de afuera, de la casa matriz. Estamos intentando evitar esa importación de capital, porque es muy doloroso y muy costoso", añadió. La Asociación de Bancos Privados (ABPU) insiste en que se cambie esa lógica. Masola dijo que "todas las industrias tienen el 1,5% y nosotros tenemos el 2,8% de Impuesto al Patrimonio. En el futuro se debería revisitar a través de otro proyecto de ley". Afirmó que "tenemos una banca que salvo el República, es extranjera. Todos nos regimos por las normas de mercado porque por ahí nuestro accionista es un bombero que está en Toronto que compró acciones del Scotiabank. Ese tipo quiere un retorno de su inversión. Tenemos que ser realistas, si buscamos bancos internacionales que nos hicieron salir de la crisis anterior, por otro lado tenemos que convencernos que esos bancos que cotizan en bolsa tienen ciertos requisitos mínimos de retorno de la inversión".

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