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1880: baños públicos de lujo para turistas en Montevideo

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Antiguo Hotel Nacional.

Desde mediados del siglo XIX la península de Montevideo estuvo dividida al medio por la Cuchilla Grande (18 de Julio hasta el final de Sarandí).

Allí estaba casi todo: el puerto, las viviendas más lujosas y avanzadas, en las que residía lo más granado de la sociedad uruguaya; las casas importadoras más prestigiosas, representantes de empresas inglesas, francesas, españolas y alemanas; los hoteles de mayor importancia como el hotel La Alhalmbra, el Grand Hotel Oriental, donde ahora está el Banco de la República y en el que se alojó quien muchos años más tarde sería el rey Jorge V de Inglaterra, el Hotel Nacional que Emilio Reus construyó y nunca inauguró, y contiguo a este la más lujosa e innovadora casa de baños de la región, más bien decimos de Sudamérica, pensada obviamente junto con el hotel para los turistas argentinos, que fueron quienes descubrieron el Uruguay turístico. En la imagen que publicamos aparece en lo que sería la rambla portuaria, casi Guaraní, y donde está la actual piscina del Club Neptuno. El Banco Nacional había construido en 1887, en la zona del puerto, un gran hotel-balneario que nunca llegó a habilitarse, seguramente por la quiebra del propio banco que tenía como dependencia, en la manzana contigua, una espaciosa, moderna y lujosa piscina con fondo de mármol, la cual tenía una gran gruta o pared de donde brotaban chorros de agua caliente y fría dotada de purificadores de agua que se alimentaban de la bahía mediante bombas accionadas con motores a vapor.

El techo del salón estaba sostenido por 24 columnas de hierro, y sobre la piscina una gran y lujosa claraboya permitía la filtración del sol en plenitud. Era la obra de Emilio Reus que había conmovido a Montevideo y Buenos Aires. Hay quienes hablan de estos baños como de un lujo indescriptible y que acaso fueran mejores que los de Europa.

Este hombre nació en 1878 y murió en 1891, a los 33 años y en la miseria, de un ataque al corazón en una modesta vivienda contigua al diario El Día sobre la calle Yaguarón; así se lo oímos decir a uno de los Batlle que lo sabía de sus ancestros.

En esa piscina, al año siguiente se instaló una casa de baños cuyo propietario fue Gounouhliou, un conocido comerciante francés muy emprendedor, que además tenía otros diversos comercios, entre ellos un bar. Seguramente su nombre, conocido como Guruyú, deriva de una pronunciación deformada de su apellido no fácil de pronunciar.


EL HOTEL
. Cuando el Cap. Tsakos adquirió el Hotel Nacional tal como estaba para reciclar con un interesante proyecto, fuimos invitados a visitarlo y tomamos una veintena de fotos. Quedamos deslumbrados del lujo que aún mostraba 120 años más tarde. Descubrimos que, aún a pesar de los años, la infraestructura se hallaba en buen estado, pero nos llamó la atención el diseño y distribución lujosa del hotel, las decoraciones, el uso del mármol y granito, los detalles en oro, y dos hermosos patios comunicados por ingeniosas escaleras de mármol de Carrara. A lo largo de las dos horas que duró la visita quedamos impresionados, y nos pareció interesante el proyecto de reciclarlo para oficinas con playa de estacionamiento de autos propia. Hace muchos años este edificio fue de la Facultad de Ingeniería, estuvo allí el Servicio Meteorológico, un instituto donde se estudiaba Psicología, etc.

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Antiguo Hotel Nacional.

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