Previsiones

Informe proyectó un crecimiento del 1,3% para América Latina.

El banco español BBVA dio a conocer sus proyecciones actualizadas a julio, en las cuales reportó que América Latina crecerá 1,3% en 2018 y 2,1% en 2019. Estas previsiones representan un ajuste a la baja respecto a hace tres meses, especialmente por la revisión del crecimiento en Argentina y Brasil, afectados sobre todo por la volatilidad financiera.

Dicho crecimiento será con "bastante heterogeneidad", y el caso de Uruguay se mantiene sin variaciones. Ese ajuste en los dos países no se pudo compensar por las revisiones al alza del crecimiento en México, Colombia, Perú y Paraguay.

Respecto al crecimiento global, el reporte del tercer trimestre señala que continúa pero que se intensifican los riesgos.

"El crecimiento es robusto en Estados Unidos por el estímulo fiscal y estable en China, pero se reduce en Europa", señala el informe. Además, se indica que los riesgos globales se intensifican por la posibilidad de una guerra comercial y por el endurecimiento de las condiciones de financiación internacional.

Salvo Argentina, los bancos centrales en América del Sur iniciarán el ciclo de subidas de tipos de interés en 2019, ante una inflación controlada y la recuperación de la demanda interna.

México y Argentina retomarán los recortes de tipos de interés en el corto plazo, a medida que los riesgos inflacionarios se reduzcan, aumentan los riesgos asociados con el proteccionismo y el endurecimiento de las condiciones financieras internacionales.

En cuanto a los riesgos internos, los principales son el "ruido político" en Brasil, tensiones sociales en Argentina y el "posible retraso en la inversión pública y privada en varios países".

Se detecta un mayor proteccionismo por parte de las potencias mundiales, sin embargo, el informe señala que por el momento su impacto en el crecimiento es limitado, aunque podría ser mayor si se implementaran las medidas en discusión. Otro de los riesgos detectados fue el aumen-to del precio del petróleo, el distinto ritmo de normalización monetaria en Europa y Estados Unidos, mayor volatilidad en los mercados emergentes y mayores tensiones financieras.

Según se indica en el reporte, el crecimiento mundial continúa apoyado en el consumo privado y la inversión, pero con diferencias crecientes por regiones. Los indicadores de confianza muestran cierta moderación, pero siguen en niveles elevados.