Definición

Admite que esto impacta en la inflación e intensifica la política contractiva.

En momentos de apreciación del dólar en Uruguay y de una inflación que salió del rango meta tras estar alineada casi un año, cobraba relevancia la reunión del Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central (BCU), que tuvo ayer su encuentro trimestral de evaluación y coordinación.

Las jerarquías del BCU consideraron que la depreciación del peso local —la contrapartida de la suba del dólar— de 11% en el último trimestre está en línea con "la tendencia del dólar a nivel global y regional".

Además, analizaron que la variación del tipo de cambio tuvo un "impacto directo en los precios de bienes transables" que impulsó la inflación, por lo que decidieron intensificar la política monetaria contractiva rebajando el rango de variación de los agregados monetarios.

El Copom está integrado por los tres miembros del directorio del BCU y otros tres funcionarios de jerarquía con responsabilidades en materia de política monetaria. Previamente se reunió el Comité de Coordinación Macroeconómica, donde también está presente el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

En el comunicado que divulgó el BCU tras estas instancias, se informó el análisis que realizó el Comité de Coordinación Macroeconómica (CCM): "En el panorama internacional se ha venido observando un fortalecimiento del dólar en un marco de creciente incertidumbre derivada principalmente de medidas proteccionistas de las principales economías. En consecuencia, se han observado salidas de capitales de las economías emergentes, con la consiguiente depreciación de las monedas locales, y aumentos diferenciales, según fundamentos, de las primas de riesgo".

También indicaron que la situación regional "se ha vuelto más compleja, producto de los desequilibrios macroeconómicos en Argentina y Brasil y la incertidumbre propia del próximo ciclo electoral en este último país", lo que ha producido "cambios de precios relativos y correcciones significativas a la baja de las perspectivas de crecimiento" en los vecinos.

En tanto, coincidieron que "el nivel de actividad de la economía uruguaya ha continuado creciendo, aunque a un menor ritmo, lo que combinado con un gasto doméstico que vuelve a mostrar una evolución moderada, continúa reflejándose en un superávit en la cuenta corriente de la balanza de pagos".

Tras varios años por encima del rango meta del BCU —entre 3% y 7%— el Índice de Precios del Consumo (IPC) se alineó al objetivo oficial en marzo de 2017 y estuvo en 13 de los 14 meses siguiente dentro de ese nivel. Pero en mayo la inflación subió a 7,21% y en junio se ubicó en 8,11%.

Esa evolución reciente según el CCM estuvo explicada por "el fortalecimiento del dólar, con su impacto directo en los precios de los bienes transables, así como (por) la dinámica seguida por algunos de los rubros más volátiles de la canasta de consumo, producto de condiciones climáticas adversas".

El órgano integrado por el BCU y MEF "decidió ratificar el rango objetivo para la inflación de 3%-7% en el horizonte de política monetaria para los próximos 24 meses".

El Central tiene actualmente un esquema de política monetaria de metas de inflación basado en agregados monetarios —componentes que integran la oferta de dinero—, que busca que el M1 —emisión en poder del público, más los depósitos a la vista más las cajas de ahorro— que es la variable tomada como referencia, evolucione consistente con la demanda de dinero y la inflación.

En referencia a esto, el Copom "verificó que durante el segundo trimestre la variación interanual del agregado monetario M1 se ubicó en 11,5%, en línea con la referencia definida en la instancia precedente".

A su vez, estimó que "es necesario mantener la instancia contractiva de la política monetaria a fin de incidir sobre los canales de transmisión relevantes para la evolución futura de la inflación" y entonces fijó "como pauta indicativa de crecimiento interanual de M1 para el tercer trimestre de 2018 un rango entre 9% y 11%", inferior al fijado para el trimestre anterior (entre 11% y 13%).

"Dicha variación es consistente con la convergencia de la inflación al rango meta y la evolución de la actividad en línea con el producto potencial en el horizonte de política monetaria", subrayó el Copom.

El dólar estadounidense se negoció ayer prácticamente estable frente a la sesión del jueves al finalizar en $ 31,354 con apenas un aumento de 0,01%, y con ello acumuló una caída semanal "punta a punta" de 0,45%. Como consecuencia registra una pérdida de 0,36% en lo que va del mes y un aumento de 9% en lo que va del año.

Por su parte al público en las pizarras del Banco República (BROU) la moneda estadounidense descendió siete centésimos a la compra al finalizar en $ 30,58 mientras que aumentó tres centésimos a la venta al cerrar en $ 32,08.

A través de las pantallas de la Bolsa Electrónica de Valores (Bevsa) la operativa en la jornada fue reducida ya que se realizaron apenas 10 transacciones en total por un monto equivalente de US$ 4 millones, cifra inferior a la registrada en las sesiones previas. Durante la semana se realizaron 198 transacciones por un monto de US$ 80,2 millones.

En el transcurso de la pasada jornada, la divisa estadounidense osciló entre un precio mínimo de $ 31,33 y un valor máximo de $ 31,38, para cerrar finalmente en el precio mínimo alcanzado.

En Brasil —principal mercado de referencia en materia cambiaria— el dólar se negoció a la baja al finalizar en 3,8508 reales con una caída del 0,86%.

En igual dirección se movió la divisa estadounidense en Argentina y cerró por segunda sesión consecutiva en caída. En concreto, la divisa finalizó ayer en 27,21 pesos argentinos con un descenso diario de 0,07%.

A nivel global, el índice dólar que mide el desempeño del billete verde en comparación con una canasta de seis relevantes monedas retrocedió ayer un 0,07% a 94.74, luego de tocar un máximo desde fines de junio en 95.241 durante la jornada.