A IMPULSO DE GUEDES

“Al contrario de la percepción que prosperó fuera, de que Brasil y la democracia corrían peligro, para mí lo que estaba pasando era la dinámica de una gran sociedad abierta”, dijo el ministro de Economía.

El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, opinó que “la pasión que imperó durante la campaña electoral” proyectó “una imagen inadecuada” del país en el exterior y que ha trabajado para revertir esa perspectiva negativa.

“Al contrario de la percepción que prosperó fuera, de que Brasil y la democracia corrían peligro, para mí lo que estaba pasando era la dinámica de una gran sociedad abierta”, dijo Guedes en una entrevista con el diario O Estado de Sao Paulo publicada ayer, sobre las últimas elecciones presidenciales, las más polarizadas de las últimas décadas en el país.

El consejero económico del presidente ultraderechista, Jair Bolsonaro, señaló que Brasil “necesitaba” de una liberal democracia, con “una alianza de conservadores con liberales”, y que trabajó en el Foro Económico de Davos para “mostrar” al mundo “qué estaba pasando aquí” de verdad.
Respecto a la reforma del sistema de pensiones y jubilaciones, una de las prioridades del gobierno Bolsonaro y cuya propuesta fue entregada al Congreso el 21, Guedes confía en que “vamos a aprobarla” y anunció que el proyecto de jubilaciones de militares se enviará el 20 de marzo. “Todos tienen que estar dentro (de la reforma). Si los militares quedan fuera, nadie va a entenderlo. Vamos hacia el sacrificio”, dijo.

Este sábado, el presidente de la Cámara de los Diputados, Rodrigo Maia, se reunió con el mandatario brasileño en Brasilia para discutir los detalles de dicha reforma, pero no precisó a la prensa el contenido del encuentro.

La meta de Guedes es replicar de alguna manera en Brasil el modelo de capitalización individual adoptado por Chile en los años ochenta y, para ello, aseguró que es necesario que el Congreso no “deshidrate” la propuesta entregada por el gobierno.

Guedes reiteró su intención de privatizar el mayor número posible de empresas estatales -“los activos del Estado, incluso los inmuebles”- para sanear el déficit fiscal. Para ello, planea enviar “cuanto antes” otros proyectos de su agenda económica al Congreso, que buscarán simplificar y reducir impuestos, acelerar las privatizaciones, desestatizar el mercado de crédito y abrir la economía.